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Olympic Channel: 490 millones de euros para convertirse en el mayor altavoz del deporte olímpico

Una de las mayores sedes del canal creado por el COI se encuentra en Madrid, una ciudad que se ha convertido en el epicentro de las retransmisiones del movimiento olímpico. Allí trabajan más de 200 profesionales con un claro desafío: generar engagement con las nuevas generaciones y ampliar audiencia durante el ciclo olímpico.

Patricia López

27 nov 2018 - 04:59

En Madrid se encuentra una de las pocas sedes de Olympic Channel en el mundo

 

 

Están a punto de cumplirse cuatro años desde que el Comité Olímpico Internacional (COI) dio el pistoletazo de salida a una nueva carrera: la de la visibilidad mediática. En 2015, el organismo aprobó el lanzamiento de Olympic Channel con la visión de llevar el deporte olímpico a cualquier parte del planeta. “Es un paso adelante histórico”, definió Thomas Bach, presidente de la entidad y capitán de una nave, el Movimiento Olímpico, que pretende seguir siendo relevante en una sociedad que cada vez cambia más y con mayor celeridad.

 

Prueba de la confianza que el COI ha depositado en Olympic Channel es que ha destinado 490 millones de euros para financiarlo hasta 2021, lo que representa un 8,5% de la facturación que el organismo logró en el ciclo 2013-2016, según el resumen anual del COI de 2017 al que ha accedido Palco23. La visión del proyecto no está tan enfocada a la promoción del deporte, sino a la visibilidad de las disciplinas no mayoritarias durante la olimpiada, que es el periodo entre Juegos Olímpicos.

 

“Recibimos un pico de audiencia durante los Juegos Olímpicos de verano y de invierno, pero entre edición y edición no. Este proyecto busca mantener la estabilidad en la audiencia y a los aficionados fieles”, explica José Domínguez, director de servicios de negocio en Olympic Channel. ¿El canal? Un portal web y una aplicación para dispositivos móviles que permite seguir competiciones de manera gratuita y de 67 disciplinas olímpicas a cambio de un registro a través del correo electrónico o las redes sociales.

 

 

 

 

Dominguez trabaja en Madrid, donde el canal tiene su mayor centro de operaciones técnicas y de producción a nivel internacional. En Lausana (Ginebra) se encuentra la sede y el departamento comercial y de distribución. La elección de la capital española como epicentro mundial de la retransmisión olímpica no es baladí. Desde 2001, allí opera Olympic Boradcasting Services (OBS), una filial del COI encargada de gestionar y facilitar las imágenes y el sonido de los Juegos Olímpicos a los medios de todo el mundo.

 

El comité ha financiado la operativa de OBS en España desde sus orígenes, con una inversión de 250 millones de euros por cada ciclo olímpico. Ahora, Olympic Channel y OBS comparten sede, crean sinergias y centralizan la producción de contenidos en un edificio que almacena hasta 150.000 horas de vídeos relacionados con el deporte: desde retransmisiones hasta series documentales, pasando por highlights.

 

Esta información se almacena en una caja negra, un robot, que contiene todo el archivo olímpico, y al que se recurre cuando se producen nuevos contenidos. Sólo hay otras dos cajas negras en el mundo, una en Lausanne, y otra copia cuyo paradero es confidencial. “Ponemos este servicio al alcance de nuestros stakeholders, como son las federaciones internacionales y los patrocinadores, ya que muchos no tienen imágenes de archivo”, describe Domínguez, sobre la posibilidad de comercializar el contenido.

 

 

 

 

 

Las federaciones y comités olímpicos nacionales, en tanto que participantes críticos de los Juegos, tienen acceso a estos documentos bajo unas condiciones concretas, mientras que a los patrocinadores y a los operadores televisivos se les cede un número determinado de horas de acceso al archivo, que están estipuladas en los contratos que firman.

 

Más allá de que Olympic Channel suministre ayude a visibilizar el deporte, las oficinas en Madrid también actúan como centro de operaciones de las federaciones. Por ejemplo, algunos organismos cuentan con narradores y comentaristas en cartera para retransmitir las competiciones. Años atrás, el periodista debía desplazarse hasta el evento, pero ahora puede hacerlo desde la sede de Madrid. “Para la federación es muchísimo más barato enviar a la persona a Madrid que hacerlo a Shanghái. Aquí trabajan cuarenta nacionalidades diferentes”, señala Domínguez.

 

De este modo, el canal llega a múltiples mercados con empleados locales, lo que les permite saber cómo comunicar con un país o qué redes sociales hay que utilizar para conectar con el público en cada región. “Hay diferente implantación de distintas redes en cada país, y tener un equipo formado por tantas nacionalidades nos ayuda a dar con el canal adecuado”, sostiene el directivo.

 

 

 

 

En total, OBS tiene 200 empleados en Madrid, a los que se suman 100 profesionales más que Olympic Channel tiene repartidos entre esta ciudad y Lausanne. El 48% de los empleados de la oficina en Madrid son españoles y la masa salarial total asciende a 21 millones de euros al año, según datos del organismo.

 

Tras dos años en el aire, el canal ha creado más de 11.500 piezas de todas las disciplinas olímpicas, ha generado contenido disponible en once idiomas y ha creado una comunidad global de ocho millones de seguidores en redes sociales. Un 82% de ellos son menores de 35 años. Pese a que las redes son una canal de conexión vital para la entidad, no se plantea la posibilidad de retransmitir en directo en Twitter o Facebook. “No lo hacemos por motivos de monetización. No podemos dar a Facebook, por ejemplo, la posibilidad de monetizar un contenido por el que no ha pagado”, admite el jefe de servicios de negocio de Olympic Channel.

 

Ahora, el canal espera seguir trabajando en múltiples desafíos, como la captación de público y la fidelización. “De media una persona de los Juegos Olímpicos sigue cinco deportes, una cifra que se reduce a menos de tres durante la olimpiada. Queremos generar engagement entre Juegos”, afirma Domínguez.

 

 

 

 

En un momento en que los principales deportes en cuanto a seguimiento, como el fútbol o el baloncesto, han dejado de emitirse en abierto, Olympic Channel se presenta como un canal que retransmite centenares de competiciones en directo de manera gratuita. Hacer que el mundo sepa que este servicio no es de pago es uno de los retos subyacentes del canal.

 

“Intentamos activar a las audiencias locales a través de las federaciones internacionales. A través de ellas, un gran aficionado del tiro con arco debe saber que puede seguir los eventos en Olympic Channel. Si no lo hace, ahí tenemos un área para mejorar, pero no nos olvidamos de que debemos expandirnos hacia el público que no es un core fan de una disciplina concreta”, señala. De conseguirlo, el canal logrará la misión de hacer que la llama olímpica se extienda durante toda la olimpiada.