Media

Tobío (Repsol): "Si queremos desarrollar productos, tenemos que estar en la competición"

Guillermo G. Recio

10 feb 2017 - 05:00

Hoy en día, la relación entre las marcas y los deportistas es muy común, pero no siempre fue así. En 1969, en pleno desarrollo económico después de varias décadas de dictadura, el motor empezó a coger fuerza con carreras locales. Fue entonces cuando Repesa, que agrupaba Butano, los lubricantes Repsol y la Refinería de Escombreras (Cartagena), decidió apostar por el deporte.

 

La responsable de patrocinios de Repsol, Beatriz Tobío, explica en un nuevo reportaje de la serie iniciada por Palco23 que sus inicios en este ámbito responden a una cuestión lógica: "nació de forma natural, nosotros vendemos productos que se necesitan y si queríamos desarrollarlos teníamos que hacerlo con la competición, que es el mejor escenario".

 

Tras centrarse en varias competiciones de automovilismo como banco de pruebas, la compañía dio el salto al motociclismo en 1971, cuando estampó la R en la moto de Ángel Nieto. En un momento en el que ninguna marca contaba con un equipo propio, y sólo los fabricantes lo hacían, "la estrategia fue evolucionando hasta que el 1995 empezamos con el Honda Team".

 

Y aunque ahora también se busquen otros aspectos publicitarios, el objetivo principal sigue siendo el mismo: innovar en sus propios productos. "Nuestro centro de tecnología en Móstoles está conectado con el que tiene Honda en Saitama", explica Tobío.

 

Repsol MotoGP 650
El conjunto de MotoGP de Repsol es, junto al de Trial, su mayor apuesta por el deporte.

 

La responsable comenta que, además de perseguir el desarrollo constante de su negocio, la idea es estar cerca de sus públicos. "También realizamos patrocinios culturales o de recuperación de patrimonio histórico en según qué regiones, porque la relación con nuestros vecinos es diferente, como es el caso de la exploración y producción, por ejemplo", indica.

 

Actualmente su elenco de patrocinios deportivos incluye estar presentes en el Dakar con Isidre Esteve y tener también su propio conjunto en el Mundial de Trial, con el 20 veces campeón del mundo, Toni Bou. La única disciplina que se sale del automovilismo y del motociclismo es el equipo Bravo3 Repsol de vuelos acrobáticos. "Es una disciplina con muchos valores que compartimos, como la precisión", destaca.

 

"El objetivo es transmitir los valores de la compañía a los consumidores, porque al final se trata de crear una marca, no sólo de crear una acción de compra", asegura Tobío. La responsable considera que "sentir la marca y la experiencia" son factores fundamentales en su papel de patrocinadores.

 

Repsol aviones 650
El equipo Bravo3 Repsol de vuelos acrobáticos, patrocinado por Repsol.

 

La compañía también quiere inculcar ese propósito a los más jóvenes, por lo que patrocinan a la escuela Monlau Repsol Technical School y a las carreras FIM CEV Repsol International Championship, "un compromiso con las nuevas generaciones para que lleguen a sus sueños. Tanto los pilotos como los técnicos se merecen una formación".

 

Aun así, la joya de Repsol es el equipo de la máxima categoría del motociclismo. "Se trata de un patrocinio global, para los más de 90 países donde desarrollamos nuestra actividad. Ahora tenemos la suerte de contar Marc Márquez y con Dani Pedrosa, pero no siempre hemos tenido pilotos españoles", recuerda.

 

A su vez, es en el Repsol Honda Team donde tienen más relevancia las activaciones del patrocinio. "La semana pasada, por ejemplo, en la presentación del equipo en Jakarta sorteamos varias experiencias a los aficionados de Indonesia", ejemplifica. La responsable señala que ponen en marcha "una gestión 360 grados, desde promociones en estaciones de servicio hasta utilizar las redes sociales para crear una comunidad de seguidores"

 

En España, una de las acciones que más éxito ha tenido es la exposición Repsol Racing Tour. Esta iniciativa itinerante, que lleva cuatro años por el país, cuenta con fotografías, motos y artículos de toda la historia de la compañía en el patrocinio deportivo. De momento, ya son casi 50 años apostando por él, y por falta de gasolina no será.