Futbol Emotion entra en moda y lanza la marca After 90

Futbol Emotion diversifica su negocio y lanza una línea lifestyle. La empresa aragonesa ha lanzado After 90, su propia línea de ropa para vestir fuera del terreno de juego. Con esta operación, la empresa completa su oferta para poder llegar a un nuevo cliente potencial: los aficionados al fútbol.

Todas las prendas de la colección han sido diseñadas por Fútbol Emotion en exclusiva y, cada una de ellas, tiene una historia detrás que rinde homenaje a momentos y personajes históricos del fútbol. La nueva marca vende sus productos por un precio que se estira desde casi 30 euros por una camiseta, hasta casi 45 euros por una chaqueta.

After 90 apuesta por la sostenibilidad. Todas sus prendas se fabrican únicamente con algodón 100% orgánico y otros materiales reciclados. La marca, además, limita y reduce el impacto que tiene sobre el medio y, durante todo el proceso de fabricación, Fútbol Emotion supervisa cada fase.

Futbol Emotion distribuye sus productos a través de una red de 20 establecimientos, entre tiendas propias y franquicias

La compañía, fundada por la familia Sánchez Broto en 2001 con el nombre original de Soloporteros, se rebautizó en 2016 como Fútbol Emotion. Tras el cambio de nombre de la empresa, en 2018, el grupo de inversión Meridia Capital, liderado por Javier Faus, se incorporó al accionariado de la empresa.

La empresa especializada en la distribución de equipamiento deportivo, combina tiendas propias, contando con flagships en Barcelona y Madrid, que tienen de mil metros cuadrados de superficie cada una, con una red de veinte tiendas, entre establecimientos propios y franquicias, entre España y Portugal. Además, la empresa también distribuye sus productos a través de su ecommerce, con el que vende escala global.

La compañía cerró el año previo al estallido de la pandemia con una facturación de 29 millones de euros y se convirtió en líder en el sur de Europa en su sector. Hace poco más de un año, Fútbol Emotion inauguró una nueva nave en el Polígono Plaza (Zaragoza) que contaba con un edificio de más de 6.000 metros cuadrados, destinados a un nuevo almacén logístico, y 2.000 metros cuadrados de oficinas, con estudios de grabación y fotografía propios.