Entorno

Referentes. 8M 2024

Eva Vila-Massanas (WeEqual): “Se ha legislado a una velocidad más rápida que el cambio social”

La fundadora de la consultora especializada en igualdad cree que en España no falta legislación en materia de igualdad, pero sí falta una mejor implementación, así como incrementar la sensibilización en las empresas.    

Eva Vila-Massanas (WeEqual): “Se ha legislado a una velocidad más rápida que el cambio social”
Eva Vila-Massanas (WeEqual): “Se ha legislado a una velocidad más rápida que el cambio social”
“El problema clave es que no se acaban de implantar los planes de igualdad y no parece un tema relevante”, ha destacado la empresaria.

Cristina Sanchis

8 mar 2024 - 05:00

Falta conciencia de igualdad. Eso es lo que defiende a capa y espada Eva Vila-Massanas, fundadora de la consultora especializada en igualdad WeEqual. En el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer, la empresaria teoriza sobre cuáles son los cambios que las empresas deben realizar en materia de igualdad. “No falta legislación, pero la que hay no se aplica bien”, señala Vila-Massanas, que alerta de que algunos operadores prefieren la sanción a aplicar el plan de igualdad obligatorio. La ejecutiva destaca que una empresa sin diversidad tendrá menos salud y explica qué hoja de ruta deben seguir las compañías españolas para poder hacer una inclusión eficiente.

 

 

Especial Referentes
8M 2024

 

 

Pregunta: Durante los últimos años ha aumentado la cuota de mujeres en altos cargos empresariales, pero sigue estando por debajo de la presencia masculina, ¿falta legislación en materia de igualdad?

 

Respuesta: No falta legislación en materia de igualdad en España, somos de los países con más legislación en este ámbito. De hecho, es relevante el plan de igualdad vigente para todas Las empresas que emplean a más de cincuenta personas, donde se lucha por el acceso a promociones o la igualdad salarial. Sin embargo, es verdad que sólo el 30% de las empresas llevan el compliance; por eso el problema clave es que no se acaban de implantar los planes de igualdad y no parece un tema relevante. Se ha legislado antes que sensibilizado y nos ha hecho entrar en un bucle donde no falta legislación, pero la que hay no se aplica bien. Hay empresas que prefieren una sanción a llevar a cabo el plan de igualdad, por lo que se ve que hay algo que no funciona. Es un problema pensar que esto no es relevante.

 

 

P.: ¿Una empresa con menos mujeres directivas es una peor empresa?

 

R.: Efectivamente. Una empresa con menor diversidad es peor: hay muchos estudios llevados a cabo por grandes consultoras que no paran de estudiar este fenómeno. Cualquiera de las ratios que analizan para llevar a cabo los estudios demuestran que las empresas con menos salud son las menos diversas.

 

 

P.: ¿Han hecho suficiente las cuotas?

 

R.: Las cuotas han creado un debate muy politizado. Son necesarias y se ha visto en otros países donde se ha medido la implementación. Hasta que de manera orgánica no exista un cambio son necesarias. Pero su medida es relativa, y es difícil saber dónde han impactado las cuotas, pues depende mucho de la tipología de empresa. Cuando la empresa es más grande tenemos un porcentaje notable de consejeras, cuando son pequeñas y medianas empresas ya no tanto. Además, hay otro dato relevante: hay un empeoramiento en los comités de dirección, incluso las empresas del Ibex 35 también han menguado este porcentaje en 2023, que a escala general descendió hasta tres puntos. Con las pocas cuotas que tenemos no vemos mejoras considerables.

 

 

 

 

P.: Igual que hay greenwashing, hay también female-washing ¿Cómo lo podemos detectar?

 

R.: Más que detectarlo hay consignas en todas las empresas que supuestamente creen en la igualdad que se deberían respetar. La igualdad salarial es la primera: has de retribuir a sus personas por su valor y las mujeres trabajamos casi dos meses gratis por hacer lo mismo que los hombres en este país. Has de mirar si existe igualdad retributiva y cumplir. También debes tener un presupuesto dedicado a la igualdad, este presupuesto no es para la comunicación y poner globos pintados de rosa, sino para cumplir los retos. También es importante incluir mujeres en la empresa y fijarte métricas e incorporarlas al cuadro de mando de la dirección, igual que haces en el ámbito del ESG. Todos estos puntos hacen ver si de verdad estas empresas respetan la igualdad, más que la comunicación, que también es importante.

 

 

P.: La mayoría de emprendedores son masculinos. ¿Cuál es el problema?

 

R.: Hace pocos días se publicó un estudio que exponía el emprendimiento en Europa. En España tenemos una ratio muy baja de emprendimiento, alrededor del 6% y tenemos una tasa parecida entre hombres y mujeres, pero con expectativas muy diversas. Por ejemplo, las mujeres buscan “mejorar el mundo”; mientras que los hombres quieren “generar riqueza”. En las start ups tecnológicas sí que es verdad que hay muchos hombres, porque a las mujeres les cuesta mucho conseguir financiación y sin financiación no emprendes. Cuando miras la cantidad de dinero que se invierte en start ups estamos hablando de un 3% para mujeres, lo que hace que no intenten emprender o que la empresa en cuestión muera. Además, hay cifras que demuestran que, si la mujer decide emprender, la start up suele tener éxitos más altos; son métricas sorprendentes.

 

 

P.: ¿Hay sesgos inconscientes también en las generaciones más jóvenes?

 

R.: Sí. Antes había una percepción generalizada de que el cambio generacional cambiaría el panorama sexista y, aunque es obvio que hay cambios importantes, también hay una polarización en el ámbito ideológico de las generaciones mas jóvenes. Las mujeres millenials se han convertido en personas que creen más en la igualdad; en cambio, los hombres difieren 30 puntos de esa percepción. Creen que no es importante la igualdad, que se han hecho muchos cambios en esta materia y que no hace falta más. Los datos de España también muestran lo mismo y todos conocemos los datos de que niños de entre 16 y 24 años sienten que están discriminados porque hay muchos avances en igualdad. Así que vemos que siguen existiendo estos sesgos, las cosas están cambiando, pero muy despacio.

 

 

 

 

P.: ¿Cuál sería el consejo de administración ideal de una empresa?

 

R.: Mi consejo de administración sería uno diverso, con personas que tengan conocimiento del sector y con personas innovadoras de muchos sectores. Personas con diferencias generacionales y de género. Aunque parece una obviedad, estas personas deben sentirse incluidas en este círculo. Está bien tener un consejo de administración diverso, pero estas personas deben sentirse incluidas para poder tomar decisiones y hablar libremente. Si hay mujeres, pero no pueden aportar su punto de vista, el cambio no sirve para nada. Consejos mas largos, con decisiones consensuadas y reuniones; así, los resultados serán más positivos para la empresa.

 

 

P.: Para los próximos cuatro años, ¿qué le pide al Gobierno?

 

R.: Es necesaria una amplia reflexión de la sociedad, del ámbito privado y del público. En España se ha legislado mucho, pero no ha cambiado la situación. Se ha legislado a una velocidad más rápida que el cambio social. Es importante tener en cuenta que para que exista esta igualdad tenemos que cambiar las mujeres y los hombres. Las mujeres hablamos de ello, pero los hombres no y los más jóvenes son muy reticentes. Hay algo que no funciona, lo que tenemos que hacer es sentarnos en el ámbito público y hacer un diagnostico de por qué esto no está funcionado, ver qué estamos haciendo mal y luego legislar. Hace falta hacer este diagnóstico y hacer un plan de consenso y no de enfrentamiento.

 

 

P.: ¿Y a Europa?

 

R.: Lo mismo, porque está pasando lo mismo en todos los países. El cambio ideológico de las personas jóvenes es muy importante, en Alemania, por ejemplo, se está viviendo una situación muy parecida a España. Hay una disparidad muy importante entre las personas jóvenes en el tema de la igualdad. En vez de haber diferencias entre los países, la frontera está entre las generaciones. Se debe hacer un diagnóstico de qué está pasando y estudiar por qué. Esto no se está haciendo porque, desgraciadamente, sigue sin tener tanta relevancia.