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Ramos (Serviocio): "Pronto habrá integraciones entre grandes grupos"

M.Menchén

13 feb 2017 - 04:58

Serviocio ha sido uno de los operadores que en los últimos meses ha decidido crecer no sólo con aperturas propias. El grupo, de origen gallego y con oficinas en Madrid, ha optado también por realizar operaciones corporativas puntuales que le han servido para crecer en mercados estratégicos, como Madrid o Galicia. "La ventaja fundamental de comprar algo que está funcionando es que eliminas los riesgos de demanda", explica su director general, Roberto Ramos, en una entrevista con Palco23.

 

Licenciado en Educación Física por la Universidad de A Coruña y Máster en Dirección y Gestión de Recursos Humanos por la Cámara de Comercio de Lugo, Ramos es uno de los socios fundadores de esta compañía, que nació en 1993 aprovechando el impulso que supuso para el deporte español la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Desde entonces, han logrado tejer una red de treinta centros deportivos, la mayoría de los cuales de concesión municipal.

 

Este modelo vivió su punto álgido especialmente durante los años en los que la economía española se basó en la construcción, con muchos ayuntamientos apostando por la colaboración público-privada para levantar polideportivos. El estallido de la burbuja inmobiliaria, sin embargo, provocó un frenazo de este tipo de proyectos, hasta hoy. "En los últimos años había estado un poco parado, pero últimamente se ha vuelto a animar un poco el tema concesional", asegura Ramos.

 

Serviocio Roberto Ramos 300
Roberto Ramos, socio-fundador y director general de Serviocio.

 

En este tiempo, la compañía ha decidido buscar alternativas, construyendo instalaciones propias o adjudicándose contratos de gestión de centros privados propiedad de un tercero. En 2014  abrieron en Granada su primer centro propio, y el año pasado inauguraron dos más en Galicia (Ourense y Baiona), mientras que en la Comunidad de Madrid adquirieron el club Fun4U, ubicado cerca de Arturo Soria, a escasos metros de la sede de La Liga.

 

Su última operación corporativa, como ya adelantó este diario, ha sido la adquisición de Aquafit, que gestionaba cinco instalaciones públicas en Galicia. El ejecutivo no descarta nuevas transacciones de este tipo, y augura incluso movimientos de mucho más calado. "Este mercado ya ha madurado y ahora va a entrar en proceso de consolidación, tanto de empresas pequeñas como grandes. Aún no ha llegado, pero de aquí a pocos años se verán operaciones de consolidación entre grandes grupos", vaticina.

 

Por el momento, los grandes como Serviocio, Supera o GO Fit han ido adquiriendo pequeñas empresas o subrogándose contratos de concesionarias que no podían mantener las instalaciones. Ello exige inversiones menores, pero con seguridad. "Evitan la fase de incertidumbre sobre la demanda, desde el minuto uno hay ingresos recurrentes y se mejora la gestión gracias a las sinergias", apunta.

 

La actual red de instalaciones se concentra entre estas dos regiones y Cantabria, de ahí que Ramos confíe en que el margen para crecer es importante. "No nos da reparo ir a ninguna zona; estudiaremos todos los concursos que salgan, siempre eligiendo aquellos que nos encajen mejor", comenta. De momento, se han adjudicado un centro en Boadilla del Monte que llevaba varios años cerrado, y el ejecutivo no descarta propuestas en Baleares o Canarias.

 

Durante tres décadas, el concepto de centro deportivo ha ido variando, y Ramos admite que las actividades al aire libre han ido cogiendo importancia."Año tras año, hay más gente que practica actividad física, pero también muchas más oportunidades. Nosotros damos fundamentalmente actividad indoor, pero si el usuario quiere otro tipo de actividades tenemos que adaptarnos y ser creativos", comenta.

 

Una de sus iniciativas en este segmento ha sido el lanzamiento de la Heroican Race, una prueba de obstáculos que contó con la participación de 900 personas en su primera edición y que congregó a 2.000 espectadores. "Este año realizaremos dos competiciones, además de potenciar los clubs de bike, triatlón, running en nuestros centros. No podemos empeñarnos en encerrar a los clientes en cuatro muros, sino que hay que acompañarlos y darles esos servicios. Sólo sobrevive el que sabe adaptarse a los cambios", advierte.

 

Esta adaptación es más sencilla en las instalaciones nuevas, ya que "diseñas desde cero, pero en los gimnasios antiguos tienes que cambiar la parrilla de actividades, reorientar a los técnicos, etcétera. Pero es importante porque supone una forma más de mejorar el sentimiento de pertenencia al club y la fidelización de ese usuario", comenta.

 

Igualmente importante es la implantación de la tecnología, para lo que están desarrollando su propia app. "La relación con el cliente te cambia totalmente. Nos da una cantidad de información importantísima sobre su forma de actuar, cómo utiliza su tiempo, los espacios… ayuda a racionalizar la parrilla, a decidir cómo amplías o construyes un centro... Ese Big Data hay que saber manejarlo, porque si no eres capaz de medirlo, no sirve de mucho", opina.

 

La diversificación de la oferta se ha producido en paralelo al lanzamiento de la marca BeOne, que desde hace varios meses se está aplicando en todos los centros deportivos y que va más allá de la estética. "Estamos muy satisfechos del cambio, que ha sido radical y la base para que los números vayan mejorando como lo han hecho; ha sido una lección muy buena de cambio de imagen y modelo de atención al cliente", comenta Ramos.

 

La compañía cerró 2016 con unas ventas de 24 millones de euros, y su objetivo para el actual ejercicio es crecer un 16%, hasta los 28 millones de euros. Además de los cinco nuevos centros integrados con la compra de Aquafit, se confía en el crecimiento orgánico y en las otras cinco aperturas previstas. En la actualidad, además del núcleo fundador, en el accionariado también está el fondo Atlas Capital.