Opinión

La industria del deporte en cifras: Cinco anillos, cinco cifras y un reto

La industria del deporte en cifras: Cinco anillos, cinco cifras y un reto

Jaume García

14 jun 2018

En pleno siglo XXI la palabra deporte ha dejado de hacer referencia únicamente a “todo tipo de actividad física”, como queda recogido en la definición de la Carta Europea del Deporte de mayo de 1992, para tener consideración también de industria o sector económico. Este auge sectorial del deporte no es sólo consecuencia del creciente papel que juega el deporte profesional como espectáculo, sino también de la mayor atención a la práctica deportiva en nuestra sociedad por su incidencia positiva en ámbitos como la salud, la inclusión social, o el rendimiento laboral o académico. 

 

La evolución de los Juegos Olímpicos, desde su planteamiento amateura su posterior profesionalización, es un buen ejemplo de este fenómeno, sirviéndonos los cinco anillos, que conforman su símbolo, de referente para sintetizar en cinco cifras la importancia de esta industria.

 

La razón de ser de esta industria es la práctica de actividad física. Según la Encuesta de Hábitos Deportivos 2015, publicada por el Consejo Superior de Deportes (CSD), en España el 46,2%de la población con 15 o más años practica deporte al menos una vez a la semana. Esta cifra, similar a la media europea, está casi treinta puntos porcentuales por debajo de otros países europeos.

 

Si se utiliza una definición amplia de la industria del deporte que incluya, no sólo los productos y servicios necesarios para practicar deporte, sino también aquellos que tienen relación con el deporte sin ser necesarios para su práctica, un estudio reciente de SportEconAustriaestima que en 2012 esta industria representaba 1,1%del PIB de la economía española, cifra por debajo de la media europea y más de dos puntos por debajo de la de otros países.

 

El desarrollo de este sector también se traduce en una mayor actividad en la economía a través de la producción de los inputs necesarios para producir los bienes y servicios deportivos. En estudios que hemos realizado en el Centre d’Estudis Sports_Labde la Universitat Pompeu Fabra, juntamente con Júlia Bosch y Carles Murillo, sobre el sector deporte en Catalunya, se estima que cada euro de producción en el sector se traduce en 1,47euros de producción en la economía, efecto similar al de la fabricación de productos farmacéuticos. 

 

Este efecto arrastre de la industria del deporte también se puede expresar a través de la reducción que se produciría en el PIB si la industria del deporte comprase sus inputs en el exterior. En los anteriores estudios, se concluye que dicha reducción sería del0,42%.

 

Pero los efectos indirectos de la práctica deportiva no se reducen únicamente a su impacto en la producción de la economía. La práctica deportiva tiene efectos sobre la salud, tanto positivos como negativos, lo cual incide en los costes generados por la misma. Estudios a nivel europeo sitúan los costes atribuibles a la inactividad física en un 6,2%de los costes sanitarios totales.

 

Dada la importancia económica y social de la industria del deporte, se hace necesario reclamar un reglamento europeo que facilite la disponibilidad de estadísticas de práctica deportiva de acuerdo a unos estándares que permitan la comparabilidad temporal y geográfica. Asimismo, el mejor conocimiento de la importancia económica del sector requiere de la elaboración de una cuenta satélite para el mismo, similar a las existentes para otros sectores transversales como el turismo, la salud o la cultura.

Jaume García

Jaume García

Catedrático de Economía del Departamento de Economía y Empresa de la Universitat Pompeu Fabra e Investigador Principal del Centro de Investigación en Economía y Salud (Cres) y miembro del Centro de Estudios UPF Sports.