Onitsuka Tiger: de Japón al mundo, la historia de una leyenda del calzado deportivo

La historia de Onitsuka Tiger comenzó en Kobe, en Japón, de la mano de Kihachiro Onitsuka, actual fundador de Asics. El joven Onitsuka comenzó la elaboración de las zapatillas con el propósito de mejorar el calzado deportivo y facilitar a los jóvenes un mejor desempeño en el deporte. La primera innovación significativa de la compañía fue la introducción de una suela de ventosas inspirada en los tentáculos de un pulpo. El modelo Ok Basketball shoe ofrecía un mejor agarre en la cancha y ayudaba a los jugadores a moverse rápido y hacer cambio de dirección con más facilidad. 

En 1951, el fundador introdujo Onitsuka Tiger como su marca insignia. La marca se hizo distintiva por su peculiar diseño y su enfoque en la calidad y el rendimiento deportivo. Pronto el éxito de su modelo de zapatillas impulsó la expansión de la marca en Japón y empezó a ganar reconocimiento internacional. En 1955 la compañía ya contaba con 500 tiendas de deportes en todo Japón. Profesionales del atletismo como el etíope, Abebe Bikila o el corredor de corta distancia Oliver Skilton empezaron a usar las zapatillas de Onitsuka. 

A finales de la década de los años 50, el mediofondista de la Universidad de Oregón Phillip Knight viajó a Japón y convenció a Kihachiro Onitsuka de que sus zapatillas tenían mercado en Estados Unidos. Más tarde, Knight influenciado por el proyecto del japonés, decidiría crear junto a su entrenador Bill Bowerman Blue Ribbon Sports, actualmente conocida como Nike. La colaboración entre ambas marcas se reflejó en el diseño de modelos como Nike Cortez. 

Onitsuka Tiger impulsó la creación de la compañía de moda deportiva Blue Ribbon Sports, conocida actualmente como Nike 

La compañía jugó un papel importante durante los Juegos Olímpicos de Tokio en 1964 y continuó innovando con modelos como el Magic Runner o el RunSpark. Ese mismo año la Onitsuka lanzó su línea olímpica, una recopilación de las sugerencias que atletas profesionales habían compartido con el fundador. Esta colección introdujo el diseño de la marca Asics de líneas cruzadas que en principio más allá de las finalidades decorativas pretendían actuar como refuerzo. 

El primer modelo con las Tiger Stripes fue el México 66, presentado dos años antes de los Juegos Olímpicos en Ciudad de México de 1968, año en el que Blue Ribbon Sports (Nike) empezó a importar las zapatillas Onitsuka al mercado estadounidense. 

En 1977 Onitsuka Tiger se fusionó con las empresas de moda deportiva GTO y Jelenk. Después de la fusión la empresa pasó a denominarse oficialmente Asics, en homenaje a la expresión latina Anima Sana In Corpore Sano. A día de hoy en el marco de Asics se encuentra la marca homónima de la compañía, Asics, y por separado Onitsuka Tiger. 

Con las fusión de Onitsuka con las empresas de moda deportiva GTO y Jelenk, la compañía Japonesa pasó a denominarse Asics

En 2002, Asics relanzó Onitsuka Tiger como una marca de moda deportiva, aprovechando una época en la que las zapatillas vintage se volvían a poner en el foco de tendencia como en el caso de las Adidas Superstar que fueron muy populares en la cultura hip-hop de los años 80 y en el 2000 regresaron a la calle con nuevos colores y colaboraciones. 

Las Onitsuka Tiger alcanzaron su summum de popularidad cuando Uma Thurman las lució a juego con un mono amarillo en la película de Quentin Tarantino, Kill Bill, estrenada en 2003. La marca llevó a cabo la apertura de 23 tiendas independientes, en 2007. Diez años más tarde, las ventas de la compañía se dispararon un 20%, alcanzando una cifra de 31 millones de yenes (193.000 euros). 

Este pasado 2023, las icónicas zapatillas volvieron a triunfar, en Tik Tok el hashtag #onitsukatiger acumulaba 87,8 visualizaciones el mes de junio. Ahora, la compañía ha anunciado que abrirá una nueva flagship store en el Paseo de Gracia de Barcelona con más de 300 metros cuadrados de superficie en la planta baja y 400 metros cuadrados en el sótano.