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El ‘Big Six’ de la Premier League dobla ingresos en seis años y amarra su rentabilidad

Los seis clubes más grandes de Reino Unido facturaron 3.644 millones de euros en 2017-2018, con un beneficio neto agregado de 379,4 millones, el más alto de la historia tras dejar atrás los números rojos.

Marc Menchén

8 abr 2019 - 04:59

El ‘Big Six’ de la Premier League dobla ingresos en seis años y amarra su rentabilidad

 

 

El término Big Six empezó a acuñarse a finales de 2018 en Reino Unido. Antes, los analistas empleaban el habitual Big Four utilizado para las auditoras con tal de referirse a los cuatro equipos que tradicionalmente habían dominado la Premier League. Se trata de Manchester United, Liverpool FC, Arsenal FC y Chelsea FC, a los que empezaban a unírseles el relanzado Manchester City y el Tottenham Hotspur. Son los seis dominadores del fútbol inglés, en el césped y también en los despachos. Su negocio conjunto ascendió a 3.644 millones de euros en 2017-2018, el doble que lo facturado seis años atrás. Derechos de televisión y mercado de fichajes explican el avance, pero también que por fin hayan consolidado su rentabilidad, según se desprende de los datos recabados por Palco23.

 

Estos seis equipos son los que cada año pelean con algún invitado como en su día fue el Leicester City por entrar en Champions League. Es un elemento crucial para entender los intercambios de posiciones entre ellos en términos de facturación, si bien ningún rival ha sido capaz de arrebatar al Manchester United la primera posición. Los Red Devils se han mantenido de forma destacada en lo más alto, y eso que son los que menos han elevado su facturación total desde 2012-2013, con un crecimiento interanual medio del 9,9%.

 

La gran fortaleza de los de Old Trafford es su actividad comercial, pues en el Big Six es de los que menos se ha beneficiado del creciente negocio de la Champions League. Los pagos de la Uefa son uno de los principales elementos distorsionadores en una competición doméstica donde las diferencias por derechos de televisión son mínimas, razón que explica la caída que experimentaron Chelsea FC y Arsenal FC en 2015-2016. Y es que, a los menores ingresos audiovisuales se le añadió un retroceso en la recaudación por venta de abonos y entradas.

 

 

 

 

Su vecino de Manchester, el City, fue de los últimos en entrar en este selecto grupo, pero pronto se consolidó en la segunda posición gracias a la importante cantidad de patrocinadores que recibe de Abu Dhabi a través de su máximo accionista y cuya realidad de mercado ha sido puesta en cuestión en los últimos meses. Su crecimiento medio ha sido del 10,4% en los últimos seis ejercicios, un ritmo inferior al de un Liverpool FC con el que hoy se disputa ganar la Premier League y que en 2017-2018 ya le superó en ingresos.

 

Es un avance que está por ver si se mantiene, pues en ese ejercicio tuvo un impacto muy relevante alcanzar la final de la Champions y, sobre todo, la venta de Philippe Coutinho al FC Barcelona, que se tradujo en unas plusvalías totales de 139,8 millones. El Chelsea FC también se benefició de la situación del mercado de fichajes, con ingresos por traspasos de 127,55 millones que le permitieron recuperar la cuarta plaza en términos de facturación. Ahora bien, mientras que el club de Anfield aprovechó la compraventa de jugadores para apuntalar su rentabilidad, los blues decidieron hacer un mayor esfuerzo en términos de plantilla a costa del beneficio neto.

 

El Liverpool cerró 2017-2018 con unas ganancias de 119,7 millones de euros, sólo superado por el Tottenham, que se anotó el mayor grado de rentabilidad pese a ser el que menos factura de los seis. El equipo londinense, que acaba de inaugurar su nuevo estadio, obtuvo unos ingresos de 512,3 millones y un crecimiento medio del 23,2%, impulsado por el uso temporal de Wembley (tiene mayor aforo que el antiguo White Harte Lane) y la salida de Kyle Walker, entre otros. Su vecino Arsenal FC le superó, con 574,3 millones de euros y un ritmo de avance del 14,6% interanual desde 2012-2013, pero bajó a la tercera posición del podio por beneficios en 2017-2018, con 94,7 millones de euros.

 

 

 

 

La sostenibilidad de algunos de estos clubes ha estado en duda durante mucho tiempo, especialmente en los casos de Chelsea FC y Manchester City. Ambos recibieron inyecciones de más de 1.000 millones de euros por parte de sus accionistas para acelerar su acceso a la élite continental, acumulando importantes números rojos. Ambos ya encadenan dos años seguidos en beneficios, pero en el agregado entre 2012 y 2018 aún registran números rojos: 99,6 millones en la entidad propiedad de Roman Abramovich y 69,9 millones en el caso de los citizen.

 

En total, los Big Six ganaron 379,4 millones de euros en 2017-2018 y sólo el United perdió dinero por el impacto contable que tuvo la reforma fiscal de Donald Trump en Estados Unidos. Es la cifra más alta de todo el ciclo analizado, y eso que el coste asociado a la masa salarial escaló otro 14,9% interanual, hasta 2.323,6 millones. Aquí las diferencias son mucho mayores que en términos de ingresos, pues el United destinó el doble que el Tottenham, con 243,4 millones de euros tras el rallyde adquisiciones de los últimos años como Alexis Sánchez, Paul Pogba o Romelu Lukaku.

 

Todos estos equipos han tenido un papel destacado en cada ventana de traspasos, ya fuera en su rol de compradores o vendedores. Y no es de extrañar, pues la Premier League es aún la competición en la que más caro está clasificarse para cada edición de la Champions League. Y el interrogante es el siguiente: ¿les compensaría una Superliga europea cuando dos de los Big Six se quedarían fuera y afectarían al lucrativo mercado doméstico? Ellos han dejado claro que es un camino que no quieren explorar.