Beatriz Álvarez se convierte en presidenta de la Liga Profesional de Fútbol Femenino

Beatriz Álvarez se impone en la carrera por la presidencia de la Liga Profesional de Fútbol Femenino. La hasta ahora directora general de Deporte del Gobierno del Principado de Asturias y antes jugadora, entrenadora y presidenta del Oviedo Moderno, será nombrada el próximo 7 de junio presidente de la nueva competición. Beatriz Álvarez tendrá como vicepresidente a Rubén Alcaine, actual presidente de la Asociación de Clubes Femeninos de Fútbol (Acff).

Según Marca, Álvarez  ha contado con el apoyo de Atlético de Madrid, Levante, Sevilla, Betis, Alavés, Villarreal, Valencia, Eibar y Real Sociedad. Se abstuvieron Fc Barcelona, Rayo Vallecano, UDG Tenerife y Sporting de Huelva. Por su parte, Athletic Club, Madrid CFF y Real Madrid habían mostrado su predisposición a avalar a María Tato, exresponsable del fútbol femenino de la Real Federación Española de Fútbol (Rfef).

Las únicas dos candidaturas que habían presentado de manera pública su intención de presentarse y sus proyectos a las de María Teixidor y Ainhoa Tirapu. Teixidor había comprometido cuarenta millones de euros que hubiera aportado el fondo americano Muse Capital liderado por Assia Graziali, además de diez millones de euros por la venta de los naming rights a la app argentina de scouting Gloria Football. Además, la exdirectiva del FC Barcelona pretendía ingresas nueve millones por la venta de los derechos audiovisuales.

Beatriz Álvarez ha sumado nueve avales

Álvarez fue jugadora del Real Oviedo de los doce a los veintidós años. Después de retirarse, pasó a la presidencia del club ovetense, en la que estuvo instalada del 2009 al 2018. Durante su mandato, el club llegó a competir en la Primera Iberdrola. Además de su cargo en el Principado de Asturias, también es vocal de la comisión directiva del Consejo Superior de Deportes (CSD).

Una vez haya presidenta de la entidad, se pondrá en marcha la explotación conjunta de los derechos audiovisuales de la categoría. Los clubes tendrán la capacidad de comercializar de manera conjunta los derechos televisivos, lo que repercutirá en la competición y en el nivel retributivo de las jugadoras. El CSD realizará una inversión cercana a los quince millones de euros en los tres primeros años de existencia de la competición, destinado a la puesta en marcha del campeonato profesional.