Luis Marin Hita (Universidad de Extremadura): “Las SAD están siempre bajo sospecha”

Las Sociedades Anónimas Deportivas, siempre bajo sospecha. Luis Marín Hita, catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Extremadura considera que las sociedades anónimas deportivas (SAD) están siempre bajo sospecha y a veces, expuestas a un régimen jurídico “excesivo”.

Durante el Segundo encuentro LaLiga de Derecho de Deporte 2021-2022, el catedrático ha celebrado la decisión del anteproyecto de la nueva Ley de Deporte, que liberalizará la obligación de convertirse en SAD, aunque ha criticado que “no se ha apostado por recortar las obligaciones excesivas”. “Se podrá elegir la forma asociativa que se quiera y me parece acertado, pero hay requisitos extras que se le van a exigir a cualquier entidad asociativa que participe”, ha subrayado, reiterando que “los legisladores no están por la labor de recortador: ha optado por mantener algo que parece injusto”.

En este contexto ha recordado que cuando se estableció la obligación de convertirse en SAD, la situación económica del fútbol nacional era “desastrosa”, por lo que se instauró un modelo ideal de responsabilidad y gestión profesional. “No hubo apenas oposición de los clubes por el escenario de que estaban, preocupados por su situación económica y necesitaban formar parte de las condiciones de saneamiento del momento”, ha señalado.

Así, ha opinadop que el régimen actual de las SAD es “excesivo” porque “nacieron y siguen viviendo bajo sospecha”, con unas “normas especiales que no proceden por el hecho de ser deportivas”.   

Luis Marin Hita asegura que cuando se estableció la obligación de convertirse en SAD, la situación económica del fútbol nacional era “desastrosa”

En este sentido, ha opinado que es acertado exigir un capital mínimo para convertirse en SAD y que las acciones nominativas son imprescindibles para evitar conflictos de intereses, y ha destacado que la normativa actual “pone trabas” a la constitución de dichas sociedades y ha lamentado que solo se pueda ser accionista media una aportación dineraria.

Asimismo, también ha recordado que hay razones deportivas en la normativa, como la prohibición de que un accionista esté en el capital de más de una sociedad. También ha criticado que “hay un exceso de intervención pública: no entiendo que con los controles que lleva una SAD, el CSD ponga en duda la auditoría y pida una complementaria”.

Por otro lado, ha defendido que se exija que sólo puedan ser gestionadas por un consejo de administración “por una cuestión y conflictos de interés” y ha destacado que “la naturaleza de una SAD no coincide con la de una SA: si ser administrador de una SA es de riesgo, de una SAD, es extremo”.  “El plan general de contabilidad tiene sus peculiaridades, con los mecanismos de control pertinentes”, ha recordado.