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Los jugadores de la NBA se niegan a no recibir una subida salarial récord en 2016

M.Menchén

12 mar 2015 - 13:59

La NBA ha firmado un contrato récord por sus derechos de televisión, que entrará en vigor a partir de la temporada 2016-2017 y que supone triplicar los ingresos anuales que han percibido hasta la fecha, con 2.666 millones de dólares anuales (2.130 millones de euros). La organización de la liga de baloncesto no quiere que ello dispare los gastos de los clubes, pero la asociación de jugadores ya ha advertido que no aceptará un incremento progresivo de los salarios y piden aplicar de forma inmediata la subida del tope de gasto para cada franquicia.

 

Lebron James, vicepresidente de la asociación de jugadores de la NBA.
Lebron James, vicepresidente de la asociación de jugadores de la NBA.

 

El tope salarial medio para la temporada actual se sitúa en 63 millones de dólares, cifra que se elevará a 68 millones en la última campaña en la que estará vigente el actual contrato televisivo. "Debido a que el tope salarial está vinculado a los ingresos, provocará que éste pueda elevarse a 90 millones de dólares de media en la primera temporada, dando a muchos equipos la opción de gastar dinero que de otro modo no tendrían", ha advertido la NBA a través de un comunicado. El organismo, presidido por Adam Silver, sería partidario de un incremento progresivo para evitar estas distorsiones.

 

¿Cuál es el temor de Silver? Esta cifra es superior al tope de gasto que tienen este año los Brooklyn Nets y los Cleveland Cavalliers, con algo más de 80 millones de dólares y que es la cifra más alta para cualquier equipo de la NBA. En este sentido, las proyecciones apuntan a que Los Angeles Lakers o los New York Knicks podrían disponer de casi 90 millones para gastar en sueldos a partir de 2016, un verano en el que Lebron James y Kevin Durant podrán negociar sus propios acuerdos como agentes libres.

 

La NBA esgrime dos razones para aplicar un aumento más progresivo en el tope salarial y que retrasaría el gasto medio de 90 millones de dólares al verano de 2017 o 2018. La liga defiende que su propuesta permitiría "fomentar el equilibrio competitivo y una mejor planificación". Además, la liga advierte de que unos "picos dramáticos en el tope salarial se presta a la imprevisibilidad, incluyendo caídas".