Entorno

Anna Pruna (Indescat): “Las pymes necesitan ayudas sí o sí para seguir adelante”

La presidenta del clúster catalán del deporte recuerda que el 80% del sector está formado por pequeñas y medianas empresas y alerta de que, ante el Covid-19, no tienen dónde sustentarse.

Miquel López-Egea

17 dic 2020 - 04:49

Anna Pruna (Indescat): “Las pymes necesitan ayudas sí o sí para seguir adelante”

 

 

Anna Pruna preside la asociación catalana Indescat, un clúster que reúne a empresas del ámbito del deporte, administraciones locales, universidades y centros tecnológicos y que ha sido una de las entidades mas combativas en la reclamación de ayudas públicas al sector para hacer frente a la pandemia. A su juicio, las pequeñas y medianas empresas (pymes), que representan el 80% del sector, han tenido una mentalidad “de ir poco a poco”. Sin embargo, advierte, “cuando tienes una estructura de capital débil, cuando hay una situación de desequilibrio grande como la que se está produciendo obviamente no tienes donde sustentarte”. Ahora, defiende, “necesitan ayudas sí o sí para seguir adelante, ya no digamos para crecer”.

 

Pregunta: ¿Cómo ha afectado el Covid-19 al negocio del deporte en Cataluña y España?

Respuesta: Ha sido un golpe fuerte. El sector siempre está preparado para afrontar grandes retos y esto lo hemos demostrado a lo largo de toda la historia, tanto en competición como en el ámbito empresarial. Ahora bien, este precedente no había ocurrido nunca y ha salido a la luz la poca prioridad o el poco valor que realmente se está dando a una industria deportiva, que aporta un alto valor tanto a nivel económico como de creación empleo dentro de la sociedad. Al no tener el sector las ayudas que necesita para afrontar el golpe duro que ha recibido, estamos hablando de una pérdida de facturación de más de 270 millones de euros. La garantía de sostenibilidad del sector, en el sentido de transformar y crecer, está en peligro. Hay empresas que no podrán subsistir: para muchas hay cero ingresos. En el ámbito de organización de eventos, por ejemplo, no nos acordamos. Para las instalaciones que cierran ha sido un golpe muy duro, pero hay proveedores de servicios que llevan todo el año sin competiciones y sin eventos. Más de 1.200 eventosse cancelaron o se han tenido que hacer a puerta cerrada.

 

P.: ¿Ha habido un aumento de la práctica deportiva y de la percepción de la importancia del deporte o ha sido sólo un efecto pasajero?

R.: La tendencia en la práctica deportiva ya antes del confinamiento estaba al alza. Tal vez lo que ha cambiado es el cómo y el dónde de esta práctica. Los sistemas por fuerza se han transformado en virtuales, otros han sido híbridos (en casa y en un lugar outdoor). El hábito saludable se ha mantenido. Tenemos una cultura deportiva de hábito saludable, muy integrada en la cultura.

 

P.: Pero los ratios de práctica deportiva, en comparación con otros países, no son óptimos.

R.: Es verdad que estamos un poco por debajo de la media europea. Igual esto ayuda a incorporar a más gente a la práctica. Necesitamos apoyar y promocionar el deporte y apoyar a la industria para que haga de proveedor. Sin fabricante no hay practicante, y tampoco al revés. Es importante que el ecosistema se preserve, se ayude y se impulse y no se deje en la estacada.

 

 

P.: Puertas para adentro del propio sector, ¿qué debilidades han aflorado a raíz de la pandemia en el sector del deporte?

R.: Seguramente aquellos que estaban más preparados, como podía ser empresas que estaban en omnicanal, son las que han resistido más. La situación ha aflorado una falta de transformación digital y ahora se está produciendo por necesidad para adaptar la propuesta de valor a las necesidades del cliente con una transformación acelerada. Pero hace falta una innovación constante.

 

P.: ¿Las empresas del sector están suficientemente capitalizadas?

R.: Venimos de una época, sobre todo en los últimos dos años, que han sido los más favorables a nivel deportivo, con un crecimiento importante de las empresas y con el nacimiento de numerosas start ups. El ecosistema deportivo estaba en auge: los centros tecnológicos estaban desarrollando proyectos, pero si no hay practicante, se cierra la actividad y la fábrica. El que tenía un endeudamiento importante no va a subsistir, pero es evidente que siempre necesitas líneas para ayudar a la industria. Aquí hay una falta de financiación absoluta para promover, no digo subvencionar, sino para financiar proyectos que ayuden a acelerar esta industria. Los recursos que hay en Europa son poco y la Generalitat tienen un presupuesto de 1,5 millones para 30 clústers. Nos quedamos cortos: siempre ha faltado esta apuesta estratégica para la industria del deporte y la pandemia ha agravado más la situación.

 

P.: En comparación con otros sectores, ¿la financiación privada en las empresas del sector del deporte es suficiente?

R.: Más del 80% de las empresas son pymes y su capacidad de capitalizarse o endeudarse va en proporción. La mayoría han tenido una mentalidad de ir poco a poco y crecer poco a poco. Cuando tienes una estructura de capital débil, cuando hay una situación de desequilibrio grande como la que se está produciendo obviamente no tienes donde sustentarte: necesitan ayudas sí o sí para seguir adelante, ya no digamos para crecer. Las grandes multinacionales en el ámbito deporte son muy pocas y están aguantando mucho mejor, y por capacidad de capitalización se han podido adaptar más rápido que otras. Somos pymes y esta es la gran debilidad: necesitamos un sostén importante. Somos los hermanos pobres y si no hay reconocimiento del valor de lo que aporta el sector deportivo a la sociedad en todos los niveles, no vamos a salir. Es una asignatura pendiente.

 

P.: ¿Se debería promover una mayor concentración en el sector?

R.: ¿Por qué no? Pero siempre preservando la identidad y la historia de las empresas. La diversidad es lo que hace especial este sector. Nos pasa también a la hora de mancomunar equipamientos deportivos: no hace falta en cada pueblo una piscina. Como mínimo hay que hacer alianzas estratégicas: es una fórmula buena en la que cada empresa conserva su historia y su propiedad, pero se crean sinergias para transformarse e innovar.

 

 

P.: ¿El deporte es interesante para los inversores?

R.: Lo es. Lo ha sido. Sobre todo en start ups. El deporte es un servicio esencial: lleva unos beneficios de salud y culturales y tiene sostenibilidad de futuro. Los inversores ven esto atractivo.

 

P.: ¿Cómo evalúa el papel de las administraciones públicas durante la crisis?

R.: Me gustaría hacer una valoración positiva, pero es muy difícil. La voluntad siempre ha existido, pero esta voluntad hay que transformarla en tiempo y en apoyo al sector. Ha costado mucho que el Gobierno entendiera cómo estaba trabajando el sector, qué aportaba, y que hubiera una mesa de diálogo... Hasta estas últimas semanas ha sido muy difícil conseguir volver a abrir y ha sido con muchas dificultades. Ha sido una materialización de poco reconocimiento del sector. A nivel de ayudas, sacaron una línea de subvención de 25 millones (es mejor que nada) para la parte de instalaciones, pero se quedaron fuera las empresas proveedoras de servicios, las empresas de eventos. El otro 70% de la industria se ha quedado tocando fondo. Ha habido meses y meses de ingresos cero y parece que no pase nada. Es inaudito. Además, no hay indicadores que demuestren lo contrario: qué estamos haciendo mal para cerrar esta actividad. Mientras en cultura se puede ir a ver una obra de teatro en un espacio cerrado, no se puede organizar ningún evento deportivo porque no puedes tener aforo en indoor. Y vamos viendo que muchas empresas van a cerrar. El primer semestre de 2021 va a ser igual.

 

P.: ¿Por qué se ha tratado injustamente al sector?

R.: Simplemente no hay dinero. No hay ayudas porque no hay dinero, pero no hay para el resto de sectores tampoco. No hay capacidad para endeudarse. Un gobierno debería atacar: estamos en la UCI y recibiendo el tratamiento de personas que están en planta. Hay poco dinero y de lo poco que hay somos los últimos porque no se reconoce el valor ni el papel del deporte y el sector de la industria del deporte en la sociedad. Por primera vez están ayudando a empresas deportivas, a base de diálogo. Pero esto es para apagar un minifuego: necesitamos ayudas y políticas deportivas que transformen y ayuden a crecer al sector deportivo, no hay una apuesta política.

 

P.: Dígame un deseo para 2021.

R.: Que podamos practicar deporte de una manera libre y recuperar la confianza y la buena salud que teníamos antes de la pandemia para que esto augure un crecimiento y una transformación del sector para enfocarnos con una buena propuesta de valor fortalecer y reforzar. El próximo año será un ejercicio de transición y preparación para que en 2022 podamos despegar. Espero que sea un año de equilibrio después de un año recesivo y que pueda ser después un año exponencial. Un concepto que trabajamos en Indescat es el concepto de valor compartido. Es un instrumento para reforzar a las empresas de cara al futuro: el cliente final busca impacto social, medioambiental, busca algo más que un producto o un servicio. Lo importante es que tenemos potencial y mercado: el sector tiene un futuro que no nos lo vamos a terminar. Va a haber una revolución.