Ejecutivos de BBC y el canal ITV, en la fase final para presidir la Premier League

Deporte y entretenimiento cada vez van más de la mano, y la Premier League ha ido a buscar en el sector de los medios a su próximo primer ejecutivo. La comisión encargada de dar con un sustituto para Richard Scudamore ya ha realizado una selección de los tres profesionales que optan a este cargo. Y dos de los nombres ya han trascendido: Tim Davie, director general de BBC Studios, y Tom Betts, director de estrategia de una de las principales cadenas privadas del país. Se desconoce quién es el tercer aspirante.

La selección definitiva se prevé para mediados de noviembre, y de ello dependerá en buena parte la recomendación del comité de selección formado por cinco personales y que encabeza Bruce Buck, presidente del Chelsea FC, según Sky News. Una vez se elija a un primer ejecutivo, se buscará la figura del presidente institucional, para crear una bicefalia que hasta ahora se concentraba en la figura de Scudamore.

Los perfiles escogidos evidencian la importancia que el fútbol británico da a la comercialización de sus derechos audiovisuales y comerciales, después de que en el próximo ciclo solo se haya conseguido aumentar el valor de los mismos poniendo en el mercado más contenidos.

En una primera fase, la competición pinchó y su ambición de cobrar más se topó con la obligación de adjudicar sus dos principales lotes por 4.464 millones de libras (5.032 millones de euros), frente a los 5.126 millones de libras (5.787 millones de euros) del ciclo anterior. Sin embargo, se ha logrado que el dinero a repartir entre los clubes sea mayor gracias a un nuevo paquete adquirido por British Telecom y a la irrupción de Amazon con la compra de un lote destinado a las emisiones online.

Han sido los últimos grandes contratos negociados por Scudamore, que deja la presidencia de la competición veinte años después de asumir el cargo y tras alcanzar unos niveles récord de ingresos. También se marcha sentando las bases del nuevo escenario audiovisual, en el que convivirán las telecos con grandes grupos tecnológicos. Su sucesor deberá lidiar con el impacto económico que eso tenga.