Fitness

Un socio de Infinit Fitness emula a Netflix y crea una plataforma de clases dirigidas

Soniq ofrecerá clases dirigidas por streaming en directo y diferido para que los abonados que no pueden asistir al gimnasio no se pierdan las clases dirigidas

Patricia López

14 nov 2017 - 04:59

Soniq ofrecerá clases dirigidas por streaming y en diferido para que los abonados que no pueden asistir al gimnasio no se pierdan las clases dirigidas

 

 

La digitalización ha roto las barreras físicas del gimnasio y las empresas tecnológicas quieren aprovechar la ocasión en un sector al alza. Soniq quiere hacer negocio en este nuevo escenario con un sistema que ofrece clases dirigidas por streaming en directo y en diferido bajo demanda. Eso sí, lo quiere hacer de la mano de cadenas de gimnasios, instalando cámaras en sus salas de actividades dirigidas para que aquellos clientes que no encuentran el momento de asistir al club, puedan seguir la sesión.

 

La idea inicial surge de Jaime Martínez, experto en el sector de la tecnología, director general de la compañía y hombre al que recurrió Santiago Rico, fundador de la consultora Elifit, junto al consejero delegado, Santiago Marchante. Aunque Rico es franquiciado de Infinit Fitness, la cadena de gimnasios 24 horas no se involucrará en Soniq. “Decidimos asociarnos porque entre los tres cubrimos los conocimientos tecnológicos y del sector para desarrollar la plataforma”, explica Martínez, que además de liderar el área tecnológica gestiona el desarrollo del negocio. 

 

Rico y Marchante, por su parte, lideran la dirección de ventas, de márketing y de operaciones, por lo que se encargan de tejer alianzas con cadenas de gimnasios interesadas en implantar este sistema en sus clubes. “Pretendemos ser el Netflix de las clases dirigidas. Instalamos cámaras en los centros deportivos para grabar las clases, que se podrán seguir en directo y bajo demanda”, detalla Martínez.

 

 

 

 

De este modo, la empresa entra en un segmento que otras compañías han explorado, como McFit con su plataforma Cyberobics, Fitbit con FitStar o el gimnasio virtual Ictiva. El motivo por el que decidieron emprender este negocio es porque detectaron que una parte de los abonados al gimnasio no puede asistir al club por falta de disponibilidad.

 

“A través de Soniq podrán realizar la sesión dirigida desde cualquier lugar, de modo que la cadena seguirá dándole servicio y reducirá el número de bajas”, subraya sobre uno de los principales valores añadidos que quieren aportar al club. Reducir los efectos de la estacionalidad es otro de los objetivos que los centros se plantean combatir.

 

La empresa también plantea, en una fase más avanzada, dirigirse a hoteles, cadenas de gimnasios que no ofrecen clases dirigidas o ayuntamientos que quieren estimular la práctica deportiva entre sus ciudadanos. “Son sectores que están en nuestro roadmap, y calculamos que el servicio dirigido a otras empresas supondrá el 70% de nuestros ingresos”, pronostica.

 

 

 

 

El resto procederá de suscripciones dirigidas a usuarios que quieran acceder a toda la red de clases colectivas. “Lo que nos piden los gimnasios es dar servicio a sus abonados, pero nuestro suscriptor podrá inscribirse y tener acceso a todo el contenido”, afirma. La idea es que las sesiones se renueven semanalmente para crear “esa necesidad de consumir en streaming o poco después”.

 

Para ir más allá de la plataforma de visualización de actividades dirigidas, Soniq espera ofrecer información a las cadenas sobre sus clientes. “El gimnasio sabrá a tiempo real dónde entrenan, qué actividades le gustan y qué valoración hace de la sesión, de modo que el gestor podrá saber lo que funciona y lo que no”, apunta Martínez. El suscriptor, por su parte, podrá grabar su sesión, compartirla e interactuar con el resto de usuarios.

 

La compañía prevé el lanzamiento de la plataforma en Navidad y, a finales de 2018, alcanzar el millón de usuarios. “Por el momento estamos centrados en el enfoque B2B y mantenemos nuestra visión original de crear una red basada en los centros boutique", comenta.

 

En es la primera vez que una compañía tecnológica se alía con clubes de fitness para ofrecer clases por streaming. Un ejemplo es Fortë, que este año ha cerrado acuerdos con veinte centros boutique de Nueva York, Miami, y Utah para instalar cámaras en sus salas con el objetivo de emitir las sesiones a través de su plataforma.