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CR Complutense Cisneros vuelve a niveles pre-Covid con un incremento de su presupuesto del 25%

El club de rugby de Madrid, que preside Gonzalo Barbadillo, ha podido recuperar parte de su presupuesto después de la caída por la pandemia. El objetivo de 2020-2021 es volver a beneficios para hacer frente a la deuda.  

CR Complutense Cisneros vuelve a niveles pre-Covid con un incremento de su presupuesto del 25%
CR Complutense Cisneros vuelve a niveles pre-Covid con un incremento de su presupuesto del 25%
El primer equipo disputa sus partidos en la División de Honor nacional.

Alba Chiva

27 oct 2021 - 05:00

El CR Cisneros encara la recuperación. El Club de Rugby Complutense Cisneros de Madrid, presidido por Gonzalo Barbadillo, ha sufrido también los impactos del Covid. El presupuesto de la temporada pasada no se pudo cumplir y finalmente fue un 25% menos de lo que se tenía previsto. Las fichas cayeron en un 50% y ningún evento se pudo llevar a cabo, lo que arrastró al club a números rojos.

 

El presupuesto para 2021-2022 ronda los 600.000 euros, un 25% más que el año anterior. Para este curso, “se prevé algo de beneficio para cumplir con determinadas deudas que venimos arrastrando”, destaca Barbadillo. “Las deudas no son muy elevadas y vienen de años atrás por una serie de dificultades”, añade.

 

El 25% de los ingresos del club provienen de aportaciones de la Universidad Complutense de Madrid, con quien cuenta con acuerdos de patrocinio. Un 25% procede de patrocinadores, eventos y merchandising y el 50% restante de las cuotas de los socios y socias y, fichas de jugadores y jugadoras. Los ingresos por parte de la administración pública comprenden una parte muy baja del presupuesto. “Nuestra política consiste en no ingresar por ticketing, no cobramos entradas en ningún partido”, explica Barbadillo.

 

 

 

 

Los gastos del club van dirigidos a pagar a las federaciones, la remuneración de los entrenadores, viajes, material y toda la parte de las ventas de la Universidad Complutense y ayudas a estudios, vinculado a un programa que puesto en marcha hace años: ir a Madrid a estudiar, tener un buen nivel deportivo y seguimiento de ello.

 

El directivo tiene claro que “no es una temporada de hacer demasiadas aventuras y es mejor no precipitarse”. El club, tiene una política en línea con su acuerdo con la Universidad Complutense donde se les dan becas, alojamiento y ayudas en los estudios, a pesar de que se ha tenido lidiar con la situación en este último año.

 

El Covid-19 ha tenido un impacto en los presupuestos y los ingresos han caído. Para el club de rugby de Madrid, la gestión ha sido complicada. Finalmente, se ha tenido que compensar esta caída de ingresos y, “por suerte, hemos conseguido mantener el tipo”. Los patrocinadores han jugado a favor del club y han demostrados su compromiso: “son fieles y alineados con nuestros valores, han arrimado el hombro hemos podido mantener los acuerdos”, sostiene Barbadillo.

 

Por otro lado, ha habido una caída sustancial en fichas de jugadores que se han reducido en un 50% y la cantera, en un 40%. Los eventos también han jugado en su contra, ya que no se ha celebrado ninguno. “Ha sido bastante complejo gestionar el compromiso con la gente a pesar de haber salvado la situación bastante bien”, explica el presidente. La entidad ha reducido la ficha ajustando los gastos, renunciando a pisos facilitados a jugadores y presentando un expediente de regulación temporal de empleo (Erte).

“La cantera es la premisa; puntualmente necesitamos refuerzo”, destaca. Por otro lado, la sección femenina del club acaba de ganar la liga la temporada pasada y esto “da visibilidad y pone en valor el trabajo del club”, asegura. “Esto nos ha permitido tener un cierto poder de atracción, hemos incorporado a alguna chica pero mantienen nuestra filosofía”, recalca

 

“Si destinamos los recursos a traer a profesionales, pero no cuidamos la base iremos en mal camino, no hay que construir la casa por el tejado”, valora Barbadillo.

 

 

 

 

El crecimiento del deporte femenino también ha llegado al rugby y al Club Cisneros, aunque sigue destacando la demanda de becas por parte de la sección masculina. El club cuenta con tres equipos femenino y seis equipos masculinos. “Hemos habilitado más becas para la sección femenina pero la demanda no llega a ser la misma”, destaca Barbadillo que pone el objetivo medio plazo de las ayudas sean las mismas para ambas secciones.

 

Otro objetivo pero en este caso, a largo plazo, del club es aumentar las audiencias. “Conseguir que se apueste por el rugby es algo que no conseguimos materializar, Rtve emitía partidos y ahora ya no, no es fácil captar interés de televisiones y del púbico”, explica el presidente. “Hay que trabajar a largo plazo y generar mucha base, que sea un gran referente como práctica”, añade Barbadillo, refiriéndose otra vez a la cantera y a pesar de contar con 600 socios en el club.

 

El rugby en España ha mejorado en los últimos cinco años. El cambio ha sido positivo y “el número de fichas ha crecido mucho”, explica Barbadillo. Para el presidente, la práctica del rugby se ha incrementado en los colegios y esto ha sido positivo para el deporte.

 

De cara al futuro y a la profesionalización del rugby, Gonzalo Barbadillo, sitúa la estrategia en las escuelas. “Hay que generar mucha cultura, educar en los colegios, para la profesionalización de este, es necesario un impacto mediático y para llegar a ello, queda mucho por andar”, explica. “Hay deportes muy populares, todos miramos de reojo al fútbol o al baloncesto y el balonmano, por ejemplo, ha perdido peso mientras el rugby ha ganado popularidad”, apunta. “El rugby ha ganado en visibilidad a pesar de que el impacto mediático económico sigue siendo reducido a pesar de estar haciéndose un esfuerzo para captar la atención de las marcas y que vean un retorno directo”, señala el presidente.