Entorno

Beloussov (Acronis): “Un F-1 genera tantos datos como cien empleados en un año”

Serguei Belussov, fundador y consejero delegado de Acronis, una de las empresas más importantes del mundo en ciberseguridad, explica que “es mucho más importante proteger toda la información sobre el comportamiento de los jugadores y sobre los aficionados que sobre los contratos de los deportistas”.

Guillermo G. Recio

17 may 2018 - 04:58

“El deporte no será menos competitivo con el uso de la tecnología, sino que desarrollará más retos intelectuales”

 

 

Serguei Belussov es el fundador y consejero delegado de Acronis, una de las empresas más importantes del mundo en ciberseguridad. En su visita a Barcelona por el Gran Premio de España de Fórmula 1, donde cuenta con varios acuerdos para proteger las escuderías, ofrece su visión sobre cómo la tecnología puede cambiar el deporte en una entrevista con Palco23.

 

Belussov, que nació en San Peterbusgo y estudió física y tecnología en Moscú (Rusia), se nacionalizó en Singapur, donde creó el fondo de inversión tecnológico QWave Capital y forma parte del consejo del Centre for Quantum Technologies del país. En su opinión, la información almacenada por las empresas deportivas será de vital importancia tanto para la competición como para el negocio, por lo que el sector de la ciberseguridad irá entrando cada vez más en los deportes más tradicionales.

 

 

¿Por qué cada vez se le da más importancia a la ciberseguridad en todas las industrias?

 

El mundo está siendo cada vez más digital, y todo lo que nos envuelve se convierte en datos digitales. En los últimos 15 años, muchos procesos de negocio se han traducido en información, en big data. En el futuro veremos muchísimas cosas más que almacenan datos necesarios para funcionar, como los coches con autómatas.

 

¿Y cómo se protegen todos estos datos?

 

Todos estos datos deben ser protegidos. No se trata de seguridad, sino de protección, que es mucho más que seguridad. También es privacidad, autenticidad y accesibilidad. Podemos almacenar los datos en un lugar seguro, pero si no podemos acceder de una forma rápida no los podremos utilizar de la forma adecuada. Al mismo tiempo, si perdemos estos datos, tenemos que estar seguros de que podremos reestablecerlos. Y además, una de las cosas más importantes a tratar es la privacidad, que controla quién accede a esos datos y qué se hace con ellos.

 

¿Todos estos aspectos se pueden aplicar al deporte?

 

Nosotros trabajamos con la Fórmula 1, donde hay muchos datos. Pero no es una cuestión de que en la F-1 se utilice mucho este tipo de información para competir, ya que otros deportes más tradicionales como el fútbol también están empezando a implementar la inteligencia artificial para ayudar al máximo al entrenador porque se necesita ser más competitivo. Muchas disciplinas se están informatizando, aunque algunas de ellas van más adelantadas, como la MLB. La película Moneyball lo ejemplificó hace mucho tiempo, y ahora todo está mucho más sofisticado.

 

¿Qué diferencias hay con la Fórmula 1?

 

La F-1 es la competición más tecnológica del mundo, ya que por unas centésimas puedes ser campeón o no. Para hacernos una idea, un monoplaza puede generar en una carrera alrededor de 200 gigabytes de información, lo que supone que en más o menos un fin de semana se debe almacenar un terabyte por coche. Si a ello le sumamos los datos de los ingenieros, entonces podríamos hablar de petabytes al cabo de una temporada. Si lo comparamos con lo que genera una empresa de unos cien empleados al año, ellos producen los mismos 200 gigabytes que el coche durante un día.

 

 

 

 

A pesar de que el fútbol es uno de los más tradicionales, ¿también se evoluciona hacia este futuro?

 

Cada club de fútbol es un negocio, y como negocio está impulsado por fans. La información de estos miles de millones de aficionados debe estar segura. Esto nos indica que cualquier deporte, sea lo convencional que sea, tiene que estar ciberprotegido. Es verdad que si eres un club de fútbol puedes ganar partidos aunque pierdas los datos recopilados de los jugadores, algo que en la Fórmula 1 es de vital importancia. Le ocurrió a McLaren durante los tests de esta temporada, por lo que tuvieron que dejar de rodar. La pérdida de estos datos ocurre por miles de razones, y por ello todos deben tener múltiples niveles de protección, ya sea por un ataque o por un despiste.

 

¿Casos como los de Football Leaks hacen visible la vulnerabilidad de esta industria?

 

Creo que es mucho más importante proteger toda la información sobre el comportamiento de los jugadores y sobre los aficionados que sobre los contratos de los jugadores especialmente. La primera puede ayudar a ganar o perder partidos y la segunda sobre el negocio. Ahí es donde yo veo la mayor oportunidad y riesgo para el fútbol.

 

Hay reticencias sobre la aplicación de la tecnología en el deporte. ¿Cree que se logrará implantar?

 

A día de hoy lo centramos todo a la intuición del entrenador. Hay quienes indican que seremos menos competitivos con el uso de la tecnología, pero creo que no es así, ya que en realidad estamos desarrollando más retos intelectuales en el mundo del deporte. El deporte fue inventado cuando montábamos a caballo y atacábamos con piedras, pero hoy en día combatimos las guerras con drones y ataques informáticos. Y los deportes evolucionarán de la misma forma, ya que las máquinas ayudarán a los humanos a ser más poderosos. Hoy en día el primer elemento para ganar es el presupuesto. La pregunta que se plantea con la tecnología es cómo optimizar el presupuesto para neutralizar al oponente.

 

¿Cómo afecta el nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD)?

 

Creo que se trata de un proceso de regulaciones muy bueno. Es un buen paso para todo el mundo, no sólo para las empresas que nos dedicamos al sector, sino para el bien de la población, ya que la privacidad es lo que nos permite crear y tener el control de nuestras vidas y negocios. Yo diría que es como las vacunas, que más allá de protegerse a uno mismo de un virus, lo más importante es que se está protegiendo al conjunto de la población.