El consejo del Dépor dimitirá a final de temporada tras las protestas de la afición

Tino Fernández pone fin a un ciclo en el que el RC Deportivo ha pasado de estar al borde de la liquidación a tener garantizado su futuro como entidad. Aun así, los problemas para asegurarse una plaza en la fase de ascenso a LaLiga Santander ha acabado por derrotar a su consejo de administración. El presidente y su equipo de gobierno han decidido poner fin a su paso por el equipo de fútbol y en las próximas semanas convocarán una junta extraordinaria en la que renunciarán a sus cargos.

Junto a Fernández, también dejarán su puesto Martín Pita, Juan José Jaén, Enrique Calvete, Daniel Ramos y Ramón Piña. Todos ellos fueron elegidos por amplia mayoría en la junta celebrada en julio de 2018, cuando se planteó una candidatura alternativa para dirigir el club tras el descenso a LaLiga 1|2|3.

“Renunciarán al cargo para proceder al nombramiento de un nuevo equipo de gobierno”, señaló la entidad en un comunicado hecho público ayer por la noche. Se desconoce qué día será, aunque el consejo ha dado instrucciones a la asesoría jurídica para que la junta se celebre “en el menor plazo posible”.

La decisión, que parece irrevocable, se produce después de que el Dépor perdiera en casa contra el Extremadura UD en el Abanca Riazor y la afición centrara sus críticas en los jugadores y la junta directiva. “El consejo de administración del RC Deportivo quiere pedir a todo el deportivismo el máximo apoyo en lo que resta de temporada para que se puedan alcanzar los objetivos, todavía materializables”, señala. El primer equipo está a cuatro puntos de las plazas de ascenso y el Deportivo Abanca lucha por acceder a la Liga Iberdrola.

Tino Fernández es un empresario gallego que cogió las riendas del club en 2014, con la entidad al borde de la quiebratras la etapa de Augusto César Lendoiro en el cargo. El club presentó concurso de acreedores entonces y logró importantes quitas, pero aun así quedaba la gran losa que supone la deuda con la Agencia Tributaria. En 2017 logró un préstamo de 43 millones de euros con Abanca para cancelar esos compromisosy refinanciar a largo plazo los vencimientos, pero la pérdida de categoría le hacía perder competitividad por la necesidad de destinar parte del presupuesto a cancelar cuotas.

El club gallego cerró 2017-2018 con un beneficio neto de 2,42 millones, que este año ascenderá a 5,76 millones de euros. El cambio de categoría sí se nota especialmente en los ingresos, que bajarán en torno al 37%, hasta 42,4 millones de euros. La caída del negocio sería mucho mayor de no ser por la ayuda al descenso, que junto a otros ingresos aportará 16,26 millones de euros. Esta inyección es vital, ya que también amortigua el desplome del negocio ordinario, que será un tercio de lo obtenido en 2017-2018.