Entorno

El CSD prepara una norma para facilitar las mociones de censura en las federaciones

El Gobierno convertirá en Real Decreto una orden ministerial suspendida por la Audiencia Nacional en su conflicto con la Rfef, que eliminará la obligación de mayorías cualificadas para forzar la dimisión de un presidente.

M.Menchén

15 may 2018 - 04:58

El CSD prepara una norma para facilitar las mociones de censura en las federaciones

 

 

El Gobierno no quiere que poder renovar la cúpula de las federaciones deportivas sea una quimera. El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha empezado a trabajar en un Real Decreto que permita hacer más sencillo el proceso para presentar una moción de censura, después de que la Audiencia Nacional anulara la orden ministerial que buscaba esa misma finalidad. Y el proyecto no oculta que su objetivo esencial es “poder hacer viable la posibilidad de que una mayoría de la Asamblea federativa pueda acordar el cese del representante legal de la institución”.

 

El conflicto fue iniciado en su momento por la Real Federación Española de Fútbol (Rfef), que se oponía a la orden ECD/2764/2015, que establecía los requisitos necesarios para la presentación y tramitación de mociones de censura. La misma establecía una mayoría no cualificada para que prosperaran este tipo de movimientos, y su entonces presidente, Ángel María Villar, apreció un intento del Consejo Superior de Deportes (CSD) por intentar forzar su salida desde dentro.

 

El secretario de Estado para el Deporte ya no es Miguel Cardenal, sino José Ramón Lete, pero la letra de esa música continúa sonando bien en las dependencias de la calle Martín Fierro. De ahí que se impulse un Real Decreto para corregir “la insuficiencia de rango” de la orden ministerial, que es el único motivo por el que la Federación de Fútbol ganó ese litigio. “La propia sentencia señala que es suficiente y debe compartirse la justificación de la regulación de esta materia”, recuerda el Ejecutivo.

 

 

 

 

En la exposición de motivos de la consulta pública, el organismo defiende que “resulta oportuno impulsar una regulación homogénea del sistema de presentación y tramitación de las mociones de censura, tanto para poder hacer viable la posibilidad de que una mayoría de la asamblea federativa pueda acordar el cese del representante legal de la institución, como para incluir algunos elementos que contribuyan a evitar que la tramitación de estos procedimientos perturben o alteren el funcionamiento de la institución”.

 

Es decir, que se aspira a que no sean las federaciones las que decidan individualmente cómo se resuelven estos procesos. De esta manera, confía el CSD, se evitarían casos en los que la moción no contemplara un candidato y se introducirán ciertos límites o condicionantes que impidan un uso abusivo de esta figura, para evitar que un asambleísta crítico inicie un segundo intento de revocación del presidente si pierde en primera instancia.

 

En el documento que se somete a exposición pública, el Gobierno no revela por qué tipos de mayorías se inclina, aunque en la orden de 2015 se establecía una mayoría absoluta de los miembros de la asamblea mediante votación secreta. Eso sí, deja claro que con la norma se pretenden suprimir “los efectos perniciosos que puede tener sobre la gobernanza de las federaciones deportivas españolas las previsiones contenidas en los Estatutos que exigen mayorías cualificadas para que prosperen las mociones de censura”.

 

El análisis del CSD revela que una treintena de federaciones deportivas españolas tienen en sus estatutos la obligación de conseguir una mayoría cualificada, normalmente de dos tercios, para promover una moción de censura. Una práctica que, en su opinión, “pueden propiciar el mantenimiento al frente de una federación deportiva de presidentes censurados por la mayoría absoluta de los miembros de las asambleas que los eligieron”.

 

 

 

 

Es un escenario que provoca disfunciones importantes, pues el proyecto recuerda que es una mayoría absoluta, y no superior, la que se exige “para la adopción de los más relevantes actos que adoptan estas entidades”, como la aprobación del calendario deportivo, de los presupuestos y las cuentas anuales, o la misma modificación de los estatutos, entre otros.

 

La norma también pretende establecer mecanismos con los que “superar el eventual vacío de poder que puede tener el planteamiento de mociones de censura sin candidato alternativo”, así como “evitar la presentación de mociones en determinados períodos en los que pueda quedar comprometida la estabilidad de la propia organización”. Para lograrlo, se establecerán “ciertos requisitos para la tramitación de mociones de censura, de manera que sólo puedan articularse aquellas que cuenten con un respaldo suficiente o adecuado y que puedan prosperar las que obtengan el apoyo mayoritario de los asambleístas”.

 

El último precedente en España es el de Luis Rubiales en la Federación de Fútbol. El expresidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) presentó 57 apoyos y el aval de 89 miembros para ser elegido presidente en sustitución de Ángel María Villar, contra el que se promovía la moción de censura. Sin embargo, la decisión del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) de suspender a Villar dio al traste con esta operación y supuso la convocatoria de nuevas elecciones a la presidencia, previstas para este jueves.

 

En noviembre de 2015, también se planteó una moción en la Federación de Tenis tras la inhabilitación de José Luis Escañuela (posteriormente, revocada) y el nombramiento de una gestora. Sin embargo, se acabó acordando un avance electoral entre todos los actores involucrados. Ese mismo año sí prosperó el procedimiento que se inició en la Federación de Vela, que ahora preside Julia Casanueva tras prosperar el rechazo a su antecesor en el cargo, José Ángel Rodríguez Santos.