La Federación Internacional de Tenis descarta tomar el control del pádel

El pádel mantendrá su independencia. La Federación Internacional de Tenis (ITF) planteó en mayo de este año la posible modificación de sus estatutos para con el fin de controlar y asumir la gobernanza del pádel a escala mundial, pero no será así.

Este pasado 14 de noviembre, los miembros de ITF decidieron en la asamblea general anual celebraba en Glasglow (Escocia) no aprobar la resolución presentada para modificar sus estatutos y asumir el control y gobernanza del pádel, así como de otros deportes de raqueta en desarrollo, como el pickleball.

En abril de 2022, la ITF envió a sus federaciones asociadas una carta en la que manifestaba que “la proliferación de disciplinas similares al tenis es una preocupación creciente para la promoción y preservación del tenis como el deporte de raqueta más establecido”.

Después de la negativa a la modificación de los estatutos de la ITF, la Federación Española de Pádel (FEP) ha emitido un comunicado en el que expresa que “celebramos esta decisión y reiteramos nuestra postura, manifestada en el comunicado emitido el pasado 10 de junio juntamente con las dieciocho federaciones autonómicas sobre la autonomía del pádel respecto al tenis: pádel y tenis son deportes distintos y tienen que ser gobernados por federaciones independientes y diferentes”.

La FEP prevé aumentar sus ingresos en un 10% en 2022

Según datos publicados por el Consejo Superior de Deportes (CSD) a cierre del ejercicio 2021, el pádel contaba con 96.543 licencias federativas, ante las 80.318 licencias del tenis, lo que supone 16.225 licencias más. Además, el 32,2% de licencias corresponden a licencias femeninas, frente al 29,9% del tenis.

En once comunicades autónomas españolas se superan el número de licencias federativas de pádel respecto al tenis, y solamente en tres la diferencia es inferior al 10%, siendo estas Cataluña (1,1%), Comunidad Valenciana (5,3%) y Asturias (9,3%).

La FEP cerró 2021 con unos ingresos totales de 1,1 millones de euros y unos beneficios de 84.618 euros, por encima de lo que tenía previsto en su presupuesto. La entidad registró ingresos por valor de 848.268 euros, por encima de los 519.615 euros de 2020. De los cuales, 298.560 euros correspondieron a licencias, mientras que otras partidas importantes fueron inscripciones de equipos a campeonatos, patrocinio y derechos de transmisión, que se multiplicaron por tres.

Por otro lado, el principal gasto de la entidad fue el de personal, que ascendió a 343.774 euros, además de los servicios profesionales, que representaron un desembolso de 180.245 euros, el doble que en el año del estallido del Covid-19.