Orange deberá pagar 3,6 millones de euros a Mediapro

Mediapro gana a Orange en los tribunales. El Tribunal de Comercio de París ha accedido este lunes íntegramente a las pretensiones de Mediapro Sport France y, ha ordenado a Orange abonar la cantidad de 3,6 millones de euros.

Mediapro había pedido el pago de las cantidades adeudadas por Orange en virtud del contrato de distribución del canal Téléfoot, pagado por los aficionados de Orange durante la temporada 2020- 2021 por la suscripción. Estas candidades correspondían a importes ya recibidos por Orange de sus clientes que se habían suscrito a Telefoot en 2020-2021.

El canal había presentado una demanda ante la justicia el pasado 30 de abril después de que las dos partes no consiguieran alcanzar un acuerdo tras el cese de la transmisión de la Ligue-1 y la Ligue-2. Orange había argumentado que tendrá unas pérdidas de seis millones de euros a causa de la interrupción anticipada del contrato. 

Orange había argumentado que tendrá unas pérdidas de seis millones de euros a causa de la interrupción anticipada del contrato

Tras meses de conflicto por el impago de Mediapro a la Liga Francesa de Fútbol profesional (LFP), el 11 de diciembre la compañía española pactó devolver a la LFP los derechos hasta la temporada 2023-2024. El pacto implicó el cierre de Téléfoot, la cadena de la compañía española desde la que retransmitía la Ligue-1 y la Ligue-2.

La empresa española tampoco abonó las cantidades adeudadas con el fútbol francés: un pago de 172,3 millones de euros vencido en octubre y otro de 152,5 millones de diciembre correspondientes a parte de los derechos de la temporada actual. El cierre del contrato se saldó con un pago por parte de Mediapro de cien millones de euros.

Creada en 1994 y liderada por Jaume Roures y Tatxo Benet, Mediapro se ha consolidado como uno de los grandes grupos audiovisuales de la industria deportiva en el mundo. Mediapro cerró el ejercicio en 2020 con unos ingresos de 1.115 millones de euros. El grupo, que no ha hecho público su resultado neto, registró un resultado bruto de explotación (ebitda) negativo de 215 millones de euros, frente a los 224 millones de euros en positivo de 2019.

Las previsiones del grupo para el presente ejercicio pasan por alcanzar una facturación de 1.237 millones de euros, lo que supondría un crecimiento del 10% respecto a 2020. La compañía también confía en obtener un ebitda positivo de 124 millones de euros.