Entorno

Manuel Parga (COE): “Ningún ‘sponsor’ patrocinará un evento que no sea sostenible”

El responsable de márketing, sostenibilidad y recursos humanos del COE, Manuel Parga, defiende que “nadie es sostenible al 100%, sino que trabajamos para que los acontecimientos deportivos disminuyan su huella de carbono”.

Manuel Parga (COE): “Ningún ‘sponsor’ patrocinará un evento que no sea sostenible”
Manuel Parga (COE): “Ningún ‘sponsor’ patrocinará un evento que no sea sostenible”
El responsable de márketing, sostenibilidad y recursos humanos del COE, Manuel Parga, admite que, pese a que es uno de los principales must del sector del deporte, “nadie es sostenible al 100%"

David García Martínez

9 nov 2023 - 05:00

La sostenibilidad se hace un hueco en el sector del deporte. El responsable de márketing, sostenibilidad y recursos humanos del COE, Manuel Parga, admite que, pese a que es uno de los principales must del sector del deporte, “nadie es sostenible al 100%, sino que trabajamos para que los acontecimientos deportivos disminuyan su huella de carbono”. Parga añade que “sostenible sería que la huella de carbono fuera cero, y eso es imposible; lo que podemos hacer es minimizarla al máximo y compensar la que no se pueda reducir más con carbono verde (reforestaciones) y azul (reforestación de fondos marinos)”.

 

 

P.: El Mundial 2030 va a tener seis sedes en tres continentes ¿Qué es el fútbol sostenible que defiende el COE para el Mundial 2030?

 

R.: El Comité Olímpico Español (COE) ha sido seleccionado para ser el asesor general del Plan de Sostenibilidad del Mundial 2030. Tenemos tres pilares en la sostenibilidad: el social, el medioambiental y el económico. El fútbol sostenible debe ser una actividad que tenga el menor impacto de huella de carbono con respecto al medio ambiente y el mayor impacto desde el punto de vista social y económico en los territorios en los que se desarrolla. El deporte debe dejar un legado sostenible en las ciudades en las que se celebra el torneo.

 

 

P.: ¿Un evento como los Juegos Olímpicos puede ser sostenible?

 

R.: No podemos decir que somos sostenibles porque nadie es sostenible al 100%, sino que trabajamos para que los acontecimientos deportivos sean lo más sostenibles posibles. Sostenibles debería ser que la huella de carbono sea cero, y eso es imposible. Lo que podemos hacer es minimizarla al máximo y compensar la que no se pueda reducir más con carbono verde (reforestaciones) y azul (reforestación de fondos marinos). Por lo tanto, unos Juegos Olímpicos, como los de París, van a ser neutros en huella de carbono en las construcciones de infraestructuras y las operaciones deportivas, intentando tener el menor impacto negativo en el medio ambiente con los movimientos de los deportistas y los asistentes a las pruebas y compensando la huella de carbono residual.

 

 

P.: ¿Los clubes tienen en cuenta valores como el ESG del mismo modo que las empresas?

 

R.: Es un proceso de no retorno, es decir, el ESG es algo que ha venido a implantarse como lo hizo la RSC o las acciones caritativas de determinadas empresas. Lo que ocurre es que existen unos objetivos sostenibles de la Agenda 2030 que buscan tener una acción más responsable con el medio ambiente. Hay distintas velocidades: todas aquellas grandes empresas que su modelo de negocio impacte en el medio ambiente, tendrán desarrolladas acciones de ESG. Una empresa que sea contaminante acabará por desaparecer, es decir, el mercado la expulsará. A partir de esa velocidad, hay toda una cadena de suministro que se van a tener que ir adaptando; en el deporte olímpico, a raíz de la Agenda 2020, el COE tomó una responsabilidad en el 2017 para apostar por la ESG. A partir de ahí, es como una mancha de aceite, que se irán contagiando positivamente todos los clubes y entidades deportivas. Aplicado al mundo del deporte, los clubes pequeños se irán profesionalizando en el ámbito de la sostenibilidad.

 

 

 

 

P.: ¿Hay algún deporte abanderado en concepto de sostenibilidad?

 

R.: Los que antes han empezado con la sostenibilidad son aquellos deportes que están en contacto con la naturaleza, como vela, piragüismo y triatlón. Son disciplinas que les afecta directamente la sostenibilidad medioambiental. Del mismo modo que los deportes de nieve, porque para practicarlo necesitan nieve y si esta no existe por el cambio climático, les afecta directamente.

 

 

P.: ¿Con quién se debe comparar España en materia de sostenibilidad?

 

R.: En el movimiento olímpico, España es referente a escala internacional, así lo ha reconocido el COI. Tocamos diez líneas de acción, desde aspectos sociales hasta medioambientales, pasando por energía, economía circular y herramientas para conseguir esa sostenibilidad, entre otros. Los países nórdicos son muy respetuosos con el medio natural en lo que se refiere a su práctica de deportes outdoor. Asimismo, países como Australia, Nueva Zelanda, Dinamarca y Canadá son países en las que la sociedad y la regulación están muy comprometidos con el medio ambiente.

 

 

P.: ¿La internacionalización del deporte, con viajes constantemente, puede hacer que sea una disciplina sostenible?

 

R.: Hay tantas competiciones deportivas que muchos equipos están viajando de un país a otro, ya no sólo las personas, sino los equipamientos deportivos. Es cierto que el calendario deportivo apretado tiene un impacto en la huella de carbono. La buena noticia es que las federaciones internacionales están trabajando para que el calendario deportivo tenga el menor impacto en la huella de carbono, es decir, intentar calendarizar las pruebas para que no haya tanto movimiento internacional de personas. En el caso de las competiciones organizadas por entidades privadas, dentro de su RSC, debería analizar la sostenibilidad de sus eventos. Asimismo, se están desarrollando nuevas tecnologías que minimizan el impacto medioambiental, como nuevos materiales y carburantes como el Sustainable Aviation Fuel (SAF).

 

 

P.: Se habla, por ejemplo, de la eliminación de la huella de carbono en los acontecimientos deportivos, pero ¿no le queda lejos eso al aficionado de a pie?

 

R.: Es una asignatura pendiente, ya que la huella de carbono del evento es responsabilidad del organizador. Sin embargo, el evento no sería tal si no vinieran los espectadores a verlo en directo. Lo que están haciendo las organizaciones deportivas es lanzar mensajes de concienciación para conocer el concepto: hay apps en el mercado que informan sobre el impacto de sus acciones en la huella de carbono. Lo importante es conocer, saber y entender. Desde el COE se ha lanzado una aplicación que calcula el impacto de la huella de carbono que pueden usar equipos deportivos incluso espectadores que asisten a un acontecimiento deportivo. En diez años no estaremos hablando del cambio climático.

 

 

 

 

P.: Tras los Juegos Olímpicos de Río, varias instalaciones quedaron abandonadas. Ya en el Mundial de Qatar 2022, se intentó que los estadios fueran desmontables y se pensó en una segunda vida ¿Estamos aún lejos de ser sostenibles en infraestructuras en lo que se refiere a los acontecimientos deportivos?

 

R.: Estamos ya con infraestructuras sostenibles. En España ha habido infraestructuras deportivas que se han desarrollado y no se ha tenido en cuenta que se debía mantener y darle una vida. En general, las administraciones públicas y privadas ya tienen en cuenta las inversiones que deben acometer. En los eventos deportivos, también es un concepto que se tiene muy claro. El otro tema es cómo se hace la infraestructura más allá de la sostenibilidad económica, buscando una construcción con el menor impacto medioambiental, algo en lo que se ha trabajado mucho en los Juegos Olímpicos de París 2024. No construir infraestructuras que sean elefantes blancos, cuyo modelo constructivo tenga el menor impacto y que tengan un impacto positivo en la biodiversidad de su entorno, algo que todo el mundo tiene claro.

 

 

P.: ¿Qué beneficios económicos pueden derivarse de la incorporación de prácticas sostenibles en el deporte?

 

R.: La sostenibilidad es rentable. Por un lado, implica un ahorro de costes para las organizaciones. El ahorro más claro es la eficiencia energética: si haces una inversión y generas tu propia energía eléctrica, se puede reducir la factura. Por ejemplo, la VCE debe tener una serie de vehículos que recorren cientos de kilómetros, si los coches son eléctricos, el ahorro puede ser determinante. Si la forma de hacer las cosas es más sostenible el posicionamiento y reputación ante terceros es mucho mayor y eso tiene un valor, y más en un mercado que te va a expulsar si no eres sostenible. Ser sostenible, además, atrae a marcas patrocinadoras: en unos años, ningún sponsor va a patrocinar un evento que no sea sostenible medioambiental y socialmente.

 

 

P.: ¿La implicación de deportistas de primer nivel es determinante para que el concepto de sostenibilidad cale en la población o se puede hacer desde las instituciones?

 

R.: La participación de los deportistas es fundamental. El COE tiene una imagen, pero los deportistas olímpicos son personas y es la mejor manera de llegar a la sociedad. Si un medallista puede hablar de la sostenibilidad, su mensaje llega mucho más a la sociedad en general. Nosotros ya nos ocuparemos de las infraestructuras y proveedores sostenibles. El COE cuenta con 17 embajadores olímpicos.

 

 

P.: La Uefa creó un grupo de trabajo para mejorar en su sostenibilidad, mientras que la Liga y Adesp se unieron para organizar unas jornadas al respecto ¿Es la sostenibilidad una estrategia de greenwashing de las grandes entidades deportivas?

 

R.: No. El greenwashing ha ocurrido desde hace años y ha habido casos de organizaciones que se han sumado al carro. Ahora es algo atípico. Para cualquier marca que se suba al carro de sostenibilidad y sea un greenwashing asume un riesgo reputacional muy alto. Esa parte de la “G” de gobernanza, debe estar bien anclada y cumplir con unos principios básicos que definan el camino: no hay que ir al 100% y ser el primero de la lista en sostenibilidad. Las organizaciones deben fijarse sus metas alcanzables y realistas en materia de sostenibilidad y realizarlas.