Kaptiva refuerza su propia red de academias con un nuevo proyecto y se alía con la Fundación Real Madrid

España mantiene su vitola de gran potencia futbolística a nivel global. Dos Eurocopas, un Mundial y la sede de LaLiga han convertido al país en el destino predilecto de jóvenes que aspiran a llegar a la élite. Y de ahí también han surgido compañías dispuestas a capitalizar ese negocio como Kaptiva, que en 2020 pondrá en marcha la primera edición de su nueva academia en Madrid, según explican sus fundadores a Palco23.

El proyecto llega tras un año de cambios para la empresa barcelonesa, que dejó de colaborar con el proyecto de academias del FC Barcelona en Estados Unidos y ahora trabaja con la Fundación Real Madrid en la gestión de numerosos campus en el mercado norteamericano. Ahí están los orígenes de la compañía fundada por Oriol Sala e Iván Daza, si bien su objetivo es potenciar su propia marca de escuelas de formación, que generan el 60% de su facturación, que supera los cuatro millones de euros anuales.

Esta línea de negocio crecerá a partir del próximo año, con el primer curso de la Kaptiva Sports Academy Madrid, que se ubicará en la residencia escolar SEK-El Castillo, en Villafranca del Castillo, un municipio con numerosas viviendas de lujo al noroeste de Madrid. “Crecer era una necesidad, porque con el proyecto de Barcelona habíamos tocado techo”, explica Sala, que ocupa la dirección general.

El 60% de la facturación de Kaptiva, que asciende a cuatro millones de euros, proviene de su red de academias propias

En Sant Cugat del Vallés cuentan con cincuenta jóvenes extranjeros que compaginan los estudios en la European International School of Barcelona con su preparación deportiva, una combinación que consideran que es su punto fuerte. “Hacemos cosas que un club de fútbol no podría”, señala Daza, en referencia a dobles sesiones de entrenamiento y lo que ellos califican como “entrenamiento invisible”: nutrición, psicología, apoyo académico, etcétera.

Daza considera que el perfil de público para las escuelas de Barcelona y Madrid es el mismo, pues en el extranjero se aprecia España en sí misma como un destino futbolístico. “Los jóvenes proceden de mercados no maduros para el fútbol, por lo que su idea es venir a España, que sí tiene buena imagen internacional en este deporte, sin mirar tanto si es una ciudad u otra”, argumentan.

Kaptiva basa toda su estrategia de captación en campañas digitales, con Norteamérica, Centroamérica y Asia como regiones prioritarias de inversión, pues allí se concentra el grueso de su target. Europa no tiene un peso tan relevante, a excepción de algunos países nórdicos, pues el Viejo Continente es probablemente el mercado futbolístico más maduro y con niveles académicos altos. Según explican, el 95% de los alumnos de su programa son internacionales.

“Queremos posicionarnos como excelentes formadores de fútbol”, enfatiza Daza. En términos económicos, eso supone cobrar algo más de 40.000 euros anuales por estudiante. A cambio, la empresa se encarga del colegio, los entrenamientos y la manutención durante todo el curso escolar. “Hemos conseguido que haya alumnos que cumplan los cuatro años posibles del ciclo con nosotros”, celebran los dos fundadores.

Kaptiva basa su estrategia de captación en campañas digitales, con Norteamérica, Centroamérica y Asia como regiones prioritarias

Para atraer el talento internacional se buscaron itinerarios académicos homologados, como son el Aesa Prep International, que sigue el modelo norteamericano, y el bachillerato internacional, homologado en la mayoría de países. Ahora, su ambición es dar un paso más y conseguir que la ecuación incluya la obtención de becas para poder estudiar en las universidades de Estados Unidos. Es algo que ha crecido en los últimos años, pues a las tradicionales propuestas para atletas individuales, sobre todo de atletismo o golf, ahora se le ha sumado el fútbol.

De salir adelante esta idea, Kaptiva Sports tendría una segunda razón para cruzar el Atlántico, después de una década en la que se erigieron en pioneros de la organización de campus futbolísticos en Estados Unidos. Pronto empezaron a trabajar con el Barça desarrollando clinics estivales por todo el país y, después, con la apertura de una academia en Florida. Hace cuatro años, además, abrieron su propia escuela en Miami y empezaron a desarrollar la línea de turismo deportivo, con estancias de grupos que vienen a España a entrenar un tiempo.

Sin embargo, a principios de año se acordó con el club blaugrana no proseguir con esta alianza y la empresa barcelonesa dio muy rápido con un nuevo cliente: la Fundación Real Madrid. El equipo presidido por Florentino Pérez ha enfocado su proyecto de escuelas desde la fundación y no con un afán comercial, lo que le ha permitido construir una red de más de 300 escuelas sociodeportivas entre los cinco continentes.

“Este verano hicimos los primeros campus de la Fundación Real Madrid en ocho ciudades de Estados Unidos, y ahora les hemos propuesto ampliarlo a trece sedes y empezar a organizarlos también en Canadá”, explica Sala. La respuesta para la primera edición ha sido buena, explican, pues lograron que más de 1.000 niños y niñas pasaran por sus programas de entrenamiento. Y la idea es seguir creciendo, sin olvidar que su foco y el de sus 28 trabajadores “es potenciar nuestra marca propia de academias”.