Equipamiento

Los propietarios del Marbella Football Center buscan expandirse en Madrid y Barcelona

Enrique Pérez y Andrés Roldán, dueños de Football Impact, la empresa que gestiona el centro, han iniciado estudios en ambas ciudades para expandir su negocio. También lo hará en la Costa del Sol y la costa mediterránea, con el objetivo de reforzar su presencia.

Álvaro Carretero

14 jun 2019 - 04:58

Enrique Pérez y Andrés Roldán, dueños de Football Impact, la empresa que gestiona el centro, han iniciado estudios en ambas ciudades para expandir su negocio, así como en la Costa del Sol y la costa mediterránea para reforzar su presencia.

 

 

El Liverpool FC, vigente campeón de la Champions League, volvió a escoger el Marbella Football Center para desconectar y preparar el partido clave de la temporada. Ahora Football Impact, la empresa propietaria de este centro, busca expandir su negocio a nivel nacional tras consolidarse como referencia entre los clubes extranjeros de primer nivel. La estrategia es reforzar su presencia en la Costa del Sol y el Mediterráneo y abrir mercado en Madrid y Barcelona, donde apenas existe oferta de grandes complejos futbolísticos.

 

“Estamos realizando estudios para evaluar las necesidades de cada localización y dónde podrían estar los terrenos, entre otras cuestiones”, explica a Palco23 Andrés Roldán, uno de los fundadores de la compañía junto a Enrique Pérez. Aún se desconoce el volumen de la inversión que podría implicar esta ofensiva, a la espera de concluir el proceso de análisis.

 

Actualmente, Football Impact gestiona un total de cinco complejos, que se reparten entre la Costa del Sol y el litoral mediterráneo, y cuenta con más de un centenar de empleados en temporada alta. El marbellí es la joya de la corona de la empresa, especializado en ofrecer servicios de entrenamiento y resort a clubes como el Borussia Dortmund, el Schalke 04 o el Feyenoord Rotterdam, entre otros.

 

 

 

 

La expansión en el litoral mediterráneo se realizará “pensando en la conexión con el Villaitana Football Resort, para que cada uno cubra un target distinto”, sostiene el directivo. Respecto a la Costa del Sol, el objetivo es “dar servicio a la ingente cantidad de demanda que recibimos anualmente” señala. Entre otros proyectos, se prevé construir tres nuevos campos de fútbol, con los que alcanzarían los 27 en esta zona.

 

Pero Madrid y Barcelona son dos casos distintos. Ambas ciudades son los principales motores de la economía española y las referencias dentro del turismo deportivo. Sin embargo, es un modelo que ha pivotado en torno a las competiciones de élite, como la reciente final de la Uefa Champions League y la capacidad tractora de sus clubes profesionales de LaLiga.

 

En ambas ciudades, la compañía marbellí quiere dirigirse a otro tipo de perfil que no llega a España huyendo del frío invernal para preparar pretemporadas, sino que “busca estancias largas, llevar a sus equipos de categorías inferiores u organizar campus con academias”, afirma.

 

 

 

 

De esta forma, además, se cumpliría con otro de los puntos clave de la estrategia de expansión, que reside en la conexión aeroportuaria, especialmente con Latinoamérica y Estados Unidos, donde el fútbol ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años.

 

Aparte de los grandes clubes europeos, Football Impact ha llevado al Marbella Football Center a selecciones como la argentina o la mexicana, y actualmente acoge a la del Congo, que está preparando la Copa África y que previamente “nos habían solicitado entrenar en la capital española por la facilidad del desplazamiento”, indica Roldán.

 

El directivo aprecia un nicho de mercado aún sin explotar debido a “una carencia de oferta, pero no de demanda y por la ausencia de campos de fútbol de césped natural, especialmente en Madrid”, donde este tipo de instalaciones están controladas por las instituciones municipales o los clubes de fútbol.

 

 

 

 

Por un lado, los campos públicos no están habilitados para acoger este tipo de demanda. Por el otro, las principales infraestructuras futbolísticas que sí pueden ofrecer este tipo de servicios pertenecen a entidades privadas como el Real Madrid, el Atlético de Madrid, el Getafe CF o el Leganés CD, entre otros. Son los clubes los que delimitan la oferta, sujeta a sus propias necesidades y dirigida a un sector premium del fútbol.

 

Por ahora, el objetivo pasa por el despliegue en el territorio español para dar respuesta a otro tipo de demanda, aunque sin perder de vista el crecimiento de la competencia en otros países. Portugal se ha convertido en un rival para los resorts españoles, mientras que Turquía ha acelerado se ha posicionado como destino de referencia por el abaratamiento de los costes. Y todo ello sin mirar al otro lado del Atlántico y al Golfo Pérsico, que han empujado a entidades como Football Impact a subir una marcha para seguir al frente del sector.