El año en que el mundo vistió de pijama POR IRIA P. GESTAL Aadiós a los trajes, al ma- quillaje, a los tacones y a las joyas y relojes. En 2020, directivos, beca- rios, emprendedores y ejecutivos adoptaronelLos trajes y mismo uniforme: el pijama. La impo- sición, en mayoro menor medida, dellos tacones teletrabajo en gran parte del planeta dejó sin sentido medio armario de Oc-han quedado cidente. Sin reuniones presenciales,arrinconados en sin fiestas ni comidas en restauran-un año en que el tes, hizo falta poco más que un chán- dal y, a lo sumo, una camisa para losmundo se encerró encuentros por Zoom, para pasarlaen casa. El nuevo cuarentena. Según datos de Kantar, correspon-uniforme (para dientes sólo a España, las ventas dedormir, para el ocio íntimo, calcetería y, sobre todo, pija-y para trabajar) mas, han resistido mejor el golpe de la crisis, elevando tres puntos su pe-es el pijama, una so sobre el total de ventas e modad entre enero y septiembre en relaciónde las pocas al mismo mes del año anterior. De ca-categorías de da cien euros que los españoles gas-moda, junto con taron en ropa, dieciséis euros fueron a parar a calcetines, bragas, calzon-cillos o pijamas.el deporte y el En Estados Unidos, sólo en abril, elíntimo, que han mes en que se implantaron medidasresistido el golpe restrictivas en todo el país, las ventasdel coronavirus. de pijamas se dispararon un 143% en relación al mes anterior, según datos de Adobe Analytics. Las de pantalo- nes, que no se ven en las reuniones a través de Zoom, se hundieron un 13%. Con el regreso ala calle, será diícil vol-f ver a imponer el traje y corbata. Tanto, que hasta el rey de la moda de vestir, Hugo Boss, ha comenzado a virar el rumbo y se ha volcado en las sneakers y las camisetasblancas. “Es más ren- table que vender trajes”, reconoció su consejero delegado, Yves Mueller.