Fitness

Máis que Auga negocia dos nuevos clubes tras rebasar los seis millones de facturación en 2018

La cadena gallega, que este año ha cumplido diez años en el sector del fitness, prevé integrar espacios boutique en sus centros y seguir incrementando los servicios no incluidos en la cuota.

P. López

2 nov 2018 - 04:58

Máis que Auga espera crecer un 5% durante este ejercicio gracias al incremento de los ingresos atípicos

 

 

Máis que Auga busca la fórmula del crecimiento en el sector, y ha encontrado en los servicios adicionales un nuevo factor para la ecuación. La gestora gallega de centros deportivos espera superar los seis millones de facturación en 2018, lo que supondrá un alza del 5% en sus ventas respecto al ejercicio anterior. “Estamos en línea con el presupuesto”, asegura Francisco Cortegoso, director de operaciones y máximo ejecutivo de la compañía.

 

Fundada en 2008, desde sus orígenes la cadena ha centrado su actividad en Vigo, donde opera tres instalaciones en régimen de concesión administrativa. Debutó en el sector de la mano de AQA, la marca de centros deportivos gestionados por Gaia. De hecho, su primer producto fue adjudicado en una UTE (unión temporal de empresas) formada por la constructora Civis Global y Gaia, que decidieron separar sus caminos en 2014. La cadena salió del capital y la promotora inmobiliaria compró el 50% de las acciones para operar en solitario una vez había adquirido el know how suficiente.

 

Ahora, la estrategia pasa por seguir incrementando los ingresos de los servicios no incluidos en el abono. “Hemos incrementado el porcentaje de facturación atípica a través de la apertura de cursos de natación y la academia de pádel infantil, una disciplina que antes se orientaba mucho al adulto y que ahora hemos redirigido”, explica Cortegoso. También se ha incrementado la solicitud de entrenamientos personales y se ha creado una línea de preparación en pareja.

 

 

 

 

A estos servicios se suman las clases de espalda sana, el centro de ocio infantil en el que los padres dejan a sus hijos para poder entrenar, y las clases de natación de élites, dirigidas a aquellas personas que hacen triatlones y nadan en aguas abiertas. “Nos permite dar un servicio más especializado”, explica. De cara a los próximos meses, el plan contempla integrar el concepto boutique en sus instalaciones. La primera piedra de este proyecto será en el centro de Coia (Vigo) donde “nos gustaría habilitar una zona para nuevas tendencias que tendrá un coste adicional a la cuota”, remarca.

 

La cadena invertirá 300.000 euros para ampliar el centro en 300 metros cuadrados más gracias a la implantación de una planta sobre el spa. “Nos permitirá ganar clientes y dinamizar el centro para que no haya sensación de masificación”, explica el directivo. En la actualidad, Máis que Auga tiene 19.500 socios y 10.000 cursillistas, de los cuales 4.000 personas no son socias. “En total, 23.500 personas pagan una cuota mensual, y si le sumamos la gente que acude para jugar a pádel, estamos dando servicio al 8% de la población de Vigo que está inscrita a un gimnasio”, explica.

 

Al margen del plan de obras, la cadena invierte cada año una media de 300.000 euros entre los tres centros para mejorar el equipamiento. “Solo nos queda un 25% de toda la maquinaria de cardio por cambiar. Creemos que es importante que los equipos tengan conectividad, porque ahora hay un caos tecnológico y queremos que nuestro partner integre todas las aplicaciones, desde los softwares de entrenamiento hasta las bases de datos”, comenta.

 

 

 

 

Con todo, el directivo señala que el vector de diferenciación de Máis que Auga respecto a la competencia no está en el equipamiento ni en la instalación. “En Vigo hay mucha competencia, y, si queremos diferenciarnos, debemos hacerlo con nuestra plantilla. Queremos poner en valor a nuestros profesionales; el 70% de ellos están licenciados en Educación Física, y les pagamos por encima del convenio. Ese es nuestro principal valor”, remarca.

 

Cortegoso admite que la compañía no tiene afán de crecimiento acelerado, aunque sí está estudiando otras vías para ganar presencia en Galicia, tanto en Vigo como fuera de la ciudad. “Estamos tanteando proyectos por la vía concesional y propia, pero no tenemos prisa. La idea sería inaugurar algún club propio de entre 1.000 y 1.500 metros cuadrados”, señala.

 

A diferencia de otros operadores concesionales que han decidido dar el salto a Portugal, Cortegoso se muestra prudente. Go Fit opera dos instalaciones allí, y prevé abrir diez más; Forus ha aterrizado con dos centros municipales y Supera, que opera un club, está en proceso de inaugurar tres más en el sur del país. “En Portugal no hay tanta competencia en el concesional, es un mercado en crecimiento e interesante con una penetración del 5,5%. Creo que el crecimiento no puede ser desproporcionado y tiene que ir ligado a la oferta”, señala.