ISL abre su accionariado al dueño del Circuito de las Américas para acelerar en EEUU

Bobby Epstein, dueño del Circuito de las Américas, junto a los fundadores de ISL a la derecha, Marc Segarra y Alex Isern, durante la presentación años atrás de la academia del Barça en Austin (Texas).

ISL ha encontrado uno de aquellos inversores que no sólo aporta capital, sino también contactos. La agencia de márketing y gestión deportiva ha dado entrada en su accionariado a Bobby Epstein, dueño del Circuito de las Américas, situado en Austin (Texas). El empresario, que consiguió llevar Fórmula 1 y MotoGP al mismo trazado, ha adquirido una participación minoritaria, mientras que los cofundadores Marc Segarra y Alex Isern mantendrán la mayoría y la gestión del día a día, según ha podido saber Palco23.

Los dos emprendedores barceloneses entraron en contacto con el inversor estadounidense hace cuatro años, cuando se acordó la apertura de una Barça Academy en Austin. La empresa tiene su origen en la gestión de academias, y de hecho es la encargada del desarrollo de la mayoría de escuelas del FC Barcelona en Norteamérica. En su caso, Epstein se propuso apoyar la iniciativa instalando dos campos de fútbol dentro del circuito para que se entrenaran allí los participantes de los cursos.

Isern explica que “él tenía interés en invertir para entrar en nuevos proyectos, y para nosotros es un nuevo respaldo para abrir más líneas de negocio”. Previamente, los dos cofundadores habían recomprado su participación a Mac Lackey, el socio americano que les apoyó en 2014 cuando decidieron poner en marcha ISL tras finalizar su etapa universitaria en Charlotte.

ISL, cofundada por Marc Segarra y Alex Isern, ha completado el traslado de su sede, de Charlotte a Miami

“Desde que conocí a Marc y Alex, sabía que iban a construir algo único; su ética del trabajo, pasión y visión para los negocios son muy impresionantes y estoy muy emocionado de comenzar a hacer cosas juntos”, señala el empresario a este diario.

Los cambios en el accionariado se producen en el inicio de una nueva etapa para ISL, que ha decidido mover su sede a Miami. El cambio responde a la necesidad de instalarse en una de las ciudades que mayor protagonismo está adquiriendo en la industria del deporte, pero también por sus mejores conexiones con Europa. El traslado ha supuesto mover a un equipo que en oficinas ya ronda las cuarenta personas, a las que hay que sumar los más de sesenta entrenadores que están repartidos entre las academias.

Esta continúa siendo la principal fuente de ingresos de la compañía, cuya facturación supera los diez millones de euros. En 2013 organizaron su primer campus de soccer en Charlotte y lograron que más de 1.000 niños se inscribieran, pese a que aún no se había desatado la fiebre por este deporte que ha hecho que la MLS se consolide y que el país se adjudique el Mundial de 2026.

Desde entonces se han convertido en un socio estratégico del Barça en este mercado, pues gestionan siete de sus academias en el país y por sus programas pasan cada año más de 10.000 alumnos. Además de Charlotte y Austin, ISL también se encarga de las escuelas blaugranas en Northern Virginia, San Diego, Chicago, Columbus, en EEUU, y la de San José, en Costa Rica.

La empresa quiere diversificar y, además de gestionar academias, entrará en la explotación de derechos de imagen

Isern explica que con la entrada de Epstein disponen de mayor músculo y contactos para expandir su negocio de escuelas en el mercado norteamericano. Pero, además, también confían en que sea el punto de partida para acelerar el crecimiento de su división de gestión de derechos de imagen.

ISL ya ha realizado proyectos en este ámbito con deportistas como los hermanos Giovanni y Jonathan Dos Santos, ambos jugadores destacados de la MLS. De ahí la importancia de haberse trasladado a Miami, donde las oportunidades de negocio son mucho más importantes.

Por otro lado, la compañía ha puesto en marcha ISL Foundation, con el objetivo de reforzar su marca y cubrir necesidades que habían ido detectando con la gestión de las escuelas. Por esta vía canalizaron el primer campus del Barça para niños discapacitados, y su objetivo es conceder becas para que la cuestión económica no sea una barrera.