Los trabajadores del Zaragoza se declaran en huelga

Huelga en el Real Zaragoza. Los trabajadores del club han convocado partos para este sábado tras no haber logrado un acuerdo con la dirección sobre las nuevas condiciones laborales. La reunión, que se produjo a través del Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), se produce meses después del frustrado expediente de regulación de empleo (ERE) que pretendía aprobarse para el grueso de la plantilla no deportiva.

"El tema de la huelga es que nosotros queríamos que todos los trabajadores de la empresa privada Euroibérica que están haciendo el servicio junto a nosotros formaran parte del Real Zaragoza, a lo que se ha negado el club", defendió a la salida de la reunión el presidente del Comité de Empresa, Ignacio Guerrero.

Los cálculos de los sindicatos apuntan a que sería necesaria la incorporación a la plantilla de entre 30 y 35 personas que actualmente trabajan para el club a través de la subcontrata Euroibérica. Según Guerrero, actualmente el club tiene 80 trabajadores propios para trabajar los días de partido, cuando en su opinión harían falta entre 110 y 115 empleados.

Esta filosofía choca con la que quiere implantar el equipo directivo liderado por el presidente, Christian Lapetra, y que consiste en la subcontratación del máximo posible de servicios para diponer de mayor flexibilidad laboral, ya que en los días que no hay partido la necesidad de efectivos es muy inferior.

"Queremos que no haya una empresa de servicios que venga a ocupar unos puestos de trabajo ya que entendemos que hay una duplicidad de trabajo entre una empresa exterior y nosotros", defendió Guerrero. "Lo que nosotros tenemos entendido es que el Real Zaragoza va a seguir adelante a pesar de la huelga y que va a querer abrir las puertas de La Romareda, a pesar de que nosotros no vamos a ir a trabajar, incumpliendo así el club la ley", añadió.

El sindicato asegura que los servicios mínimos suponen que sólo trabajarán unas 22 personas, lo que según Guerreró dificultará la logística. "Con veintidós personas que son trabajadores del club y habiendo dieciocho puertas y sesenta tornos que me expliquen cómo se va a hacer. Me imagino que el club querrá abrir las puertas a costa de lo que sea y entonces, más adelante, ya se verá si se ha incumplido la ley", advirtió.