Opinión

Reflexiones acerca de la innovación en el ‘sports business’

Reflexiones acerca de la innovación en el ‘sports business’

Carlos Cantó

25 jun 2019

Un ilustre economista decía que el mundo había evolucionado más en los anteriores 10 años que en toda la historia de la humanidad. Es cierto, las innovaciones son continuas e impulsan el desarrollo de la sociedad, a veces a una velocidad difícil de asimilar por parte de los diferentes stakeholders, también en el sector del deporte.

 

La innovación, término de “actualidad” en nuestros tiempos, no necesariamente tiene que ser de carácter tecnológico, aunque determinados colectivos, también en el ámbito del deporte, así lo creen y lo impulsan. Esta puede ser tanto tecnológica como no-tecnológica, tal y como se enfatizó durante el Football Innovation Forum. La innovación, que genera alrededor del 2% del PIB mundial, requiere de un determinado mind-set por parte de la alta dirección. Si el proceso no es asimilado primero, e impulsado después, de forma fehaciente y con recursos, por parte de la alta dirección, las probabilidades de éxito son mínimas.

 

Un proceso de cambio e innovación requiere de la existencia de una determinada cultura empresarial en la organización, tanto a nivel de personas como a nivel de procedimientos. El liderazgo es un concepto clave en el diseño y posterior implementación, teniendo en cuenta que en la organización, como en la sociedad, se encuentran tanto los early adopters, como los first followers, que les siguen en el proceso de adopción del cambio, aunque siempre habrá personas reticentes a la evolución en las organizaciones.

 

 

 

 

Asimismo, es fundamental la consecución de un par de quick-wins, que hagan tangible y demuestren de forma rápida las bondades que el cambio y la innovación conllevan a la entidad para comprar tiempo y, por ende, poder implantar todos los procesos de forma más exitosa. Entre las principales tipologías de innovaciones en el deporte, se pueden citar:

 

- Rendimiento de los deportistas: weareables que monitorizan variables físicas y de performance de los atletas, nutrientes antes-durante-después la actividad física que equilibran las pérdidas debido al esfuerzo, e-textiles que monitorizan variables vitales... En definitiva, innovaciones que pretenden mejorar el rendimiento deportivo.

 

- Data-analytics: Moneyball, con Jonnah Hill y Brad Pitt, permitió que el gran público conociera el uso del big data aplicado al deporte, aspecto que ya se daba con gran antelación. Ya sea a nivel individual o a nivel grupal-equipo, un uso profesional del mismo permite predecir comportamientos y situaciones, anticipándose a la realidad y planificar estrategias. El análisis detallado de los datos es cada vez más esencial en el Sport Business. La inteligencia artificial y el learning machine basan sus fundamentos en los datos, desarrollando modelos predictivos. Así mismo, las entidades de apuestas y de DFS utilizan el big data para proveer de información a su clientela, facilitándoles el engagement y su satisfacción, con lo cual monetizarán con más probabilidades.

 

 

 

 

- Concepto business: como en cualquier sector empresarial, en el deporte también la monetización es crucial. No obstante, este concepto debe ampliarse a acepciones no sólo económicas, sino también sociales y afectivas. Para llegar a esta monetización, el engagement, elemento necesario pero no suficiente, debe satisfacerse. Y aquí entra el desarrollo del negocio deportivo: extensión del mercado core con partidos oficiales en espacios geográficos ampliados, la importancia creciente de la marca como elemento diferencial o las nuevas formas de generación de ingresos.

 

- Concepto deporte – nuevo vs evolución: nuevas disciplinas deportivas como lo eSports surgen para satisfacer las demandas que afloran. Por otro lado, algunos deportes tradicionales innovan y se adaptan a las preferencias de la demanda, que evoluciona hacia formatos como el baloncesto 3x3, cricket 20/20, NextGen en tenis, instalaciones de surf en piscinas gigantes con olas artificiales…

 

- Gestión del deporte como business: similarmente a otros sectores económicos, la industria del deporte también adopta innovaciones y herramientas de gestión empresarial. Por ejemplo, el blockchain para el tracking de las entradas, cashless en estadios y pabellones, reconocimiento facial para mejorar la seguridad, realidad mixta para ampliar la experiencia, big-data para conocer mejor al fan y, por ende, adaptar mejor los servicios que se ofrecen.


- Gestión del deporte como competición: el VAR es una de las expresiones de la innovación en la gestión de las competiciones deportivas, que permite minimizar errores, así como, desde hace más de una década, el hawk-eye en tenis, entre otros.

 

 

 

 

- Media: la producción del contenido deportivo y su distribución también se benefician de la innovación a través del uso de drones en las retransmisiones para obtener imágenes más inmersivas, cámaras 360º, realidad virtual mezclada con aumentada y real, democratización del acceso al contenido con plataformas de streaming y otros avances e innovaciones, donde se encuentran las OTT, redes sociales e influencers.

 

- Fan experience: se beneficia de la innovación, tanto tecnológica (boost en Formula-e, apps, realidad virtual-ampliada, datos), como no-tecnológica (zonas con piscina en estadios, gradas con ambiente en determinados hoyos de torneos de golf, lounges con bebida y comida en tenis). Dichos procesos son totalmente necesarios para el análisis y el diseño de los procedimientos del delivery de los servicios en deporte.

 

- Otros: innovaciones que aportan un plus social y de contribución a la sociedad, como el Blind Cap de Samsung en colaboración con el Comité Paralímpico Español; las innovaciones en movilidad de Toyota aplicadas al deporte; o el uso de productos reciclados para la construcción de instalaciones deportivas.

 

En resumen, la innovación, necesaria para la propia evolución del sector del deporte, puede tomar forma tecnológica o no, y debe entenderse como un proceso, no como un fin por sí mismo. Sin embargo, y debido tanto a los cambios de la demanda, así como a la mayor competencia en el ámbito de sportainment, y la propia evolución tecnológica, es necesaria la evolución que comporta, a todos los niveles, el progreso y la innovación en el deporte. Por cierto, el ilustre economista que citaba al inicio del artículo era John Maynard Keynes, quien hizo público el comentario en 1.930, ¡hace 89 años!

Carlos Cantó

Carlos Cantó

Carlos Cantó, licenciado y MBA por Esade y participante en el CEMS Master en HEC (París) y con formación complementaria en Cornell University, es consejero delegado de SPSG Consulting. También es vocal y responsable del capítulo Deporte de la Asociación de Marketing de España, así como consejero del RC Deportivo de A Coruña. Adicionalmente, es profesor de Sport Business en Esade, IE Instituto Empresa, LaLiga Business School, FIFA y Escuela Universitaria Real Madrid, así como miembro del consejo asesor de World Football Summit y de varias start-ups (BStadium, SportIn, B+). Después de más de diez años en IMG y de dos años y medio en Lagardère Sports como vicepresidente de la división de consultoría, y tras haber dirigido proyectos de consultoría relacionados con deportes, ocio y patrocinio en más de 25 países en cuatro continentes, fundó SPSG.