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De los cinco millones por anuncio a la realidad virtual, las claves de la Super Bowl de 2017

Guillermo G. Recio

2 feb 2017 - 04:59

Todavía quedan unos días, pero la Super Bowl ya está en boca de los que son aficionados al deporte y los que no. La final de la NFL, que en España ofrecerá Movistar+, tiene la capacidad de seducir a más de 120 millones de personas sólo en Estados Unidos, pero aquí no sólo cuentan los que siguen el evento en directo.

 

Atrás queda ya el 50 aniversario, que se celebró en el Levi's Stadium de Santa Clara (California) y que congregó a muchas empresas techies como Google, Apple e Intel. Ahora, en el NRG Stadium de Houston (Texas), se pretenden superar las expectativas del pasado año con nuevas propuestas entre los Atlanta Falcons y los New England Patriots.

 

Esta edición será la primera en emitir en realidad virtual, una de las grandes apuestas de la industria deportiva de los últimos meses. No se podrá ver todo el partido, pero la cadena de televisión Fox que retransmitirá el encuentro se ha aliado con LiveLike VR para ofrecer 20 resúmenes del duelo entre Tom Brady y Matt Ryan en este nuevo formato.

 

"No me puedo imaginar una mejor manera para nosotros para introducir potencialmente a millones de personas la realidad virtual que, literalmente, el mayor evento de entretenimiento en el planeta", comentó Miheer Walavalkar, co-fundador de LiveLike, durante la presentación del acuerdo.

 

Una encuesta realizada por la National Retail Federation este enero de 2017 desvela que sólo el 43% de los espectadores piensa que el fútbol americano es lo más importante de la cita deportiva. Una cuarta parte de la audiencia considera que los anuncios son la mejor parte, mientras que un 15% y un 12% de los seguidores del evento cree que sólo vale la pena para pasar el tiempo con los amigos y para ver el espectáculo del descanso, respectivamente.

 

Super Bowl NFL 2017 650
El NGR Stadium, de los Houston Texans, albergará el encuentro./ NFL

 

Estas cifras relevan todo lo que envuelve a la Super Bowl. Para la pasada edición, el consumo de snacks aumentó hasta los 2.900 millones de dólares, mientras que uno de los momentos con más audiencia fue el show de Coldplay, Beyoncé y Bruno Mars. Este año, Lady Gaga será la encargada de poner ritmo al partido patrocinado por 34 empresas, entre las que destacan marcas como Accenture, General Electric, Budweiser, Shell y Chevron, entre otros.

 

Tras el propio partido, lo que más importa a los aficionados son los anuncios, que este año alcanzarán los cinco millones de dólares por sólo 30 segundos de proyección en televisión, según Kantar Media. El gasto por este concepto se ha duplicado en los últimos diez años, pasando de los 2,39 millones de dólares en 2007 a los 4,80 millones que alcanzó el año pasado.

 

Pero no es en las pantallas de los salones donde se hacen más famosos estos pequeños vídeos. Ya circulan por Internet algunas de las grandes campañas, en canal que más repercusión les da por hacerlos cada vez más virales. Según un estudio de YouTube, desde 2008, los veinte anuncios más vistos cuentan con más de 440 millones de minutos visualizados, lo equivalente a 1,8 millones de veces del propio partido de la Super Bowl.

 

Más allá del retorno de la inversión en las tiendas, lo que sí se puede demostrar es que durante las semanas previas y después del encuentro los canales de las marcas en la plataforma de vídeos han incrementado las suscripciones en un 30% tras ver sus creativas formas de comunicar.

 

Otra muestra de que la televisión ya no es el principal canal para seducir a los consumidores es el alcance creciente de estos anuncios fuera de Estados Unidos gracias a Internet. Por países, Reino Unido, Canadá y Rusia ocupan el podio de territorios interesados, mientras que España ocupa la posición número diez.

 

 

 

Un impacto de 350 millones de dólares

 

La Administración de la ciudad tejana pronostica que la Super Bowl generará un impacto económico en Houston de hasta 350 millones de dólares en gasto en restaurantes, hoteles y actividades de entretenimiento. Se esperan 140.000 visitantes para ver el partido, aunque sólo caben 70.000 espectadores en el estadio.

 

Los precios oficiales oscilaban desde los 850 dólares hasta los 1.800 dólares, pero en los portales de reventa el precio medio de una entrada ronda los 4.900 dólares. Los paquetes de hospitality van desde los 5.949 dólares hasta los 12.749 dólares, aunque para algunos sólo se trata de calderilla, como demuestran los 18.000 dólares por persona que se pagaron el año pasado para cenar de forma grupal con la leyenda Joe Montana.

 

El ambiente y las fan zone, que tienen actividades durante toda la semana previa al partido son algunas de las claves que seducen a miles de personas para acudir al partido. Curiosamente, el 46% de asistentes al partido son residentes en Houston, mientras que un 16% proviene de New England y un 9% de Atlanta. El 30% restante llegará desde otras partes del país y del mundo, con el objetivo de poder decir: "Yo estuve allí".