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El ‘bazar’ del fútbol argentino: los clubes lucen hasta ocho logos por camiseta

Un informe, elaborado en 2019 por la AFA y la Fifa, revela que los clubes sobreexplotan su equipación en aquellos equipos que, paradójicamente, menos negocio obtienen por la vía del patrocinio.

Matere García

30 mar 2020 - 04:58

El ‘bazar’ del fútbol argentino: los clubes lucen hasta ocho logos por camiseta

 

 

La exclusividad del patrocinio en una equipación no es algo que se estile en el fútbol argentino. Buena parte de los clubes de la Superliga han convertido sus camisetas y pantalones en un auténtico bazar de marcas, que apenas dejan respirar a los colores que le identifican con su afición. El récord se lo llevan Unión, Atlético Tucumán, Huracán y Defensa y Justicia, con hasta ocho logos en 2019, según un estudio elaborado por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y la Fifa.

 

El caso se agrava en la Segunda División, donde hay equipos con diez y hasta once partnersdistintos, que hacen que las dos categorías profesionales del fútbol argentino sumen 64 marcas en sus camisetas. En el apartado técnico, Kappa domina con cinco clubes, mientras que Nike, Under Armour, Kelme, Mitre Sports o Hummel se conforman con dos. A partir de aquí, la amalgama de proveedores es amplia, con una veintena de empresas distintas.

 

En una imagen muy similar a la del fútbol español antes de la crisis económica, la Administración tiene una fuerte representación, con 89 contratos comerciales a través de distintos organismos con los clubes de Primera y Segunda en Argentina, el 20% del total. El sector sanitario, con 54 contratos, así como comunicación, transporte y banca, con una veintena cada una, son las industrias que más apoyan a este deporte.

 

 

 

 

La paradoja de esta situación es que, pese a la sobreexplotación, no son ni de lejos los que más ingresan por márketing; es más, se encuentran entre los más dependientes de los derechos de televisión. Y eso que en Argentina el verdadero elemento que marca diferencias de presupuesto es la implantación de los clubes.

 

Las retransmisiones suponen el 74% de los ingresos para Defensa y Justicia supone un 74%, mientras que para Unión, Tucumán, Huracán o Argentinos Juniors representan un 45% del presupuesto. Por el contrario, la partida de ticketing no supera el 43% de la facturación y está muy lejos de igualar los porcentajes de los equipos grandes. 

 

Por el contrario, River Plate, Boca Juniors, Independiente, Racing o San Lorenzo consiguen un 65% de sus ingresos con las cuotas de socios y abonados, así como la venta de entradas. El club de la Bombonera manejó en 2019 un presupuesto de 3.800 millones de pesos (53,6 millones de euros) y el de Monumental facturó 4.684 millones de pesos (66 millones de euros). Por el contrario, los clubes pequeños apenas llegan a los 10 millones de euros de presupuesto.

 

No es para menos, pues Boca contaba en 2018 con 206.078 socios, por los 151.435 de River o los 83.428 de Independiente. Al otro lado de la balanza de Primera estaban Godoy Cruz, con apenas 3.000 miembros, pero otros equipos más conocidos internacionalmente, como Argentinos Juniors o Huracán, que no superan los 20.000 abonados.

 

 

 

 

En el cómputo general, la Superliga del fútbol argentino registró una media de 20.822 espectadores por partido en la última temporada, lo que representa un poder de convocatoria superior al de Brasil, con 19.959 aficionados. Sin embargo, todavía está lejos de alcanzar las cifras que registró la otra competición importante de Latinoamérica, la Liga MX de México, que registró 29.519 espectadores por encuentro, un 42% más.

 

La AFA concluye en su informe que “la industria del fútbol está funcionando al 20% o el 25% de su potencial máximo”. En su opinión, y una vez analizados todos estos datos, “ha alcanzado un nivel de ingresos importante, de manera que tanto clubes como ligas o federaciones se están conformando, pero hay mucho margen”. ¿La receta para crecer? “Todos dicen que los aficionados son lo más importante, pero en realidad nadie los conoce”, afirma el organismo.

 

Este plan de relanzamiento del fútbol profesional pasa también por una reordenación de las estructuras, que supondrá que la Superliga vuelva a estar bajo el paraguas de la federación. Este cambio provocó la dimisión del presidente, Mariano Elizondo, cuyo puesto ha sido asumido por Marcelo Tinelli, a su vez máximo dirigente de San Lorenzo.