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El Barça, ante su enésima reestructuración a las puertas de un año clave

Josep Maria Bartomeu prepara un nuevo comité de dirección tras la salida de Francesco Calvo del área de negocio global. También se perfila una solución definitiva para la oficina de Nueva York, tras medio año sin dirección y con el reto de aumentar los ingresos en 150 millones a partir de 2018-2019.

M.Menchén

6 jul 2018 - 04:59

El Barça, ante su enésima reestructuración a las puertas de un año clave

 

 

Cualquier negocio requiere de estabilidad, y en el FC Barcelona han conseguido cerrar algunos de sus principales contratos pese a la ausencia de la misma. El presidente, Josep Maria Bartomeu, prepara la enésima reestructuración del organigrama blaugrana desde que fue ratificado en las urnas en 2015, después de que se haya acordado la salida de Francesco Calvo como director de negocio global, posición que dejará el 12 de septiembre, según se comunicó ayer internamente.

 

Ahora, explican a Palco23 fuentes próximas a la entidad, se aprobará una nueva estructura que afectaría a más de un área con la apuesta de promover internamente a ejecutivos, y que se produce a las puertas de un ejercicio en el que se necesitan 150 millones más en ingresos ordinarios para hacer viable su estructura de costes.

 

El área comercial es una de las que más ha cambiado desde que la actual junta directiva ganó las elecciones en julio de 2015. Calvo llegó a las oficinas del Camp Nou en septiembre de ese año procedente de la Juventus, donde había desarrollado las mismas funciones entre 2011 y 2014, después de una serie de problemas personales en los que también se había visto envuelto el consejero delegado transalpino, Andrea Agnelli.

 

 

 

 

Su incorporación se producía en medio de la primera gran remodelación del comité directivo, pues incluía el nombramiento de Nacho Mestre como director general en sustitución de Antoni Rossich; entonces, ya se produjo el primer desembarco de nuevos ejecutivos, muchos de los cuales hoy continúan en sus posiciones.

 

Un mes después se produjo la salida de Laurent Collette, que había sido el director de márketing desde 2010 y ahora ha asumido la dirección general del Olympique de Marsella tras pasar por la AS Roma. El ejecutivo galo se marchó después de que se incorporara a una persona por encima de su figura y con muchas más atribuciones de las que él había tenido. No obstante, en octubre de 2016 se le retiraron las competencias de márketing a Calvo con la creación de una nueva área de Marca Barça, que dirige Guillem Graell.

 

Una vez más esa restructuración venía motivada por el cambio de director general, rol que desde octubre de 2016 ejerce el ex jugador de balonmano Óscar Grau, hasta ese momento responsable de las Barça Academy. Con su llegada, además de la dirección de marca, también se crearon las áreas de estrategia y conocimiento, con el fichaje de Javier Sobrino y quien ahora suena para aumentar competencias con el área de negocio, y la de operaciones, para la que se promocionó a Valentí Daura.

 

Pese a que todo parecía bien definido entonces, un año después se volvió a dar una vuelta al organigrama para asegurar una mayor supervisión sobre el día a día de la gestión. Entonces se fichó a Jordi Joly, ex alto cargo del Ayuntamiento de Barcelona, como director corporativo y responsable de la fundación, recursos humanos, sistemas, finanzas, riesgos corporativos, operaciones y servicios jurídicos. Joly se situó en un peldaño intermedio entre Grau y el resto del comité de dirección, al igual que sucedió con Javier Sobrino tras ampliar sus competencias a estrategia y conocimiento, una última área que había dependido de Albert Soler.

 

 

 

 

El ex presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) redujo aún más sus competencias, pues en esa misma remodelación dejó de ser responsable de todo el deporte profesional, ya que el fútbol pasó a ser competencia de Pep Segura. Y, si bien en la primera línea no hubo cambios que afectaran al negocio, 2017 también fue un año marcado por importantes cambios en el segundo nivel de mando.

 

El Barça decidió promocionar a Xavier Asensi por el trabajo realizado desde la oficina de Hong Kong y lo nombró director comercial, situándolo como mano derecha de Calvo. Se trata de la persona mejor posicionada para asumir el control total del departamento, según algunas fuentes, si bien no será hasta el lunes cuando se realicen los nombramientos. Su llegada produjo la salida de Juli Ferre, director internacional blaugrana desde 2013 y hoy director comercial del AS Monaco, y algunos otros ejecutivos, pero también el fichaje de Jordi Camps, de Up2Yoy, para la oficina asiática.

 

Se espera que en la reunión de la junta directiva también se apruebe el nombre de la persona que se irá a Nueva York, una oficina en la que se ha tenido que hacer un reset y que algunos sitúan como el desencadenante de los cambios que se avecinan. Fuentes conocedoras de su evolución constatan que el nombramiento de Arno Trabesinger fue un error, puesto que, pese a su dilatada experiencia en la agencia WWP, no disponía del perfil comercial que exigía abrir mercado en un nuevo territorio. Tampoco se han firmado alianzas regionales y proyectos como el del fútbol femenino no avanzan al ritmo que deberían.

 

De hecho, en los últimos meses han ido dejando la delegación para emprender nuevos proyectos diversas personas, desde Gerard Guiu (ahora director de Llorente y Cuenca en la región) a Arturo de la Fuente, que era el responsable de desarrollo de negocio en América y se marchó en febrero para dirigir la oficina del Club América en EEUU. De hecho, hoy sólo quedan tres personas: Natalie Melo, responsable de márketing y activaciones en el territorio; Jean Pierre Jiménez, responsable de Latinoamérica, y Nicoló Zini, encargado de Norteamérica.


 

 

 

Estos vaivenes no han sido un impedimento para sellar la renovación de contrato con Nike, que garantiza 155 millones en ingresos anuales si se cuenta el negocio de retail recuperado, como tampoco la llegada de Rakuten por 55 millones de euros por temporada. Ahora bien, no ha ayudado en la tarea de establecer contactos con potenciales multinacionales dispuestas a comprar los title rights del Camp Nou. Esta negociación la deberá asumir el nuevo responsable, pues el inicio de las negociaciones se ha iniciado este mismo año, una vez que el Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado la reforma del recinto.

 

Son contratos determinantes para garantizar la viabilidad económica del Barça, que esta temporada decidió asumir un importante riesgo: aumentar de forma considerable el gasto destinado a la plantilla convirtiendo en estructurales las plusvalías de la venta de Neymar al Paris Saint-Germain (PSG). Son 150 millones de euros adicionales de costes fijos, pues se incluyen las renovaciones de Leo Messi, Gerard Piqué y Sergio Busquets, entre otros, así como las amortizaciones de fichajes recientes como el de Ousmane Dembelé y Philipe Coutinho. ¿Se conseguirá ese objetivo?