Cuatro estados de EEUU avalan los 'fantasy league'

Los fantasy league inician el camino hacia su legalidad. En las últimas semanas, cinco estados de Estados Unidos han avalado que los juegos de fantasía puedan avanzar a tener una regulación propia. Esto sucede después de que las dos compañías más importantes del sector, FanDuel y DraftKings, estén involucradas en más de 80 procesos legales.

Estas tecnológicas han aprovechado la prohibición de las apuestas a través de Internet en el país. Aun así, las ligas fantásticas están consideradas juegos de azar en el país, en la que el usuario puede ganar dinero con la creación de un equipo propio cuya puntuación varía en función de las estadísticas reales de los jugadores durante una jornada o temporada.

Dentro de este vacio legal se postulan los estados que quiere regular la actividad de las fantasy leagues y los que todavía no se han manifestado sobre la si deben seguir aplicando la actual ley de apuestas online. El último órgano administrativo en dar apoyo a estas ligas ha sido el Senado de Virginia, que ha aprobado una ley para aclarar su situación jurídica e implementar la normativa de protección de los consumidores.

También se suman los estados de California, Indiana y Florida, donde diversos entes de la Administración aprobaron por mayoría su propia ley en las últimas semanas. Según FanDuel, los diferentes comités de Alabama, Nebraska, Oklahoma y Virginia Occidental se pronunciarán sobre este asunto en las próximos días. Además, estas acciones legales se producen en un momento en que ambas compañías están en proceso de internacionalización con las primeras operaciones en Londres.

También cabe recordar que en todo este proceso están los intereses de la NBA, NHL y MLB, que han invertido en estas compañías sin saber el futuro de la legislación. Por este motivo, puede que las apuestas de las patronales de las principales ligas estadounidenses hayan sido un fracaso o, por el contrario, aumenten la presión sobre la ley para legalizar esta modalidad de juego online, que prevé facturar 31.000 millones de dólares en cuotas de inscripción en 2020.