El Atlètic Barceloneta invierte 8 millones para renovar su instalación talismán

El Club Natació Atlètic Barceloneta renueva su imagen. El segundo club de natación más longevo de España ha proyectado una inversión de 8,2 millones de euros para mejorar la instalación emblema de una institución centenaria, el Centro Deportivo Municipal (CEM) Sebastià. Según ha podido saber Palco23, ya se han acometido obras y mejoras por valor de cuatro millones de euros y el club aspira a seguir por la senda de la modernización con el fin de seguir creciendo el deporte base y mejorar el servicio a los socios.

“En los últimos años nos hemos dado cuenta de que el deporte profesional se estaba comiendo espacios al área de servicio dirigido a nuestros abonados y socios”, explica Julián García, presidente del CN Atlètic Barceloneta. “Queremos reducir el desequilibrio de gasto entre la vía de negocio profesional y amateur, que es la que genera el 90% de nuestros ingresos”, admite.

De ahí que la entidad se haya empleado a fondo para modernizar la instalación: por un lado, obras por 5,9 millones en obra; por el otro, aproximadamente 2,3 millones de euros para renovar el equipamiento de fitness, dotar de fibra óptica el club, y habilitar nuevos espacios deportivos. La primera fase de obra finalizó en 2016 y consistió en construir una nueva piscina exterior junto a la playa, ampliar el gimnasio, renovar el equipamiento de cardio con Technogym y mejorar los vestuarios.

El CN Atlètic Barcelona empezó a operar en el centro municipal Sebastià en 1995, en el que ha invertido 22,5 millones de euros

Fue una decisión muy estudiada. “Estábamos creciendo en el deporte base y eso nos llevó a decidir que debíamos tener más lámina de agua, sin olvidar la zona de fitness. Hicimos un estudio que reflejó que el volumen de socios que asistían al gimnasio superaba a los que asistían a la piscina. Teníamos que mejorar ese área sí o sí”, detalla el presidente.

El lavado de cara del CN Atlètic Barceloneta no acaba aquí. En los próximos años la instalación renovará el equipamiento de musculación y la zona de aguas. También volverá a recurrir a la obra para remodelar toda la zona de spa, habilitar una sala polivalente para actividades infantiles y construir una sala de cycling en la terraza superior más digitalizada que la actual. Otra de las novedades será techar la pista de frontón exterior con el fin de construir una pista de iniciación deportiva.

“Se podrá jugar a frontón en algunas horas, pero también a fútbol y baloncesto, con el fin de iniciar a los más jóvenes en la práctica deportiva”, indica sobre una renovación con la que busca ampliar el servicio y atraer al público familiar. En definitiva, un giro en la estrategia de un club social que, si bien pertenece al socio, durante buena parte de su historia se había centrado en el área profesional.

“Cuando analizamos nuestra situación hace unos años, nos dimos cuenta de que el servicio al socio no estaba al nivel, y de que ese desequilibrio nos podría llevar al fracaso, especialmente en un contexto de irrupción de nuevos operadores muy profesionalizados”, comenta. Fue entonces cuando “decidimos que teníamos que centrarnos en mejorar el mantenimiento del club, cuidar más al socio y diferenciarnos del resto”, admite.

El club tiene la concesión de la instalación hasta 2023, plazo máximo que se ha marcado para acometer el resto de obras de mejora

Para acometer esta inversión el club ha tirado de recursos propios y endeudamiento, un compromiso al que se comprometió cuando acordó con el Ayuntamiento de Barcelona que se haría cargo de la gestión del centro municipal. La particularidad de este CEM es que es el único ubicado sobre suelo privado, propiedad del Puerto.

Desde que empezaron a operar en este centro en 1995 –antes lo había hecho en el CEM Olímpics– ha realizado una inversión de 22,5 millones de euros en la instalación y ha ganado 46 títulos nacionales e internacionales de waterpolo, incluida una Copa de Europa. A falta de cinco años para que expire el periodo de concesión, la entidad aspira a acometer el resto de la inversión, con la que alcanzarán un desembolso total de entre 25 millones y 26 millones.

La primera gran fase de ampliación empezó en 2003 y duró una década. Hasta 2013, se construyeron dos piscinas exteriores, una interior, la zona de spa, el gimnasio, más vestuarios y las pistas de pádel. “Fueron ocho millones de euros de inversión que asumimos sin subvenciones y fuimos pagando año a año. Afortunadamente no nos afectó de lleno la crisis económica”, apunta el directivo, sobre un mal que ha castigado a otros históricos como el CN Sabadell o el CN Barcelona, el más longevo del país y con el que rivaliza el Atlètic-Barceloneta.