Fitness

Body Factory encara la recuperación y prevé 24 millones de euros de facturación para 2022

La cadena de gimnasios estima que los ingresos se mantendrán un 20% por debajo de niveles pre-Covid y anticipa cerrar el ejercicio con un resultado bruto de explotación positivo. Además, no descarta realizar nuevas aperturas.

Body Factory encara la recuperación y prevé 24 millones de euros de facturación para 2022
Body Factory encara la recuperación y prevé 24 millones de euros de facturación para 2022
Actualmente, la cadena cuenta con un 90% de los recibos que tenía antes de la pandemia, pero sólo el 85% de los usuarios de antes del Covid-19, ya que ha perdido abonos familiares y está captando más de individuales.

Miquel López-Egea

25 oct 2022 - 05:00

Body Factory deja atrás el Covid-19. La cadena de gimnasios propiedad del empresario Ángel Luis García Balcones prevé cerrar 2022 con una facturación de alrededor 24 millones de euros, lo que supondrá un 20% más que en 2021, pero un 20% menos que en 2019. En diciembre de este año, la enseña prevé que la facturación mensual de la cadena se encuentre tan sólo un 10% menos que el mismo mes de 2019, según ha explicado García Balcones a Palco23.

 

Con este resultado, la cadena madrileña fundada en 1991 prevé cerrar con un resultado bruto de explotación (ebitda) positivo, pero espera repetir pérdidas y registrar “un cash-flow negativo, ya que vivimos de lo que nos queda de los créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO)”, señala el directivo.

 

Pese a este contexto, la cadena espera que la caja se estabilice en enero con una subida de tarifas equivalente a la subida del Índice de Precios al Consumo (IPC). “Salimos de una trampa y caemos en otra, sabemos lo que debemos hacer, pero nos vemos afectados por factores externos”, lamenta el directivo.

 

 

 

 

Actualmente, el ticket medio de un centro concesional se sitúa en 38 euros y se incrementará alrededor de 3,5 euros en enero. Por otro lado, en los centros de gama media, que actualmente tienen un ticket medio de 33 euros, se incrementará dos euros. “Subimos precios en enero y lo volveremos a hacer, el operador que no lo haga se está pegando un tiro en el pie, sobre todo aquellos que disponen de piscina”, sentencia.

 

“Está habiendo afición en unas franjas de edad que no teníamos, entre los usuarios de menos de veinte años; creemos que entenderán la subida de tarifas y que se regulariza el coste de los suministros, otra cuestión que nos penaliza”, explica.

 

La edad media de los clientes de la cadena ha bajado diez años frente al periodo pre-Covid, por lo que su principal cliente es el menor de 25 años. A causa de este nuevo perfil, la cadena ha adaptado su servicio, ampliando las zonas de entrenamientos de fuerza.

 

 

 

 

En su centro de Algeciras (Cádiz) la cadena registró un gasto en suministros de casi 42.000 euros en septiembre, lo que representa que ha triplicado esta partida en el último año. Para hacer frente a dicho aumento, la cadena ha instalado placas fotovoltaicas en aquellos gimnasios que tenían espacio.

 

Body Factory cuenta actualmente con 17 gimnasios y 350 empleados en España, tras haber realizado una apertura durante el ejercicio 2021. La cadena no cuenta con un plan determinado de expansión, pero no descarta abrir nuevos centros “si nos hablan de un buen local o algún operador quiere vender algún centro”. Pese a esto, la cadena descarta abrir centros con instalaciones de agua.   

 

 

 

El directivo sostiene que la recuperación total pasa por volver a los datos de facturación de 2019, número de recibos, número de usuarios y el resultado de explotación. En este sentido, alcanzar los ingresos prepandemia pasa por la subida de tarifas, mientras que para recuperar recibos y usuarios se tiene que regular el recibo mensual familiar y el usuario individual.

 

Actualmente, la cadena cuenta con un 90% de los recibos que tenía antes de la pandemia, pero sólo el 85% de los usuarios de antes del Covid-19, ya que ha perdido abonos familiares y está captando más de individuales. Para recuperar el resultado de explotación, la cadena tiene que estabilizar los consumos eléctricos.