Media

El podio de Plátano de Canarias: ‘running’, ciclismo y Belmonte para llegar al atleta de élite y ‘amateur’

La marca, que destina un 12% del presupuesto de márketing al patrocinio deportivo, asegura que la clave de su activación está en “tener claro que no puedes utilizar a los atletas como un mero escaparate, y aprovechar que ellos ya consumen el producto de por sí”.

P. López

6 mar 2020 - 04:58

Plátano de Canarias destina un 12% de su presupuesto de márketing al patrocinio deportivo

Mireia Belmonte y Martín Fiz,  embajador de la Liga Nacional de Running Plátano de Canarias.

 

Hay pocos alimentos tan vinculados a la práctica deportiva como el plátano. La fruta ha conseguido posicionarse como producto necesario para todo practicante, sea profesional o amateur, y Plátano de Canarias ha aprovechado esa realidad para darse a conocer en el mercado. La compañía patrocina a Mireia Belmonte, ha lanzado su propio circuito de medio maratón con las cinco principales citas del país y ha diseñado una estrategia de patrocinio deportiva basada en apoyar al deporte de alto nivel para llegar al público no profesional, es decir, al grueso de su clientela.

 

La empresa también ha sido espónsor de Carolina Marín y de la ACB, y el año pasado colaboró con La Vuelta al firmar un acuerdo que “nos permitió tener visibilidad en las salidas de etapa y entrada a meta, lo que nos dio presencia por toda la geografía nacional”, explica el gerente y director de márketing de Plátano de Canarias, Sergio Cáceres, en un nuevo capítulo de la serie iniciada por Palco23 sobre la estrategia de patrocinio de las marcas.

 

La compañía, que está centrada en el mercado nacional, vio con buenos ojos este acuerdo por la exposición de marca que le ofrecía. “Estábamos presentes en un corto periodo de tiempo y en un espacio visitado por muchas personas”, explica, sobre una táctica de “menos es más”. Es una visibilidad parecida a la que aporta la Liga Nacional Running Plátano de Canarias, que patrocina los cinco principales medios maratones del país en Sevilla, Barcelona, Madrid, Valencia y San Sebastián.

 

 

 

 

“No es casualidad que apoyemos el medio maratón, ya que lo que buscamos es llegar al practicante con hábitos saludables pero que no es profesional; el plátano es un producto obligatorio en todas las carreras, y queríamos tener exposición en esos eventos para acompañar a los que corren y a sus familiares, que también asisten a la prueba”, explica. De este modo, la marca se apoya en el deporte para reforzar la vinculación del producto a este ámbito y estar en nuevos momentos de consumo. “No queremos ser sólo un alimento para consumir después de entrenar, sino también entre horas”, apunta.

 

Más allá de la visibilidad en las pruebas, la compañía busca prestar servicios de alimentación saludable a los participantes. “Tenemos claro que cuanto más sano coma la gente, más plátano va a consumir, y queremos que la gente sepa cómo aplicar la ingesta de fruta mientras entrena o compite, cómo combinarlo y generar conocimiento en ese ámbito”, afirma.

 

La empresa destina un 12% de su presupuesto de márketing al patrocinio deportivo, y uno de sus mayores activos es Mireia Belmonte. En el patrocinio de deportistas, Cáceres asegura que la asociación de valores es fundamental. “Su talento, trabajo y esfuerzo le ha hecho llegar a lo mas alto, aunque, a priori, físicamente no cumple con el patrón que siguen otros grandes nadadores; encontramos un paralelismo con Plátano de Canarias, ya que no es una fruta a priori muy atractiva, pero aporta sabor y energía”, comenta.

 

El hecho de que Belmonte sea “una figura histórica en un deporte altamente competitivo” también fue fundamental para ficharla como embajadora, a pesar de que la natación no ofrece ventanas de exposición constantes. “Queremos apoyarla cuando no compita y la exposición es menor, mostrarle la fidelidad que nuestros clientes tienen con nosotros”, afirma.  Cáceres defiende que, al activar el patrocinio, es clave tener en cuenta que “no puedes usar los canales de comunicación digital de los atletas como una valla publicitaria”, sino “hacerles conocer el producto, con el plus de que normalmente lo consumen, lo que no deja de generarnos una ventaja”.

 

Eso sí, está el hándicap de querer activar en un momento de mayor exposición, como por ejemplo semanas antes de los Juegos Olímpicos. “Sus entrenamientos y competiciones son complejas, y cuadrar grabaciones no siempre es fácil”, reconoce. “La clave está en tener claro que no puedes utilizar a los atletas como un mero escaparate, y aprovechar que ellos ya consumen el producto de por sí”, confiesa.