Entorno

Formación y regulación, los retos del España en el sector del deporte

Los colegiados, licenciados y graduados en Educación Física temen que la próxima ley que ordena las profesiones deportivas equipare el título de formación profesional con el universitario.

Patricia López

4 oct 2017 - 04:59

Formación y regulación, los retos del España en el sector del deporte

 

El sector español del deporte afronta una etapa de cambios en materia de formación académica y de regulación, que tiene en vilo a los profesionales de esta industria. Después de que el Gobierno aprobara por Real Decreto un nuevo título de formación profesional para formar a técnicos superiores de acondicionamiento físico, los colegios de titulados (Colef) y la comunidad universitaria (Ccafyde) salieron al paso para alertar de los problemas de competencia que genera la nueva titulación. El Ministerio de Educación recibió la petición de 28 rectores de universidades les pidieron no seguir adelante y, ante la amenaza de que estos colectivos recurrieran a la vía legal como última alternativa, han recogido el guante y abierto una nueva vía de diálogo. ¿El objetivo? Llevar al consejo de universidades la formalización del plan de estudios que recoge las competencias de la carrera de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (Ccafyde).

 

Si bien esta postura del ejecutivo central calma las aguas, no resuelve el problema de fondo que denuncian estos colectivos. “Este ciclo superior aporta unas competencias sobredimensionadas”, denuncia a este diario Vicente Gambau, presidente del consejo Colef, que considera que las capacidades que enseñan se solapan con las que ofrece el título universitario.

 

El presidente de la confederación de decanos de Ccafyde, José Manuel García, apunta que la nueva titulación, que permitiría a los técnicos trabajar en un gimnasio sin la supervisión de un profesional con título universitario, provocaría un problema de empleabilidad. “Generalmente un 60% de los graduados entra en el sector en un plazo de dos años tras acabar la carrera. Con el nuevo título el número de técnicos universitarios que accederán se reducirá”, pronostica.

 

 

 

Con todo, desde la conferencia de decanos han rebajado las críticas y se han mostrado muy satisfechos con la voluntad del Ministerio de Educación de llevar al consejo de universidades la formalización del plan de estudios que recoge las competencias de la carrera. “Sería un logro que por primera vez las competencias de nuestro grado estuvieran en el BOE”, apunta García.

 

Pero, ¿por qué el gobierno aprobó en julio la nueva titulación? El motivo es que ofrece un contenido muy específico orientado a ser técnico de fitness.  “La carrera no lo incluye, sino que pide especialización posterior, una formación que por otro lado siempre va a ser necesaria”, analiza Toni Brocal secretario de la federación de empresarios de instalaciones deportivas y presidente de la Adecaf, la patronal catalana. El representante asegura que “los empresarios no son muy conscientes de la nueva titulación y de lo que puede significar” y supone que “en algún momento los grados de Ciencias de la Actividad Física podrían modificar su programa para que esté más ajustado a la realidad que piden los gestores de instalaciones”.

 

Es algo que ya comentó Jose Antonio Sevilla, consejero delegado de AltaFit, en el marco del segundo observatorio del fitness organizado por Palco23. “La evolución de los planes de estudios no va alineada con la evolución del sector”, comentó Sevilla, sobre una realidad que los gestores identificaron como una preocupación.

 

 

Por su parte, ni el colegio de profesionales ni la confederación de decanos se han mostrado en contra de la nueva titulación, sino de aquellas competencias que aportan y que se solapan con el grado universitario. “La formación profesional es necesaria en su justo nivel operativo, siempre que el técnico ejerza como personal de apoyo a los profesionales universitarios. Es una titulación dirigida al sector del fitness y es bueno que exista, pero les dan unas competencias que sobrepasan su nivel”, comenta Gambau.

 

Para el Colef, el mayor problema es que la ley de ordenación de las profesiones deportivas equipare la formación profesional con la universitaria. “Si el decreto sale adelante, la ley de ordenación, que establece qué trabajo puede hacer cada técnico, podría poner al mismo nivel las competencias de un entrenador con FP y otro universitario. Esa es nuestra preocupación”, manifiesta el presidente del colegio.

 

Y todo ello, en un momento en que el Congreso de los Diputados ha instado al Gobierno a aprobar una Ley estatal que regule las profesiones deportivas con el fin de delimitar la actuación de cada técnico en función de su grado de formación. Es algo que ya comentó José Ramón Lete, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), en una entrevista con este diario, al afirmar que “al ligar la actividad física a la salud como lo está, los profesionales deben estar regulados, especialmente si queremos que empiecen a prescribir planes”.

 

Todo ello podría confluir en una nueva Ley del Deporte actualizada, en la que CSD ya está trabajando y que supone uno de los desafíos no sólo de Lete, sino de la presidencia del Gobierno, con Mariano Rajoy a la cabeza.