Media

It's business or not?: cuando el jugador no quiere ser parte del negocio

Mientras que los jugadores de la NBA entienden que su presencia en actos publicitarios hace crecer el negocio y sus salarios, varios clubes de La Liga lamentan la escasa implicación de los futbolistas.

M.Menchén

9 jun 2017 - 04:59

san antonio spurs anuncio

 

Estos días los futbolistas disfrutan de sus vacaciones y muchos cumplen sus contratos publicitarios con diversas marcas. Sin embargo, la predisposición de muchos deportistas a la hora de satisfacer a los patrocinadores se reduce a mínimos cuando es el club el que les pide que acudan. Una problemática que tensa a los directivos, conscientes del impacto negativo que tiene esa actitud a la hora de optar a mejoras contractuales, y que choca con las formas en Estados Unidos.

 

“Estamos a años luz de esa mentalidad”, explica en privado el director comercial de un club de La Liga, sobre cómo ha conseguido la NBA convencer a sus jugadores de la importancia de ser proactivos con las marcas. Un ejemplo práctico: el año pasado, en la presentación del patrocinio global de Gillette con el FC Barcelona, Neymar llegó una hora tarde en un día que los jugadores no tenían entrenamiento.

 

It’s business or not?”, resume Chus Bueno, vicepresidente de la competición en Europa, Oriente Medio y Norte de África, para ejemplificar la conciencia que tienen los jugadores de la liga sobre la importancia que ellos tienen a la hora de generar negocio.

 

Bueno, que participó en una jornada sobre innovación y talento de la Fundación de La Liga, explica que el camino para llegar a este grado de implicación es largo, y fruto de la constancia. “Todos nuestros jugadores pasan por el Rookie Transition Program para que entiendan la empresa. Deben reconocer cuáles son las buenas prácticas para que generemos negocio, porque 50% del dinero va a sus sueldos”, argumenta.

 

 

Se trata de una semana intensiva, en que mañana y tarde reciben formación sobre todo tipo de cuestiones. “Educamos mucho la comunicación en redes sociales, que entiendan cuál es su marca y que su talento y su imagen estén alineados con la empresa y su forma de trabajar”, añade. Algunos clubes han planteado que sea la propia patronal presidida por Javier Tebas la que promueva iniciativas de este tipo, al igual que ya se les dan charlas sobre integridad o reglamento.

 

Por el momento, la próxima temporada se estrenarán sanciones económicas para aquellos clubes que no cumplan la obligación de que un futbolista atienda a las televisiones con derechos, ya que la norma establece que es la cadena y no cada vestuario la que puede elegir el protagonista. “Los jugadores precisan esta ayuda, aunque jamás lo admitirán”, enfatiza Bueno.

 

“El problema está en los vestuarios, donde se ha generado la idea de que los jugadores que acuden a los eventos o atienden a las televisiones son el tonto del grupo”, lamenta un exfutbolista que hoy ocupa una alta responsabilidad en un equipo de La Liga. “Debería ser un tema de reglamento interno de los clubes. Nosotros como agencia intentamos que todas las partes se pongan de acuerdo”, opina Rayde Luis Báez, director general de WWP en España.

 

“Contar con los jugadores, incluso con leyendas, te permite elevar la calidad de la activación, darle al patrocinio un enfoque más personal y conectar directamente con el aficionado”, explican desde Up2You Sports Marketing, agencia que trabaja en planes de ejecución de patrocinios con marcas como Damm o Volkswagen. Sin embargo, esa complicidad entre entidades y futbolistas no siempre es tan sencilla.

 

Un club de la zona media de la Liga Santander comenta que para ellos no es tan fácil lograr esta implicación, ya que su presencia en un acto publicitario rara vez se traduce en ingresos directos para el jugador. “Cuesta muchísimo hacerles ver que de su participación también depende que mantengamos un cierto nivel de ingresos para poder pagar lo que les pagamos”, defiende otro ejecutivo. Un vistazo a las cuentas anuales lo confirma, ya que son muy pocos los que ofrecen pagos en concepto de derechos de imagen.

 

Fuentes conocedoras de la última negociación del convenio colectivo señalan que ya se intentó, sin éxito, que en ese documento se recogiera la obligación de los futbolistas a participar en eventos publicitarios si así se lo requerían, como una parte de sus condiciones laborales. “En la NBA, de la mano del sindicato de jugadores, también se les enseña a planificar sus finanzas y hacer presupuestos”, indica Bueno, sobre la sintonía que allí sí existe.

 

Báez, que anteriormente trabajó en la Euroliga, también incide en el rol de la educación que deben ofrecer las propiedades a sus atletas, y recuerda que la competición europea de baloncesto lleva unos años trabajando en ello. “Ayudó mucho que hubiera jugadores americanos, aunque fue duro. Sin embargo, hoy ya se hacen varios media day que funcionan”, explica. “El proceso de educación pasa por hacerles entender que es una plataforma para ellos mismos”, añade.