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La TV de pago crece un 13,6% en 2017 y ya roza los 2.000 millones de euros en España

Movistar+, que representa el 81% de todo el negocio, concluyó 2017 con 3,85 millones de abonados, frente a los 1,4 millones de Vodafone y los 605.690 de Orange. En total, en España hay 6,59 millones de suscriptores a estas plataformas. En total, el negocio de las televisiones generó 8.237,55 millones de euros en 2017.

M.Menchén

4 may 2018 - 04:55

 

La TV de pago crece un 13,6% en 2017 y ya roza los 2.000 millones de euros en España

 

 

La televisión de pago continúa creciendo con paso firme en España. Los ingresos por abonados de las plataformas existentes en el país crecieron un 13,6% en 2017 y alcanzaron los 1.968,89 millones de euros, con un claro dominador: Movistar+. El producto de Telefónica copó el 81% de todos los ingresos, lo que demuestra su mayor capacidad de ingresar por cada uno de sus clientes, que representan el 58% del total. Unos datos que sigue con interés la industria del deporte, consciente de que las renovaciones al alza de sus contratos depende del aumento del consumo por suscripción. En total, la industria de la televisión obtuvo unos ingresos de 8.237,55 millones de euros, un 4,5% más.

 

En otras palabras, el grupo español de telecomunicaciones logró facturar casi 105 euros aproximadamente por cada uno de sus clientes durante el último trimestre el año anterior. Esta cifra está por encima de los 49,4 euros de Orange y los 42,9 euros que obtendría Vodafone, según los cálculos realizados por Palco23 a partir de los datos hechos públicos ayer por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (Cnmc).

 

Otro de los datos que se desprende de las estadísticas oficiales es que el volumen de ingresos crece mucho más rápido que el de la base de abonados, que creció un 8,7% y se situó en 6,59 millones de accesos. La oferta que más rápido creció es la de Vodafone, que se disparó un 35% y cerró 2017 con 1,4 millones de clientes de TV de pago, mientras que Orange creció un 22,9%, hasta 605.690 personas.

 

Movistar+, por su parte, avanzó un 5,5% y, con 3,85 millones de personas, ha recuperado el terreno perdido desde que alcanzó máximos en 2015 al integrar los clientes de Digital+ con los de su servicio propio a través de televisión IP, el sistema más usado en España. Este formato representa a cuatro  millones de usuarios, por los 788.971 del satélite (hace un año superaba el millón), y los 1,45 millones de usuarios de televisión por cable. Los servicios Web TV (que incluyen a Rakuten TV, beIN Connect o Filmin, pero aún no a Netflix y HBO) sumaban 345.034 miembros al cierre de 2017, un 52% más interanual.

 

 

 

 

 

 

El problema son los bajos ingresos que aún generan, ya que este tipo de propuestas logró facturar 18,9 euros de media por cliente durante el último trimestre. Esta importante diferencia respecto a las telecos es la que siembra dudas sobre cuál puede ser el impacto definitivo que tenga la transformación de la industria audiovisual en la del deporte. Sin ir más lejos, LaLiga se ha plantado y, si las grandes compañías no presentan ofertas que en conjunto superen los 1.300 millones de euros anuales, ya ha anunciado que adelantará planes y creará su propio servicio over the top (OTT).

 

Es uno de los motivos por lo que Javier Tebas, presidente de LaLiga, considera que aún será necesario un ciclo audiovisual en el que los lotes más importantes recaigan en las telecos. Es más, en los pliegos diseñados para adjudicar las retransmisiones entre 2019 y 2022 ha creado un lote por el que un solo operador podría pujar por tener todos los partidos de Primera División en exclusiva, a excepción del reservado para el abierto.

 

Esa fórmula permitiría a Telefónica optar a realmente ser la única plataforma con todo el fútbol español, ya que en función de los precios hay rivales que no están dispuestos a pujar. El ejemplo más claro es el de Vodafone, que directamente no ha presentado oferta a Mediapro para incorporar el canal beIN Sports a partir de 2018-2019, cuando toda la Champions League y la Europa League se emitirán en cerrado. Ahora bien, su consejero delegado, Ángel Vilá, señaló recientemente que tampoco avalan pagar un mínimo garantizado y reclaman pagar por cada usuario real que quiera el fútbol.

 

La compañía británica argumentó que sólo un tercio de sus clientes de TV de pago están suscritos al fútbol, unos registros que en su opinión no le permiten cubrir los pagos mínimos garantizados que en su día acordó con Mediapro. Es más, cifró en 40 millones de euros las pérdidas que le genera comprar los dos canales de beIN y El Partidazo, con los que factura unos 200 millones de euros. Orange, por su parte, ha pujado a la baja por el dial que emitirá la máxima competición continental y se desconoce cómo se posicionará con el fútbol.

 

En total, la industria de la televisión obtuvo unos ingresos de 8.237,55 millones de euros, un 4,5% más. La mayor parte del paste corresponde a los ingresos publicitarios, que mejoraron un 2,6%, hasta 2.204,6 millones de euros, seguidos por las cuotas de abonados (1.968,9 millones, un 13,6% más) y las subvenciones a la televisión pública (1809,79 millones, un 3,1% más).