Entorno

El deporte dos años después: cómo el Covid-19 ha cambiado el negocio, el ‘show’ y los fans

El negocio deportivo se ha tenido que reinventar tras el parón inesperado por la pandemia. Desde entonces, las entidades deportivas han dado un mayor valor al consumidor, que se ha erigido como un elemento indispensable.

El deporte dos años después: cómo el Covid-19 ha cambiado el negocio, el ‘show’ y los fans
El deporte dos años después: cómo el Covid-19 ha cambiado el negocio, el ‘show’ y los fans
El 2021 terminó como un año en el que las cadenas de fitness comenzaban a recuperarse, si bien no llegaban a las cifras pre-Covid

A. Ferrer

14 mar 2022 - 09:30

Dos años desde que cambió la historia. El 14 de marzo de 2020, el Gobierno hizo uso del mecanismo previsto en el artículo 116 de la Constitución y activó el estado de alarma con el objetivo de “garantizar la protección de la salud de los ciudadanos, la contención de la enfermedad y el refuerzo del sistema de salud pública”, según el Boletín Oficial del Estado (BOE).

 

A lo largo de estos dos años, la propagación del Covid-19 ha tenido consecuencias múltiples, afectando tanto al ámbito deportivo, social y económico, obligando a las entidades deportivas a reinventar su forma de captar nuevos ingresos mientras paraban por completo su actividad diaria.

 

 

Fútbol: restricciones, Superliga Europea y fan tokens

Con el estallido de la pandemia, los estadios se quedaron, de un día para otro, vacíos. Tras un año entero sin público y varias idas y venidas en las restricciones, finalmente los fans pudieron regresar definitivamente el pasado mayo. Pese a ello los ingresos de los clubes continúan lejos de los niveles previos al estallido de la pandemia.

 

El fútbol profesional español cerró la temporada 2020-2021 con un volumen de negocio global de 3.655 millones de euros, con un descenso del 15,4% respecto a la temporada 2019-2020. Según informa el Observatorio Sectorial DBK de Informapara la temporada 2021-2022, las previsiones de los clubes pasan por ingresar un total de 3.000 millones de euros, un 2,3% más que la pasada campaña.

 

Los cierres provocados por la pandemia pusieron de manifiesto la necesidad de diversificación de ingresos, ya que los clubes dejaron de ingresar por el del matchday, que suponía entre el 10% y el 20% de la facturación total. Los equipos apostaron por dar mayor relevancia a la digitalización y a los acuerdos de patrocinio, en los que se coló un nuevo actor, los fan tokens.

 

Para aprovechar la fidelidad de los aficionados como medio de financiación, los clubes recurrieron sucesivamente a los criptoactivos, sobre todo, después de la entrada en vigor de la prohibición de la publicidad de casa de apuestas en el sector del fútbol.

 

 

 

 

En pleno contexto de pandemia, además, el sector vivió una de sus mayores brechas con la creación de la Superliga europea, un proyecto cuyo anuncio suponía una afrenta a la Uefa y a las competiciones nacionales de fútbol, que contaba con el respaldo de los doce pesos pesados del fútbol europeo.

 

Pese a la desvinculación de nueve de los doce equipos fundadores, la Superliga siguió avanzando en la creación de su estructura jurídica con el objetivo de no ser atacada por organismos como la Uefa o la Fifa, que, desde la creación del proyecto, amenazaron a sus fundadores y trataron de terminar con el proyecto. Actualmente, la disputa por el dominio del fútbol europeo sigue librando sus batallas en los juzgados.

 

La categoría femenina del deporte rey, con años de retraso respecto al desarrollo económico en comparación con otros deportes, se mantuvo pendiente de ganar visibilidad en un momento donde se vivió una situación complicada. A pesar de considerase oficialmente como profesional por el Consejo Superior de Deportes (CSD) en 2021, no hubo acuerdo entre clubes para establecer los estatutos de la nueva competición. Está previsto que hoy se aprueben los estatutos por parte del CSD.

 

Por su parte, LaLiga vendió sus derechos audiovisuales en España para los próximos cinco años a Telefónica y Dazn por 4.950 millones de euros. Además, para asegurar la modernización de sus clubes, la patronal llegó a un acuerdo el pasado agosto con el fondo británico CVC Capital Partners para inyectar 1.994 millones de euros en la entidad a través de una cuenta en participación

 

El CSD rescata a la ACB y la Asobal

El Consejo Superior de Deportes (CSD), que ejerce las competencias de la Administración General del Estado en ámbito deportivo tuvo que salir al rescate de dos de las competiciones deportivas más relevantes en España: la ACB y la Asobal pidieron al CSD un rescate debido a la merma de ingresos por la ausencia del público en sus estadios y pabellones.

 

Antes, la presidencia del organismo registró un relevo, ya que Irene Lozano, que apenas estuvo un año al frente del CSD, dejó la Secretaría de Estado para el Deporte para poner rumbo a la política madrileña. Su relevo, José Manuel Franco, trabajó durante todo el año en la creación de una nueva Ley del Deporte, para sustituir a la aprobada en 1995 y con el objetivo de actualizar la situación jurídica de la actividad física y el deporte dentro de las competencias que ostenta el Estado y adaptar la regulación a los nuevos tiempos.

 

El fitness coge músculo de forma paulatina

El sector del fitness acusó los cierres obligados por el Covid-19. Pese a ello, las grandes compañías se digitalizaron y ofrecieron entrenamientos y contenidos para mantener activos a sus abonados, cuando tuvieron que cambiar el gimnasio por el salón de sus casas.

 

Tras la vuelta a la presencialidad, los gimnasios no lograron llenar sus centros por dos motivos: las restricciones de aforo y el miedo de los clientes a infectarse de Covid-19. No fue hasta principios de 2022 que muchas comunidades autónomas eliminaron las limitaciones de aforo en los centros deportivos.

 

El 2021 terminó como un año en el que las cadenas de fitness comenzaban a recuperarse, si bien no llegaban a las cifras pre-Covid. Según BDO, la facturación del sector creció un 24% en comparación con 2020. De cara al curso actual, algunas de las cadenas subirán la velocidad de su expansión en el territorio con la ejecución de nuevas aperturas. Es el caso de la neerlandesa Basic-Fit, que tiene previsto registrar un crecimiento anual del 58% y abrir hasta 44 nuevos gimnasios en España.