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Especial 2021: Un año para volver

Asobal sigue los pasos de la ACB y se apunta al carro de las ayudas del CSD

Los clubes de balonmano también pidieron un rescate a la administración, que al final apoyó a los clubes con una inyección de 1,44 millones de euros para compensar el tiempo que estuvieron sin actividad.                   

Asobal sigue los pasos de la ACB y se apunta al carro de las ayudas del CSD
Asobal sigue los pasos de la ACB y se apunta al carro de las ayudas del CSD
La Asociación de Clubes Españoles de Balonmano cerró la temporada 2020-2021 con ingresos de alrededor de 1,5 millones y en números rojos

M.L.E.

29 dic 2021 - 05:00

Especial 2021: un año para volver

 

Asobal no se quiere quedar atrás. Tal y como hizo con el baloncesto, el Consejo Superior de Deportes (CSD) también optó por acudir a la llamada de auxilio de Asobal y anunció una partida de dos millones de euros en ayudas para los clubes. Por lo que los clubes de la competición, al igual que los de la ACB, que también recibieron un paquete de ayudas de ocho millones de euros, respiraron aliviados, aunque los números rojos en 2020-2021 fueron difíciles de evitar tras las restricciones decretadas por el coronavirus durante todo el año.

 

En este contexto, el Consejo Superior de Deportes (CSD) destinó 1,04 millones de euros a los clubes de Asobal para compensar la reducción de ingresos por taquilla originado por la falta de asistencia de público a los partidos de las competiciones, a causa de las prohibiciones acordadas por los efectos de la pandemia y por la terminación anticipada de la competición.

 

Asimismo, la administración destinó 374.240 euros por los gastos generados por la necesidad de aplicar medidas sanitarias con carácter excepcional derivadas del Covid-19. Asobal, como entidad colaboradora, recibió 10.000 euros. En total, el CSD inyectó 1,43 millones de euros.

 

La aportación del CSD fue inferior a los dos millones propuestos en un principio, de los que se preveía destinar 1,6 millones de euros por las restricciones de aforo y 390.000 euros por los gastos generados en los protocolos sanitarios.  

 

 

Ademar León, por su parte, recibió 196.631 euros; Scdr Anaitasuna, 121.710 euros, y Atlético Valladolid, 113.225 euros. Por su parte, CD Bidasoa recibió una inyección de 102.252 euros y FC Barcelona, de 102.844 euros. BM Granollers, por su parte, obtuvo 81.849 euros.

 

En este contexto, BM Logroño, club que se mantiene al margen de Asobal, no recibió ayudas tras no haber cumplimentado la documentación correspondiente. En enero, los clubes habían estimado que el rescate necesario para contener el golpe de la pandemia era de tres millones de euros, ya que, de media, dejaron de ingresar entre 120.000 euros y 150.000 euros por club a causa del golpe en los abonos, entradas, merchandising y patrocinios locales. Las ayudas provienen del 1% de los derechos audiovisuales generados por el fútbol en base a los Pactos de Viana de abril de 2020.

 

El pasado 8 de junio, el presidente del CSD, José Manuel Franco, anunció que el Gobierno aprobaría tres líneas de subvenciones por valor de más de trece millones de euros para clubes deportivos de la ACB, Asobal y otros deportes que hayan visto mermados sus ingresos por la ausencia de público en sus pabellones.

 

En enero de este año, la Liga Asobal, la Asociación de Jugadores de Balonmano (Ajbm) y la Asociación de Entrenadores de Balonmano (Aebm) exigieron un rescate “extraordinario y urgente”, tanto al CSD como la Real Federación Española de Balonmano (Rfebm) para paliar “las graves consecuencias económicas de la pandemia” en los clubes de balonmano y “salvaguardar sus puestos de trabajo, así como la existencia de sus clubes”. Algunos clubes pudieron tener un aforo limitado en sus pabellones, aunque no sirvió para contener el golpe en las cuentas de las entidades.

 

De hecho, Asobal manifestó que la progresiva prohibición de la asistencia de público, desde el primer partido en algunas zonas, hasta llegar a la ausencia total de espectadores en casi todos los pabellones desde mediados de octubre de 2020, había supuesto un escenario imprevisto y económicamente inviable.

 

Sin embargo, cuando los gobiernos regionales empezaron a rebajar las restricciones por el Covid-19, algunos clubes pudieron tener un aforo limitado en sus pabellones, aunque no sirvió para contener el golpe en las cuentas de las entidades. El impacto de las restricciones fue distinto en las diferentes regiones de España, ya que eran los gobiernos regionales los encargados de establecer los aforos en las instalaciones deportivas.

 

Asimismo, Asobal recordó que, en caso de no atender esta petición, los clubes no disponían de la estructura financiera suficiente para finalizar la temporada y mucho menos para garantizar su viabilidad, y que ni en el peor de los escenarios se podía prever una ausencia “casi total” del público.

 

 

Sin embargo, igual que ocurrió con el baloncesto, los clubes confían en volver a la senda del crecimiento y para la temporada 2021-2022 presentaron presupuestos más ambiciosos, confiando en un retorno de la afición en los pabellones. Ademar León, por ejemplo, incrementó su presupuesto para la temporada 2021-2022, hasta 1,2 millones de euros, lo que supuso un 11% más que el curso pasado. El club, que evitó los números rojos de 2020-2021, prevé poder aumentar los ingresos en socios y taquilla este curso, que estima que cerrará en números negros.

 

Por otro lado, el BM Granollers tiene un presupuesto marcado de 1,7 millones de euros para la temporada 2021-2022 si puede recuperar todos los eventos que organiza. La entidad estima que el presupuesto para el curso, sin contar los ingresos derivados de la Granollers Cup, se sitúe en 1,3 millones de euros, como el año pasado, aunque no lo pudo cumplir. El presupuesto para el primer equipo se situará en 950.000 euros, un 5,6% más que la temporada anterior. Para la temporada 2020-2021, el club anticipó unas pérdidas de entre 100.000 euros y 150.000 euros, pero al final se situarán en 91.000 euros. En el curso anterior, las pérdidas fueron de 90.000 euros.

 

En la parte media de la tabla, Recoletas Valladolid presupuestó ingresos de 522.000 euros para la temporada 2021-2022, aunque un 10% de este irá destinado a cubrir las pérdidas acumuladas de 132.000 euros en las dos últimas temporadas a causa del Covid-19. La entidad terminó la temporada 2020-2021 con unos ingresos de 435.000 euros y unos números rojos de 51.000 euros, y para este curso espera poder volver a beneficios.

 

Asobal esquiva números rojos

La Asociación de Clubes Españoles de Balonmano cerró la temporada 2020-2021 con ingresos de alrededor de 1,5 millones y en números rojos. Para la presente temporada, la asociación ha aumentado su presupuesto entre un 8% y un 10%.

 

La patronal ha desarrollado un plan para aumentar sus recursos e incrementó su presupuesto. Para elevar sus ingresos, ha realizado un plan de márketing y desarrollo con Mediapro con el objetivo de ganar más visibilidad, ser más participativa con su entorno y generar activos.

 

Por otro lado, en 2020 los activos de Asobal crecieron con la llegada de Quirón, Acierto.com, IMG o la renovación de Sacyr como naming sponsor de la competición.

Asimismo, todos los clubes pertenecientes a Asobal cerraron la temporada con los compromisos de pago de todos los jugadores cubiertos: pese a que tuvieron pérdidas, asumieron préstamos y créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO).

 

Servando revuelta, presidente

En el último año, además, Servando Revuelta asumió la presidencia de Asobal en abril. La asamblea general extraordinaria de Asobal eligió al ejecutivo como nuevo presidente de la entidad tras ocupar la presidencia de la junta gestora desde septiembre de 2020.

 

Asimismo, la asamblea decidió la composición de la comisión delegada de Asobalque, formada por Gurutz Aginagalde Akizu (Bidasoa Irun), Mario Arranz Pastor (Recoletas Atlético Valladolid), David Barrufet i Bofill (FC Barcelona), Cayetano Franco Juan (abanca Ademar León) y Josep Pujadas i Maspons (Fraikin BM Granollers).

 

 

En 2020, la disolución de la Asobal estuvo sobre la mesa, después de la decisión de varios clubes de abandonar la máxima competición del balonmano español. Este cisma terminó provocando, en agosto de 2020, la dimisión del presidente de la Asobal, Adolfo Aragonés. 

 

La amenaza de disolución planeaba desde de la celebración de la asamblea general ordinaria en la cual los clubes fueron notificados de la decisión del comité de competición de aplazar las dos primeras jornadas por la ausencia de un protocolo sanitario en la que dimitieron cinco miembros de la comisión delegada.

 

Otra guerra con la Rfebm

Por otro lado, en 2021 ha seguido el enfrentamiento entre la Asobal y la Real Federación Española de Balonmano (Rfebm), una lucha que se alarga desde que se fundó la asociación.

 

A principios de septiembre, Asobal denunció que la Rfebm había “incumplido de manera flagrante y voluntaria” el convenio de delegación de competencias al firmar un acuerdo con Teledeporte para la retransmisión de los partidos correspondientes a la Supercopa de España, por lo que pidió una mediación al CSD con el objetivo de resolver la disputa.

 

De hecho, la misma Asobal reconoció en septiembre que las relaciones estaban en un momento complicado porque “el convenio es el que tenemos que desarrollar, pero no se ha cumplido; no queremos confrontaciones, pero tenemos que defender nuestros derechos”. En cambio, la Rfebm aseguró públicamente que rechazaba “tajantemente que se haya producido, por su parte, incumplimiento alguno del convenio de delegación de competencias suscrito con Asobal”. P