Reebok abrirá un gimnasio corporativo para mantener en forma a sus trabajadores

Reebok vive del negocio de la actividad física y quiere interiorizar esta filosofía entre sus empleados. La marca de equipamiento deportivo ha proyectado un gimnasio corporativo al que, cuanto más se asiste, más económica resulta la cuota.

La compañía levantará un centro de fitness de dos plantas y 2.787 metros cuadrados en su nueva sede de Boston, a la que se mudarán en diciembre. Con el objetivo de motivar a sus empleados a realizar deporte, ha apostado por una política de precios poco convencional: aquellos empleados que asistan al club al menos diez veces al mes, no tendrán que pagar el abono.

“Esta es una inversión que la marca está haciendo por el bien de nuestros empleados, porque sabemos de primera mano que una fuerza de trabajo apta es una mejor fuerza de trabajo, física, mental y socialmente", ha comentado Matt O'Toole, presidente de la marca. “Tenemos el objetivo de ser el lugar de trabajo donde los empleados estén más sanos y más en forma de todo el país, y esta instalación nos ayudará a conseguir esa meta”, ha añadido.

El club contará con zona de fitness, un ring de boxeo, salas para actividades dirigidas y una zona de CrossFit de 1.200 metros cuadrados, aprovechando que la firma propiedad de Adidas tiene un acuerdo de patrocinio exclusivo con la marca de entrenamiento funcional.