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Los clubes de la ACB ‘contraatacan’ y reducen sus pérdidas a niveles de 2007

Los conjuntos de la Liga Endesa facturaron 113,4 millones de euros en la temporada 2016-2017 gracias al empuje de los traspasos y a una contención del gasto. También ayudaron el alza de los ingresos de Movistar+ y del ticketing, que alcanzaron máximos históricos.

Guillermo G. Recio

4 jun 2018 - 05:00

El gasto en salarios aumentó un 10,8%, hasta 113 millones, por lo que los ingresos sólo cubrieron el 88% de los costes de la pantilla

 

 

Los clubes de la ACB tienen intereses diferentes, como se ha demostrado en las últimas asambleas de la asociación. Sin embargo, el objetivo de reducir las pérdidas e intentar ser lo más sostenibles posibles es común. Así se demuestra en las cuentas de 2016-2017, cuando el conjunto de equipos de baloncesto logró rebajar los números rojos en un 3,1%, hasta 60,7 millones de euros.

 

Esta reducción del desfase presupuestario ha sido posible gracias al incremento de los ingresos extraordinarios, donde se engloban la venta de jugadores y algunas subvenciones generadas por las cesiones de uso de los pabellones deportivos. “Incluyendo el resultado extraordinario, las pérdidas de la competición se redujeron un 3,1%, continuando con la progresiva reducción de las pérdidas de la competición”, apunta el Consejo Superior de Deportes (CSD) en el balance de la situación del baloncesto español al que ha tenido acceso Palco23.

 

Los ingresos de los 17 conjuntos que participaron en la última edición de la Liga Endesa se elevaron un 11,1% y se situaron en 113,4 millones de euros, de los que 13,6 millones corresponden a extraordinarios. Los gastos se incrementaron un 5,6%, hasta 174 millones, incluidos los 1,37 millones de euros extraordinarios. De esta forma, si no fuera por subvenciones y traspasos, las pérdidas ordinarias aumentaron un 6%. Ello se debe a que la capacidad de generar recursos con su actividad no crece al mismo ritmo que los gastos.

 

Aunque estos datos sean agregados, la realidad es que no todos los clubes tienen la misma incidencia en esta situación. “Los 60 millones de euros de pérdidas totales de la competición se concentran en tres clubes que cuentan con el apoyo de otras secciones deportivas rentables o del accionista mayoritario”, como son Real Madrid (24 millones), FC Barcelona Lassa (25 millones) y Valencia Basket (8,5 millones). También hay casos no tan relevantes en cuanto al resultado neto, pero sí parecidos, como Unicaja y Kirolbet Baskonia. Es decir, todos los conjuntos que han participado en la Euroliga esta temporada.

 

 

 

 

Por este motivo, el CSD remarca que “el principal problema de la competición es que los equipos no reconducen la situación de pérdidas continuadas, situación que sólo es sostenible en parte de los clubes a través de la absorción de dichas pérdidas por los recursos generados por otras secciones del club, o porque el accionista mayoritario o un patrocinador asume dichas pérdidas”. Por este motivo, el organismo destaca que el pasado año sólo tres clubes fueron rentables, y siempre gracias a las aportaciones de la Administración en forma de subvención.

 

Pese a contar con una tendencia que, ordinariamente, no mejora, sí hay datos que evidencian que el negocio del baloncesto crece. La recaudación por taquilla y abonados aumentó un 26%, hasta 27,5 millones, situándose en su nivel más alto de la historia. Y aquí fueron importante las entradas y el pago de los socios en las competiciones europeas, ya que hubo hasta diez conjuntos que disputaron Euroliga, Eurocup o Fiba Basketball Champions League.

 

Algo similar ocurrió con los derechos de televisión, que alcanzaron los 9,9 millones de euros, un máximo histórico, con un alza del 50,4%. Este incremento se debe al alza de los pagos de Telefónica para que Movistar+ emitiera todos los partidos de la ACB en exclusiva, a diferencia de la temporada 2015-2016, cuando todavía compartía un partido en abierto con Teledeporte.

 

La línea de actividad que no mejoró es la de publicidad y merchandising, ya que se redujo un 1,1%, hasta 42,4 millones de euros. Esta cifra contrasta con la del sector deportivo, que en los últimos años crece alrededor de un 4,5% interanual en el mundo entero. También retrocedieron las subvenciones, que cayeron un 6,9%, hasta 20,1 millones, quedando lejos los 28,5 millones de la temporada 2011-2012.

 

 

 

 

Por otro lado, la mayor partida en el gasto de los clubes de la ACB fue la de personal. En la temporada 2016-2017, el gasto en salarios aumentó un 10,8%, hasta 113 millones, sólo un millón menos que en 2008-2009, cuando se alcanzó la máxima inversión para retribuir a jugadores y el resto de plantilla.

 

“Un ejercicio más, los ingresos ordinarios de la competición siguen sin cubrir el total de los gastos de personal, porque los 99,7 millones sólo cubren el 88% de este gasto”. Se trata de un porcentaje peor que el de la temporada pasada, cuando se cubrió el 91% de la plantilla. ¿El principal motivo? Los tres clubes que participaron el pasado año en la Euroliga, y que destinan a salarios mucho más de lo que realmente ingresan. A ello se suman las amortizaciones, una partida que se compone principalmente del coste de la adquisición de jugadores. En la temporada 2016-2017 se incrementaron un 12,9%, hasta 8,8 millones de euros.

 

El resto del gasto fue dirigido a los pagos ordinarios como transportes, suministros pagos a los agentes, licencias de inscripción en la competición española y externalización de servicios. Durante este ejercicio crecieron un 9%, la cifra más alta hasta el momento con 43,9 millones.

 

 

 

 

Donde sí que se mejoró conjuntamente es en la deuda, que a pesar de no haberse reducido de forma general sí que se reestructuró. Los compromisos a corto plazo cayeron un 24%, mientras que el pasivo a largo plazo se incrementó un 35,1%. Es decir, que los clubes de la ACB cuentan con un mejor fondo de maniobra y, por tanto, están en mejor posición para pagar los salarios de los jugadores y no sufrir impagos.

 

Dentro de este segmento, también destaca la reducción de la deuda con Hacienda, que se recortó un 12,2%, hasta 26,3 millones. Son varios los conjuntos, como el Movistar Estudiantes o el Divina Seguros Joventut, los que durante los últimos ejercicios han logrado acuerdos con la Agencia Tributaria para alargar plazos y empezar a estar al corriente con la Administración.

 

Sólo se trata de algunas pinceladas positivas, aspectos importantes como el aumento de la cifra de negocio y la reestructuración de la deuda, que demuestran la capacidad de los clubes para seguir creciendo. Aun así, se pone otra vez de manifiesto que los clubes de Euroliga viven realidades totalmente paralelas a las de clubes como el Movistar estudiantes o el Iberostar Tenerife, que intentan ser sostenibles gracias a sus patrocinadores principales.