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Los dueños de la ‘tele’

Bein Sports, el gigante qatarí que acapara el deporte mundial en Oriente Próximo

El grupo audiovisual con sede en Doha tuvo un fugaz paso por España, donde durante tres años contó con los derechos audiovisuales de LaLiga, Copa del Rey, Premier League, Ligue 1 y Serie A, antes de cesar sus operaciones en 2018.

Bein Sports, el gigante qatarí que acapara el deporte mundial en Oriente Próximo
Bein Sports, el gigante qatarí que acapara el deporte mundial en Oriente Próximo
Bein Sports dio el salto al mercado europeo cuando en 2011 se hizo con los derechos de la Ligue 1 en Francia.

Albert Martínez

14 dic 2022 - 05:00

Bein Sports, la otra gran apuesta de Qatar por el deporte. La plataforma qatarí de canales deportivos se ha convertido desde su nacimiento hace una década en el gran gigante audiovisual del deporte en Oriente Próximo y el norte de África, donde cuenta con los derechos televisivos de más de cincuenta competiciones.

 

Con sede en Doha, la plataforma inició su camino en 2004 bajo el nombre de Al Jazeera Sports y ese mismo año se hizo con los derechos de la Eurocopa 2004 y los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. En junio de 2011 la compañía echó la vista al exterior, cambió su nombre a Bein Sports e ingresó en el mercado europeo con una filial en Francia, desde donde se hizo con los derechos de la Ligue 1 por noventa millones de euros.

 

Ese mismo año, adquirió los derechos de la Champions League, la Europa League y la Eurocopa 2012. Desde entonces, el grupo fue adquiriendo derechos deportivos en todo el mundo, a la vez que creaba filiales, lo que le permitió llegar a operar en España, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Turquía, Hong Kong, Singapur, Brunei, Malasia, Indonesia, Filipinas y Tailandia.

 

 

En 2015, el operador desembarcó en España y Mediapro se hizo con el 50% del control de la cadena en el país. Emitió a través de la plataforma over-the-top (OTT) Bein Connect y a través de Movistar Plus, Vodafone TV y Orange TV. El grupo sucedió a Gol TV, heredando a sus empleados y conservando los derechos deportivos con los que contaba el grupo.

 

En sólo tres años, Bein se hizo en España con los derechos de LaLiga, la Copa del Rey, Primera Femenina, la Champions League, la Europa League, la Ligue 1 y la Serie A. Sin embargo, el 9 de agosto cesó sus operaciones tras perder a sus competiciones más emblemáticas y vendió los pocos derechos de los que disponía a Movistar Plus.

 

Tras retroceder en diversos mercados y cerrar filiales, la cadena ha centrado sus operaciones en Oriente Próximo, donde cuenta con más de treinta canales y dispone de los derechos de LaLiga, Premier League, Ligue 1, Champions League, Mundial, Euroliga de baloncesto, ACB, NBA, Fórmula 1, Tour de Francia, Giro de Italia, Vuelta a España, MotoGP, Roland Garros, WImbledon o la NFL.

 

 

Tal ha su firmeza por copar las grandes competiciones en la región que en 2018 la Federación de Fútbol de Arabia Saudí (SAFF) acusó a la cadena de monopolio en la región, el país multó a la compañía por violar la ley de competencia y Bein Sports cesó sus operaciones en el mercado saudí, acusando al país de tener motivaciones políticas en su decisión.

 

El fundador y presidente del grupo es Nasser Al-Khelaifi, dueño del Paris Saint-Germain y de Premier Padel. En 2017, el jeque árabe fue acusado por el Tribunal de Suiza por corrupción en la asignación a Bein Sports de los derechos televisivos de los Mundiales de 2026 y 2030, donde junto al ex secretario general de la Fifa, Jérôme Valcke, fue absuelto de una posible pena de cinco años de cárcel.

 

La propiedad de la cadena pertenece a la familia real qatarí y está catalogada en el país como “fundación privada para el beneficio público”. Junto a la organización del Mundial 2022, la aparición de Premier Pádel o la organización de un Gran Premio de Fórmula 1 es una las formas que usa el régimen qatarí para blanquear su imagen a través del deporte, tanto en la región como en el resto del mundo.

 

El grupo no comunica sus resultados económicos desde su fundación. Sin embargo, sí detalla que cuenta con 4.000 empleados y distribuye sus contenidos en cinco continentes, 43 países y nueve idiomas. Su último movimiento corporativo fue la adquisición de la distribuidora cinematográfica Miramax por mil millones de dólares.