Fitness

De Colombia a Polonia: ¿Qué barreras puede encontrarse el ‘fitness’ español en el extranjero?

En los últimos años numerosas cadenas han tanteado dar el salto internacional o aumentar su crecimiento fuera del país. Tras inclusiones iniciales en Portugal, algunas compañías anhelan con cruzar el Atlántico, donde la baja penetración del sector genera múltiples oportunidades.

Patricia López

18 jun 2018 - 04:58

Supera ha llevado su modelo de gimnasio municipal a Portugal con un club, al que le seguirán tres más.

 

 

Hubo un tiempo en que los planes de expansión de las cadenas españolas de gimnasios no iban más allá de las fronteras de este país. Pero ahora la estrategia de crecimiento de los principales operadores no entiende de límites, y muchas aspiran a dar el salto a otra región de Europa o, incluso, América. Hasta ahora Portugal ha sido el territorio que ha recibido más inversiones, aunque, cada vez más, las cadenas apuntan a otros países. ¿Dónde está la oportunidad para crecer en el extranjero? Y, ¿cómo son los mercados en los que quieren penetrar?

 

El luso es uno de ellos. Allí ya operan Go Fit, con dos centros, y Supera, con una instalación. Ambas han confirmado que sus planes de futuro inmediato tienen acento portugués, ya que la cadena madrileña ha proyectado una inversión de cien millones de euros para abrir diez clubes en los próximos años; la segunda inaugurará próximamente tres complejos, con un desembolso de 22,5 millones.

 

El mercado portugués gusta porque es próximo a España y no requiere de una gran estructura para para operar allí. La tasa de penetración ronda el 5%, una realidad que seduce a los gestores porque deja margen de crecimiento. Ahora bien, este mercado arroja una serie de incógnitas, como su capacidad para generar más demanda. Sin ir más lejos, desde 2015 la penetración ha bajado del 7,1% al 5,2%, según datos de Deloitte.

 

 

 

 

En el vecino ibérico, los principales operadores son las low cost Fitness Hut, que a principios de año se integró en Viva Gym Group, y Solinca, que en 2017 adquirió la cadena Pump y ahora es uno de los grandes de ese mercado. Por facturación destaca Holmes Place, que tras adquirir el negocio de Virgin Active en ese país ahora opera 21 instalaciones.

 

La fuerte presencia del bajo coste provoca que el ticket medio esté en torno a los 37 euros y sea uno de los más bajos de Europa. Según Ihrsa, en este país los gimnasios facturaron 239,4 millones de dólares con una oferta de tan sólo 1.000 centros que dieron servicio a 535.000 clientes en 2017. Entre las cadenas que aún no se han expandido a nivel internacional y que han marcado en rojo este país en rojo en el mapa está Forus, AltaFit y Anytime Fitness.

 

La empresa dirigida por Ignacio Triana no ha fijado la fecha para su aterrizaje, pero Palco23 ha podido saber que está estudiando varias opciones. AltaFit, por su parte, lleva años tratando de entrar allí, mientras que Anytime Fitness espera hacerlo en un plazo de dos años a través de su filial española.

 

 

 

 

De momento, la mayoría de cadenas que han optado por la internacionalización han centrado sus operaciones en la Península Ibérica. Otras, como Eurofitness, han cruzado el Viejo Continente para crecer en Polonia y Eslovenia. Fue una de las primeras compañías que se lanzó al exterior. Lo hizo en 2011, cuando inauguró un club en Polonia, un mercado que recientemente ha despertado el interés de otro operador concesional: Go Fit. Se trata de un mercado pequeño, pero que ha logrado rebasar a otras regiones como Suecia, Finlandia o Dinamarca en facturación.

 

Y todo ello, pese a que su tasa de penetración es del 7,7%, diez puntos por debajo de los países nórdicos. Los operadores que deseen crecer allí se encontrarán con un mercado atomizado en el que ninguna cadena opera más de cincuenta centros. Polonia cuenta con 2.600 gimnasios, alrededor de tres millones de clientes, y un negocio de 944,7 millones de dólares. Entre los principales operadores destacan Calypso, con 44 clubes y un negocio de 33,6 millones de dólares. Hasta hace dos años el líder en implantación era la polaca Pure Jatomi Fitness, que este año ha cerrado 35 centros y ha abandonado este mercado por falta de rentabilidad.

 

Uno de los países que más interés está despertando entre las cadenas españolas es Francia. De momento, ninguna opera allí, a pesar de que AltaFit está intentando crecer en el sur y Metropolitan aspira a hacerlo en París. De ahí que esté negociando para firmar, al menos, dos emplazamientos en la capital. “En Francia no hay ninguna cadena premium, es un solar lleno de oportunidades y dificultades”, explicó Javier Pellón en una entrevista concedido a este diario.

 

 

 

 

Los riesgos están en la excesiva burocracia y en las relaciones laborales de un país cuyos sindicatos tienen mucha fuerza. Las oportunidades radican en la falta de competencia en el segmento alto, y en la penetración, que en 2017 fue del 8%. Esta circunstancia, junto al hecho de que el mercado está segmentado en franquicias, es la que ha aprovechado Basic-Fit para crecer. En un año, la low cost ha inaugurado 48 gimnasios en el país.

 

Go Fit también tiene el mercado galo en el punto de mira, y fruto de sus ganas de salir de España la cadena ha constituido una división de expansión internacional con Bart Mermans al frente. “El modelo concesional como lo entendemos aquí no existe en el resto de Europa. Actualmente tenemos varias propuestas encima de la mesa de nuevos países”, aseguró el presidente, Gabriel Sáez, a Palco23.

 

América también está llamando la atención de varias empresas, y Metropolitan es una de ellas. Está tanteando su entrada en Bogotá (Colombia), aunque por el momento no hay fecha de llegada. El país cafetero tiene la particularidad de que sólo el 2% de la población está inscrita en un gimnasio. Pese a ellom cuenta con un gigante, Bodytech, que gestiona 85 centros deportivos en esa región, 33 de ellos en la capital. Allí las cadenas facturaron 376 millones de dólares en 2017 y dieron servicio a 979.900 abonados, según Ihrsa. AltaFit, por su parte, ha estado tratando de dar el salto a Centroamérica, aunque por el momento no ha encontrado el socio ideal con el que hacerlo y aún está centrada en la entrada de un inversor e integrar la red de Ifitness.

 

 

 

 

En cuanto a Estados Unidos, la cuna del fitness, apenas ha despertado el interés de los operadores españoles. La excepción es Trib3, cuyos planes pasan por iniciar su expansión norteamericana en Miami, aprovechando que el concepto boutique está especialmente afianzado en ese país. El resto de cadenas, en cambio, aseguran que EEUU no presenta las mejores condiciones para crecer. El motivo es simple: si bien el mercado es grande, hay otros países más inmaduros y sin tanta competencia donde los centros de entrenamiento tienen más recorrido de futuro.

 

Además, el modelo habitual para operar en Estados Unidos es la franquicia, una opción que numerosas cadenas españolas han desestimado para controlar al 100% el desarrollo de la marca.  Otro hándicap es que el modelo español ha puesto en el centro de la oferta las actividades dirigidas, mientras que en el mercado estadounidense apuesta por el entrenamiento libre y mediante maquinaria de fitness.

 

¿Ha llegado el momento de expandirse más allá de los territorios conocidos o aún queda margen de crecimiento en España? Los directivos consultados aseguran que el mercado aún no es maduro y que por lo tanto aún hay espacio para crecer, bien de manera orgánica o mediante adquisiciones. Lo que parece claro es que adaptarse al mercado local no es tarea sencilla si no se hace de la mano de un socio. “Somos muy conscientes de la dificultad que tiene cada país y sus particularidades. Gestionar en varios territorios exige un esfuerzo muy importante al margen de la parte económica”, recuerda Saéz.