Fitness

Delfos invierte 250.000 euros en su club para mantener viva la “llama olímpica” de Barcelona’92

El club ubicado en Cornellà de Llobregat ha invertido en adaptarse a las nuevas tendencias del sector del fitness y ha seguido abierto a colaborar con el tejido deportivo de la ciudad.

P. López

3 abr 2020 - 04:57

Club Delfos opera con un presupuesto de 1,5 millones de euros al año

 

 

Han pasado 38 años desde que Club Delfos abrió las puertas de un gimnasio de barrio, que acabó convirtiéndose en un centro de 10.000 metros cuadrados y un punto neurálgico deportivo en Cornellà de Llobregat, un municipio situado al sur de Barcelona. Considerado uno de las instalaciones no municipales más longevas de la zona, en los últimos años ha intentado encontrar el punto de equilibrio entre su servicio tradicional y la adaptación a las nuevas tendencias del fitness, lo que ha llevado a invertir 250.000 euros para mejorar el club.

 

“Hemos remodelado el área de musculación y habilitado una zona de entrenamiento funcional en el interior; las tendencias te obligan a llevar a cabo cambios continuamente, pero hay otra constante, que es nuestra integración en la sociedad y en ayudar al deporte local federado”, explica a Palco23 el propietario y director del club, Matías Polo.

 

El empresario abrió un club de 300 metros cuadrados hace más de treinta años, y la buena acogida provocó la mudanza en 1992 a un solar donde se levantó el complejo actual, con gimnasio, piscina, salas para actividades dirigidas, pista de baloncesto y dos boutiques de pilates y Crossfit. El área social, las nueve pistas de pádel (una de ellas individual) y el centro de fisioterapia generan ingresos atípicos al complejo, que maneja un presupuesto anual de 1,5 millones de euros y opera con cuotas del segmento medio.

 

 

 

 

Cerramos 2019 creciendo un 11%, con dinámica positiva, pero yendo al día y cubriendo las mejoras con el cash flow que generamos; mi referencia es ir mes a mes y gastar no más de lo que ingresamos”, apunta Polo, cuyo negocio da trabajo a 45 personas. Más que adaptarse a las nuevas tendencias, como el Crossfit y el entrenamiento personal, el directivo afirma que el mayor hito del complejo fue pasar de tener una clientela local a atraer abonados de la comarca del Baix Llobregat.

 

“Tenemos una ubicación muy buena para dar servicio al sur de Barcelona; estamos junto al río Llobregat, en un espacio donde la gente hace mucho deporte, y tenemos una instalación con el 60% del espacio dedicado al deporte outdoor”, comenta. Haber levantado el complejo en 1992 ayudó a que club Delfos se beneficiara de una inercia olímpica que supuso un boom en la práctica deportiva.

 

“Fue una inercia positiva en la práctica de ejercicio que se mantiene hoy día, cuando la sociedad ha entendido que la salud y el ocio son importantes”, afirma. Eso sí, el club también se vio afectado por el incremento de la competencia y la aparición de centros deportivos municipales gestionados en régimen de concesión administrativa. “Nos supuso competir con operadores que tenían la ventaja de ir de la mano de la Administración”, admite.

 

De esa situación también derivó la reflexión sobre qué papel diferenciador podía jugar Delfos en un municipio, Cornellà, con un amplio parque de instalaciones deportivas municipales y privadas. “Nuestra filosofía es apoyarnos en tres pilares: el deporte, la salud y la gestión del tiempo libre; el punto diferencial es la cercanía al abonado y ofrecerle algo más que deporte, como conciertos en el club”, apunta.

 

El gran reto que afronta ahora es el impacto del Covid-19 en el negocio. “Es algo que afectará a todos los sectores, pero los centros privados vivimos al día y cerrar durante un mes puede ser decisivo en nuestra rentabilidad”, lamenta.