El organizador del Open de Australia pierde 100 millones de dólares australianos

Tennis Australia, en números rojos. El organizador del Open de Australia cerró la temporada 2020-2021 con unas pérdidas de 100 millones de dólares australianos (61,9 millones de euros), en un curso marcado por el Covid-19 y tener que retrasar el Grand Slam, según su último ejercicio, que empezó en julio de 2020 y finalizó en septiembre de este año.

Según Reuters, el coste de trasladar a jugadores de todo el mundo a Melbourne y tener que alojarlos dos semanas en hoteles supuso una carga financiera para los organizadores del torneo. Además, las restricciones decretadas por el Gobierno, así como la imposibilidad de obtener ingresos por ticketing u otras vías de negocio, no dio la oportunidad de mitigar el impacto.

Por otro lado, Tennis Australia agotó su caja de ochenta millones de dólares australianos (49,5 millones de euros) y tuvo que pedir un préstamo de cuarenta millones de dólares a australiano (24,8 millones de euros).

El organizador del Open de Australia tuvo que pedir un préstamo de cuarenta millones de dólares australianos

A pesar de la preocupación por la variante Omicron, los controles fronterizos externos e internos de Australia se están relajando a medida que aumentan las tasas de vacunación en el país. Los organizadores esperan un Open de Australia “más normal” en 2022. El torneo volverá a su horario habitual de enero después de haber sido pospuesto a febrero del año pasado, mientras que todas las pistas del estadio podrán mantener su capacidad máxima. Los jugadores y entrenadores que hayan sido vacunados podrán volar a Australia y competir sin ningún requisito de cuarentena.

En septiembre, Discovery firmó un acuerdo con Tennis Australia para retransmitir el Open de Australia en directo y en exclusiva a escala paneuropea hasta 2031. En una temporada normal cuenta con 33.000 espectadores. En 2020, el Open de Australia recogió su mayor audiencia mundial de retransmisiones desde que se puso en marcha el torneo en 1927. El torneo generó total de 99.556 horas de transmisión vistas en todo el mundo, un 12% más que en 2019 o, lo que es lo mismo, 11,4 años de cobertura televisiva.

El Open de Australia es el torneo de Grand Slam de tenis con el que arranca la temporada, un evento que reporta al estado de Victoria 388 millones de dólares anuales, generando un aumento del empleo en 1.700 puestos de trabajo durante un mes en sectores como la hostelería o el turismo.