‘Millennials’ y ‘generación Z’, los más infieles a las plataformas de TV

Mientras muchos ven el futuro en Facebook y Amazon, en la industria del deporte se están abriendo camino de forma paulatina otros servicios de vídeo bajo demanda como Dazn, Eleven Sports Network o las versiones digitales de Eurosport y beIN Sports. Muchos temen cuál será el impacto que a futuro pueda tener en el volumen de ingresos por televisión, pero la tendencia se dirige claramente hacia esas nuevas formas de consumo. Hoy, el 40% de los menores de veinte años asegura que planea no pagar por servicios de televisión tradicionales en favor de las plataformas online, según un estudio de Nielsen.

Se trata de la conocida como generación Z, que son aquellas personas cuya edad oscila entre los 15 y los 20 años, por lo que ya han nacido al calor del iPhone. A nivel mundial, la encuesta de la consultora señala el 31% de estos consumidores ya tiene contratado un servicio como el de Netflix o HBO, por ejemplo, un porcentaje idéntico al de los millennials. Ahora bien, en esta segunda generación, que hoy tiene entre 21 y 34 años, hay más reticencias a abandonar la televisión de pago tradicional.

En este segundo grupo, un 73% afirma que en el hogar donde reside tienen contratado el cable o el satélite, modalidad que en España se refiere al acceso IP como el de Movistar+ o Vodafone TV. Eso sí, un 38% de este segmento de la población también se plantea rescindir contratos para abrazarse al video on demand (OTT), sólo dos puntos menos que en el caso de la generación Z, en la que un 70% tiene contratos con los principales proveedores de ofertas paquetizadas, según el estudio de finales de 2016.

La consultora señala que este cambio en los hábitos de consumo “crea amplias oportunidades para los consumidores que tienen un mayor control que nunca sobre lo que miran”, aunque no se atreve a predecir en qué momento se producirá un vuelco significativo. Y a favor de los operadores del modelo tradicional juega el hecho de tener en su bando a los babyboomers, pues sólo un 15% prevé cancelar sus servicios actuales para abrazar las plataformas OTT.

Se trata de los mayores de 50 años, que hoy suponen la principal fuente de ingresos en la mayoría de hogares, especialmente en aquellos donde todavía viven las generaciones Z y millennials. Ellos, sus padres y los que teóricamente abonan las facturas, son usuarios de la televisión de pago en un 64% de los casos y sólo un 15% se ha suscrito a Netflix o similares. Más difícil lo tienen estos nuevos proveedores de contenidos entre los mayores de 65 años, pues ahí sólo un 9% se plantearía un cambio y apenas un 6% asegura tener contratados servicios online.

“No hace mucho tiempo, mirar la televisión significaba sentarse frente a la pantalla de su sala de estar, esperando a que un programa favorito apareciera a la hora establecida”, recuerda Nielsen, sobre el impacto que esto también tendrá en la forma de monetizar las inversiones que realizan las cadenas de televisión en contenidos audiovisuales, sean en formato corto o largo. “Muchos proveedores tradicionales de televisión, incluidas las cadenas y los distribuidores de programación de video multicanal, están reevaluando sus modelos comerciales”, añade.