La Liga hace oficial la reelección de Tebas como presidente

Ya es oficial. Javier Tebas seguirá presidiendo La Liga durante los próximos cuatro años, después de obtener el aval de 37 clubes y de que el expresidente de la SD Eibar Alex Aranzábal no lograra reunir los suficientes apoyos para disputarle el cargo. El nombramiento se ha acelerado debido a la ausencia de candidaturas alternativas, ya que ahora no será necesaria la celebración de una asamblea extraordinaria.

La comisión electoral ha anunciado también el cese de sus funciones, una vez que han ordenado "notificar el acuerdo adoptado al Sr. Tebas Medrano, así como a la totalidad de los afiliados de la Liga Nacional de Fútbol Profesional". De esta manera, el dirigente ya podrá aparecer sin problemas en la gala anual de la patronal, prevista para el 24 de octubre en Valencia.

Los retos más inmediatos de La Liga son seguir potenciando su crecimiento internacional y mejorar la experiencia de los aficionados que acuden a los partidos en directo. Se trata de proyectos que hasta ahora no se habían podido poner en marcha, ya que la prioridad en el último mandato ha sido el saneamiento del fútbol español a través del control económico y la centralización de los derechos audiovisuales para aumentar los ingresos y establecer un reparto más equitativo.

Los contratos actualmente en vigor aseguran unos 1.600 millones de euros brutos, que Tebas confía en incrementar por encima de los 2.250  millones de euros en la temporada 2020-2021 y hasta los 3.000 millones en 2021-2022. En su programa, el reelegido presidente aseguraba que su intención es “trabajar junto a los operadores para aumentar el número de suscriptores de pago a nuestro contenido. Las nuevas plataformas y las nuevas tecnologías al alcance del usuario serán clave en esta tarea”.

Otro de los caballos de batalla será la asistencia, que ha alcanzado cifras récord en los últimos dos años y que esta temporada podría volver a superarse, especialmente después de que prácticamente todos los clubes hayan empezado con más abonados que el curso anterior. Precisamente Aranzábal había querido hacer de esta cuestión una de las armas para atacar la gestión de Tebas, pese a que la política de precios depende de los equipos y las normas de seguridad vienen muchas veces impuestas por la Administración.