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Bwin negocia la compra de Ladbrokes, socio de Sportium, por 4.000 millones

GVC, hólding propietario de la conocida casa de apuestas online, quiere ganar presencia a pie de calle en un negocio cada vez más competitivo. La regulación más restrictiva que planea Reino Unido también influiría.

Palco23

8 dic 2017 - 10:00

Bwin negocia la compra de Ladbrokes, accionista de Sportium, por 4.000 millones

 

 

El negocio de las apuestas online es cada vez más alto, pero también más competitivo y con menos márgenes. De ahí que los grandes players estén analizando posibles operaciones corporativos, y GVC no quiere quedarse fuera. El hólding, propietario de marcas conocidas como Bwin, ha anunciado el inicio de negociaciones para adquirir Ladbrokes, uno de los principales operadores de juego en Reino Unido y dueño del 50% de Sportium en España. La operación se valora en 3.900 millones de libras (4.400 millones de euros).

 

Uno de los principales pilares de la operación es la combinación de presencia online y física a que daría pie la fusión, pues Ladbrokes es uno de los retailers más importantes del sector de las apuestas junto a William Hills. Para convencer a los actuales accionistas, GVC propone una adquisición que combine el pago en efectivo con la entrega de acciones del grupo resultante.

 

Se trataría de la segunda compra del hólding en el segmento de las apuestas deportivas, después de que en 2013 se aliara con William Hills para repartirse los activos de Sportingbet en Reino Unido, España y Australia. Se desconoce qué impacto tendría este nuevo movimiento en Sportium, cuyo 50% restante está en manos de la compañía española Cirsa.

 

Los analistas atribuyen la necesaria concentración del sector a las restricciones que los gobiernos están empezando a imponer a los jugadores para evitar problemas de ludopatía. El Partido Laborista ya ha anunciado que si llega a Downing Street propondrá una ley que impida a las casas de apuestas anunciarse en las camisetas de la Premier League, mientras que el actual Ejecutivo de Theresa May baraja rebajar de 100 libras a menos de 50 libras la apuesta máxima.