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Virgin Active, así es la crónica de un cierre anunciado en España

La filial española de la compañía ha sellado su venta a Holmes Place tras acumular unas pérdidas de 156,45 millones de euros hasta 2016 y un lento repliegue con cierres puntuales desde 2015.

Patricia López

3 oct 2017 - 04:58

Virgin Active España: crónica de un cierre anunciado

 

El paulatino repliegue que Virgin Active comenzó a protagonizar hace dos años ha finalizado con la venta de la compañía. En una operación corporativa cuyos términos económicos no han trascendido, Holmes Place ha sellado la compra de la filial ibérica de su competidor, que abandona el mercado español siete años después de su desembarco. La cadena de Richard Branson se va empujada por los números rojos acumulados, que al cierre de 2016 ascendían a 156,45 millones de euros, según la memoria de las cuentas anuales a las que ha accedido Palco23.

 

La facturación durante el pasado ejercicio fue de 19,3 millones de euros, un 15,9% menos que el año anterior por la caída de los ingresos procedentes de las cuotas y de la prestación de servicio, que se redujeron un 15,9%, hasta los 19 millones de euros. ¿El motivo? El cierre de tres centros, que provocaron una caída del gasto en personal del 20% que no evitó el aumento de las pérdidas. La compañía recortó su plantilla en 66 empleados fijos y temporales entre 2015 y 2016, dejando en 241 el número de trabajadores.

 

Una evolución dramática que contrasta con los ambiciosos planes que se fijó en 2010 y que pasaban por abrir 35 gimnasios. Entonces, pocos auguraban el duro impacto que la crisis económica tendría en el consumo de los españoles, en un sector que además se vio impactado por la subida del IVA y la irrupción de gimnasios de bajo coste.

 

El informe auditor señala que “la sociedad ha venido incurriendo en pérdidas significativas de forma recurrente” y, como consecuencia, los fondos propios fueron negativos por importe de 22,9 millones de euros. Al cierre del ejercicio, la filial española tenía una deuda pendiente de pago con la matriz de 27,1 millones de euros, como resultado de dos préstamos solicitados con vencimiento en 2019. Se desconoce si esta cantidad ya se ha abonado, si correrá de la cuenta de Holmes Place o se ha capitalizado como parte de los acuerdos de venta.

 

 

El repliegue de Virgin Active en España se remonta a 2015, un año en que la incipiente recuperación de la economía no alivió las cuentas de la cadena premium. El aumento de la competencia, la entrada de nuevos operadores y el aumento del metro cuadrados inmobiliario intensificaron el déficit de la compañía. El primer club en echar el cierre fue el de Alicante, traspasado a DreamFit a principios de 2015. A esta instalación le siguió el del centro comercial Parc Vallès de Terrassa (Barcelona), para el que no encontró una compañía a la que traspasar el negocio. El último en hacerlo fue el de Móstoles (Madrid), vendido a Holiday Gym a mediados de 2016.

 

No fue hasta finales de ese año cuando el entonces director general de la filial ibérica, Bernardo de Vicente, fue promocionado a responsable global de la cadena low cost Virgin Active Red. Su salida supuso el ascenso de Maite Icart como máxima responsable de la firma, en un movimiento en la primera línea ejecutiva que ya evidenciaba la retirada de Virgin del mercado español.

 

Un repliegue que afecta también a Reino Unido

Hasta ahora, la enseña británica ha dirigido ocho clubes en régimen de alquiler en centros comerciales. En cuatro centros ubicados en Zaragoza, Alcalá de Henares (Madrid), Can Dragó (Barcelona) y Paterna (Valencia), el propietario del local ha invertido un total de 12,1 millones de euros.

 

Con esta operación, Virgin Active se desprende de su negocio en España y Portugal, que junto a Italia se anotaron un ingreso de 111 millones de libras (125,79 millones de euros) en 2016. El país transalpino es el único país de Europa en el que la compañía ha ganado presencia, tras el cierre de 35 instalaciones en Reino Unido.

 

La retirada en España y Portugal y el retroceso de su negocio en Reino Unido no es extrapolable al resto de regiones donde opera Virgin Active. De hecho, la enseña planea seguir creciendo en Sudáfrica y Asia, donde ha proyectado una inversión de 150 millones de libras (169,99 millones de euros) para expandirse durante los próximos cinco años.